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Más de cien imputados por el uso de una hormona prohibida en granjas para producir más leche

  • Algunos imputados en la Operación Brucela son "granjas de prestigio"
  • También se investiga la inoculación del virus de la brucelosis en los animales
  • Unións Agrarias señala que no es "algo que pueda afectar a las personas"

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Más de cien personas están imputadas en una investigación que el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) desarrolla en todo el territorio español contra la utilización en granjas de ganado vacuno de una hormona prohibida para que produzcan más leche.

La operación abierta hace más de un año, denominada Operación Brucela, dirigida por el Juzgado de Instrucción Número 2 de Lugo, afecta a prácticamente todos los municipios de esta provincia.

El operativo, según fuentes de la operación recogidas por Europa Press, abarca una investigación sobre la utilización de una hormona animal, la somatropina bovina, que acelera la producción de leche y la aumenta, y otra sobre la inoculación del virus de la brucelosis en aquellos animales ya amortizados, para cobrar subvenciones.

"Hay muchísima gente imputada", han advertido las fuentes de la investigación, y entre ellas granjas de "reconocido prestigio y con varios premios".

Una hormona prohibida por la UE

Según el Seprona de Lugo, miles de vacas de Galicia y otras regiones habrían recibido inyecciones de una hormona altamente peligrosa y prohibida por la UE, la somatotropina bobina (BST), con la intención de duplicar su producción lechera.

La utilización de BST, según recoge Servimedia, en las explotaciones ganaderas investigadas era algo habitual y sistemático, dado su bajo precio y los altos beneficios que generaba su uso a los ganaderos.

Del centenar de imputados, alrededor de 60 residen en la provincia de Lugo. El resto se reparte entre A Coruña, Santander, Asturias, Lérida y otras provincias españolas con una importante industria ganadera.

El secretario en Galicia de Unións Agrarias, Roberto García, ha asegurado en declaraciones recogidas por Europa Press, que la utilización de la hormona "no se trata de algo que pueda afectar a la salud de las personas" y que de hecho en algunos países no está prohibida.

García sostiene que se asiste a "una estafa, más que un problema  de salud pública". "Estamos ante una estafa a unos ganaderos  necesitados, la inmensa mayoría acudía a una actuación milagrosa para  cuadrar las cuentas de su explotación", ha dicho el dirigente  agrario.

Unións Agrarias estudia personarse en la causa abierta por el  citado juzgado de Lugo, por "el daño que pueda causar en el sector en  general, en la imagen y en las dudas del consumidor frente a unos  personajes muy concretos ajenos al sector", ha esgrimido.

Por su parte, la directora internacional de Igualdad Animal, Sharon Núñez, ha calificado como "escándalo alimentario" los hechos y ha vaticinado que "no será el último, pues para estas industrias los animales son máquinas de producción de los que sacar el máximo beneficio económico".