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Las filas de Letta rechazan el "chantaje" del partido de Berlusconi, que amenaza al Gobierno

  • El PDL dice que romperá la coalición si expulsan a Berlusconi del Senado
  • La ley no permite que un condenado a más de dos años esté en el Parlamento
  • Los seguidores de Berlusconi creen que no se puede aplicar en este caso
  • El partido de Letta dice que no va a ceder al "chantaje" del Pueblo de la Libertad

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El Gobierno de Italia, de nuevo, pende de un hilo. Las relaciones entre el Pueblo de la Libertad de (PDL) de Berlusconi  y del Partido Democrático (PD) del primer ministro, Enrico Letta, se  encuentran en un momento muy delicado, con amenazas de ruptura por parte de los conservadores. Y, como en anteriores ocasiones, la incertidumbre que vive el país transalpino tiene su origen en Silvio Berlusconi, que podría ser expulsado del Senado tras su condena a cuatro años de cárcel por fraude fiscal en el  caso Mediaset.

Una norma aprobada por el anterior Gobierno de Mario Monti y en vigor desde principios de este año, conocida como ley Severino, se  prohíbe la presencia en el Parlamento de personas con condenas de  cárcel definitivas superiores a los dos años. El PDL, preocupado por el futuro de su líder, busca desde hace días  alternativas antes de que el próximo 9 de septiembre una comisión del  Senado se reúna para decidir sobre la suspensión de Berlusconi de su  cargo de senador.

Ya el pasado 21 de agosto, el secretario del partido Pueblo de la   Libertad (PDL), Angelino Alfano, y el primer ministro italiano, Enrico   Letta, se reunieron para intentar garantizar el futuro político de   Silvio Berlusconi y evitar así que se abra una crisis de Gobierno.

De aquella reunión no salió un acuerdo. Y la distancia entre los partidos se ha hecho más notable con el paso de los días. Los correligionarios de  Berlusconi creen que la ley no puede aplicarse en el caso concreto de  'Il Cavaliere',  puesto que el proceso contra Berlusconi por el delito de  fraude fiscal  se remonta a antes de su entrada en vigor y la norma no  tiene carácter  retroactivo, entienden; algo que ven de forma diferente desde el   Partido Demócrata de Letta.

Posturas antagónicas

El pasado sábado el PDL celebró una reunión de su cúpula directiva para  fijar  una estrategia de cara al próximo 9 de septiembre, cuando la  Junta para  las Elecciones del Senado abordará la posibilidad de retirar  a  Berlusconi su escaño.

El partido de 'Il Cavaliere' emitió un comunicado en el que consideró que la expulsión de   Berlusconi del Senado sería algo "impensable" y "constitucionalmente   inaceptable". Y amenazaron abiertamente con acabar con el Gobierno si sus socios de coalición del PD votaban a favor de quitar el acta de senador a Berlusconi.

Este lunes, el centroizquierda de Italia ha respondido que no aceptará ningún "chantaje" de su socio de coalición de centroderecha. Así lo ha afirmado el secretario del Partido Democrático, Guglielmo Epifani, en el diario La Repubblica, donde ha refirmado que su partido votaría a favor de la expulsión de Berlusconi  de la cámara.

"Necesita tomar nota sobre lo que le ha llevado a su  condena y tiene que explicar por qué acabaría con el Gobierno en un  momento de crisis", ha asegurado Epifani. Horas después, ha sido el propio Silvio Berlusconi el que ha pedido que se dejen de hacer declaraciones desde su partido.

Más presión para Letta: impuesto sobre vivienda

Más allá de lo que ocurra con Berlusconi y su asiento en el Parlamento italiano, el Pueblo de la   Libertad sigue presionando para que el próximo Consejo de  Ministros italiano que se celebrará el miércoles aborde la reforma del  Impuesto de Bienes Inmuebles sobre la primera vivienda.

La abolición de esa tasa es uno de los caballos de batalla del PDL y  algunos de sus miembros, como el portavoz en la Cámara de los Diputados,  Fabrizio Cicchito, aseguraron que el miércoles el Gobierno debe adoptar  la medida, puesto que es "una de las dos cuestiones" (junto con la no  expulsión de Berlusconi del Parlamento) que consideran "fundamentales para seguir  adelante con el Ejecutivo".

Y mientras, la incertidumbre se ha trasladado a los mercados. La prima de riesgo italiana sube, y se acerca a la española, y la Bolsa de Milán baja: los inversores estaban preocupados por un posible derrumbe del Ejecutivo. "No parece que los políticos vayan a alcanzar un compromiso para salir de esta crisis, lo que pone en el congelador todas las medidas que se necesitan tomar para impulsar la economía", ha asegurado un operador en Milán a la agencia Reuters.