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El Senado rechaza el plan presupuestario de la Cámara Baja de EE.UU.

Obama firma una ley que garantiza el pago a los militares si cierra el gobierno

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  • La Cámara de Representantes tiene unas dos horas para decidir si acepta
  • De no llegar a un acuerdo las cámaras, parte del Gobierno deberá cerrar     

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El Senado rechaza el plan presupuestario de la Cámara Baja de EE.UU.

La Cámara de Representantes de EE.UU. ha aprobado este lunes un plan presupuestario que evitaría un cierre temporal del Gobierno federal esta medianoche, pero retrasando durante un año la entrada en vigor de una parte clave de la reforma sanitaria, algo que el Senado y la Casa Blanca han advertido que no aceptarán.

Por 228 votos a favor y 201 en contra,  la Cámara Baja ha completado su tercer intento de atacar la reforma sanitaria, con un plan sin apenas opciones de convertirse en ley, lo que presagia un cierre parcial del Gobierno federal esta medianoche, cuando se agotarán los fondos no esenciales.

El Senado de EE.UU. ya ha rechazado el plan, que habría evitado un cierre temporal del Gobierno federal  esta medianoche a cambio de retrasar la entrada en vigor de una parte  clave de la reforma sanitaria, lo que prolonga el bloqueo entre ambas  cámaras.

Pulso político en unas horas

Por 54 votos a favor y 46 en contra, el Senado ha descartado la propuesta y ha vuelto a enviar a la Cámara Baja un plan que proveería temporalmente de fondos al Gobierno federal sin tocar la reforma sanitaria.

De no llegar a un acuerdo ambas cámaras antes de la medianoche, parte del Gobierno deberá cerrar por falta de fondos por primera vez en más de 17 años.

La votación fue la segunda de este lunes sobre el asunto en el Senado, y supone el fracaso del tercer intento de los republicanos de la Cámara Baja de socavar la reforma sanitaria aprobada en 2010 aprovechando el debate sobre el presupuesto.

Retraso de la reforma sanitaria

La propuesta de la Cámara de Representantes retrasaría un año la entrada en vigor de la parte más importante de la reforma sanitaria, la que a partir de enero obligará a todos los estadounidenses a contratar un seguro de salud.

Además, prohíbe al Gobierno subvencionar los seguros médicos de los miembros del Congreso o de los funcionarios de la Casa Blanca,  incluido el presidente, Barack Obama.

"Esos intentos (de descarrilar la reforma sanitaria) nunca se aprobarán en el Senado ni se convertirán en ley", ha advertido Obama en sendas llamadas a los líderes del Congreso poco antes de la votación.

Obama garantiza con una ley el pago a los militares

Mientras, el presidente Barack Obama ha firmado una ley que permitirá que todos los militares sigan recibiendo sus salarios durante el cierre del Gobierno, que podría ocurrir esta medianoche, mientras la Cámara Baja iniciaba una nueva estrategia de negociación con el Senado.

Poco más de una hora antes de que entre en vigor el anunciado cierre del Gobierno, Obama ha firmado la ley sobre los militares, aprobada unánimemente el domingo por la Cámara de Representantes y respaldada de la misma forma por el Senado.

La medida asegura el pago a los militares activos, la Guardia Costera y los civiles y contratistas que les sirven directamente de apoyo en los departamentos de Defensa y Seguridad Nacional, durante el periodo que dure el cierre temporal del Gobierno.

No obstante, se estima que el 50 % de los 800.000 empleados civiles del Pentágono serán enviados a casa, muchos de ellos sin cobrar, mientras dure la crisis.

División creciente entre los republicanos

El voto de esta noche en la Cámara ha mostrado una división creciente entre los republicanos respecto al domingo, cuando ese hemiciclo aprobó otro intento de atacar la reforma sanitaria por 231 votos a favor y 192 en contra.

En el voto de hoy, doce republicanos votaron en contra de la medida, posiblemente preocupados por el impacto que puede tener en sus perspectivas de reelección en los comicios legislativos de 2014.

Un cierre del Gobierno obligaría a enviar a casa a casi 800.000 funcionarios durante el tiempo que dure la falta de fondos y podría costar más de 1.000 millones de dólares a las arcas públicas, según la Casa Blanca.

A ese respecto, Barack Obama ha advertido este lunes al Congreso que el cierre parcial del Gobierno "trabaría los engranajes" de la economía del país en un momento clave para la recuperación económica.

"Los clientes de todos los negocios se verán gravemente afectados, y todos nosotros lo estaremos si el Congreso escoge cerrar el Gobierno del pueblo", ha advertido Obama en una comparecencia ante la prensa en la Casa Blanca.