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Birmania conmemora el 25 aniversario del inicio de la lucha por la democracia

  • Por primera vez hay actos abiertos en memoria de las víctimas de 1988
  • El país está en pleno proceso de transición democrática

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Estudiantes llevan cuatro coronas de flores que forman el número 8888, en homenaje a los miles de muertos tras la revuelta estudiantil birmana iniciada hace 25 años, el 8 de agosto de 1988 (8/8/88).
Estudiantes llevan cuatro coronas de flores que forman el número 8888, en homenaje a los miles de muertos tras la revuelta estudiantil birmana iniciada hace 25 años, el 8 de agosto de 1988 (8/8/88).

Birmania (Myanmar) conmemora por primera vez de forma abierta el 25º aniversario de las protestas estudiantiles que, el 8 de agosto de 1988, iniciaron la lucha por la democracia en el país, inmerso ahora en un proceso de apertura política tras casi medio siglo de regímenes militares.

Varias ciudades organizan desde hace días actos en recuerdo de los miles de muertos en la represión de aquellas protestas, en la que, además de antiguos activistas, también han participado, por primera vez, representantes del Gobierno formado por exgenerales.

A pesar del clima de reconciliación, en Rangún la manifestación se ha desarrollado con cierta tensión ya que no tenía el visto bueno de las autoridades, según France Presse. La agencia informa de que la policía ha instado a detener la marcha, pero que unas 50 personas se han negado y finalmente se les ha permitido recorrer el centro de la antigua capital mientras los agentes les grababan.

"Ahora caminamos hacia la democracia gracias a la revolución de 1988, pero todavía no tenemos la democracia”, ha dicho Tun Tun Oo, de 49 años y antiguo líder estudiantil implicado en aquel movimiento.

Otros manifestantes pedían también llevar a los generales ante los tribunales. "Siguen sin hacer nada respecto a lo que hicieron ni han pedido perdón al pueblo. Y siguen agarrados al poder en el Gobierno. No queremos verles (en el poder)", ha dicho una manifestante al portal The Irrawaddy, informa Efe.

Según la BBC, está previsto que la premio Nobel de la Paz y líder de la oposición, Aung San Suu Kyi, dé un discurso durante la jornada.

Generales y estudiantes juntos

La víspera, Rangún ya albergó otro acto institucional. "Aprendamos las lecciones de la Historia sobre lo que se ha hecho mal y trabajemos todos juntos para construir una nueva generación", dijo el ministro de la Presidencia, el exgeneral Aung Min, que según medios locales visitó una exposición fotográfica dedicada a la revuelta estudiantil acompañado por otro de sus líderes, Mya Aye, quien pasó dos décadas en prisión.

El 8 de agosto de 1988, miles de estudiantes convocaron una huelga general, conocida hoy como el Levantamiento 8888, para protestar contra el régimen del general Ne Win, quien había sumido el país en la pobreza tras tomar el poder 26 años antes en un golpe militar.

Monjes, miembros de minorías étnicas y población en general se unieron a las protestas masivas que terminaron el 18 de setiembre, cuando fueron violentamente reprimidas por el Ejército después de que un grupo de generales tomara el poder en otro golpe. Unos 3.000 manifestantes murieron y miles más fueron encarcelados u obligados a huir al exilio durante décadas tras la intervención militar que formó un nuevo gobierno llamado Consejo para la Ley y el Restablecimiento del Orden y convocó elecciones en 1990.

Próximos pasos

La Liga Nacional para la Democracia (LND), creada por la oposición tras las protestas, ganó aquellas elecciones a pesar de que su principal líder, Aung San Suu Kyi, fue puesta en arresto domiciliario, pero los generales no aceptaron los resultados. La junta militar gobernó Birmania hasta que en 2011 traspasó el poder al gobierno civil del exgeneral Thein Sein, quien había ganado cuatro meses antes las primeras elecciones en dos décadas pero en las que no pudo concurrir la LND ni Suu Kyi.

El gobierno de Thein Sein inició un proceso de apertura que permitió la puesta en libertad de centenares de presos políticos, la firma de acuerdos de alto el fuego con las guerrillas étnicas, la relajación de la censura y la elección de Suu Kyi como diputada en el Parlamento en unas elecciones parciales.

El programa de reformas ha sido celebrado por la comunidad internacional que ha levantado la mayoría de las sanciones económicas que impuso a la junta militar, recuerda Efe. Si el proceso de transición sigue su curso, para dentro de dos años están previstan elecciones generales.