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El operador de Fukushima reconoce la filtración de agua radiactiva al mar

  • TEPCO ha detectado líquido contaminado en los pozos de observación
  • La eléctrica no espera que impacte de forma significativa en el medio ambiente
  • El reactor 3 ha expulsado vapor por segunda vez en una semana

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Imagen de la extracción de agua contaminada de un pozo en la planta nuclear de Fukushima
Imagen de la extracción de agua contaminada de un pozo en la planta nuclear de Fukushima (Japón).

El operador eléctrico que gestiona la accidentada central de Fukushima, en Japón, Tokyo Electric Power (TEPCO), ha admitido por primera vez que se ha filtrado agua radiactiva desde los sótanos de la central al mar. 

Empezaron a sospechar de la posibilidad de filtración tras  detectar líquido contaminado en los pozos de observación situados entre  las unidades nucleares y el puerto de la central con hasta 9.000  becquereles por litro de cesio-134 y 18.000 becquereles por litro de  cesio-137.

En esta línea, a primeros de mes la Autoridad de Regulación Nuclear de  Japón (NRA) ya anunció su "firme sospecha" de que el agua radiactiva  concentrada en los sótanos de la accidentada central nuclear se estaban  filtrando al suelo y el mar.

A pesar de su anuncio, TEPCO considera que la cantidad de agua  radiactiva filtrada al mar es muy limitada y se ha producido en la zona  del puerto situado frente a las unidades de la central, aislado del mar  abierto por diversos rompeolas que protegen la planta. 

Así, un un portavoz de la compañía se ha disculpado como recoge el diario Nikkei: "Queremos ofrecer nuestra más sincera disculpa. Hemos hecho todo lo posible para impedir que el agua tóxica saliera fuera de la planta". Asimismo, la eléctrica no espera que la detección de esta agua contaminada en el mar provoque un impacto significativo para el medio ambiente.

Acumulación de agua contaminada

Actualmente, la principal preocupación en las labores para desmantelar la central es la acumulación de agua contaminada en el subsuelo de los edificios que albergan los reactores nucleares, líquido que se incrementa a diario por la filtración de agua subterránea proveniente de las zonas colindantes.

Para aislarlo, la eléctrica cuenta dentro del complejo nuclear con cerca de 1.000 contenedores en los que almacena este agua radiactiva, parte de la cual utiliza, una vez retirada la sal y las partículas radiactivas, para enfriar los reactores.

Vapor en un reactor de Fukushima

Por otra parte, TEPCO ha detectado por segunda vez en apenas una semana, "una nube de vapor" procedente del edificio del reactor 3, uno de los reactores de la central más dañados tras el tsunami de 2011. La eléctrica no ha reportado cambios en su temperatura o índices de radiación y ha suspendido temporalmente los trabajos de retirada de escombros en torno a la unidad.

A primera hora de la mañana, el operador de Fukushima detectó a través de una cámara de vigilancia "vapor en el aire cerca de la quinta planta en la zona de almacenamiento de la piscina de la unidad 3", precisó la compañía en un comunicado.

En un informe de situación, TEPCO evaluó que el contratiempo no ha provocado la suspensión de su crucial sistema de inyección de agua en el reactor, ni se han experimentado "cambios significativos" en las lecturas de los índices de radiación, temperatura o presión ambiental del edificio o del dañado reactor.

"Continuaremos vigilando su estado", concluyó TEPCO en la nota, mientras no descarta que, al igual que indicó la semana pasada, el vapor se haya producido por la fuerte lluvia que durante la noche cayó sobre la central, donde hoy se registraba una temperatura de 20,3 grados y una humedad del 91,2%.

El vapor detectado el pasado jueves se mantuvo durante un día, en un fenómeno al que TEPCO no logró dar una explicación concreta al haberse individualizado en una zona de acceso muy restringido en la que la alta radiación impide el paso a los trabajadores de la central.

Tras llevar los reactores a parada fría en diciembre de 2011, la prioridad de TEPCO ahora es la de iniciar a finales de este año la retirada del combustible usado en la piscina del reactor número 4 de la planta, como paso previo a la retirada de sus barras, y reciclar el agua radiactiva acumulada bajo las unidades.

En la central, cerca de 3.500 trabajadores trabajan a diario por desmantelar la planta y dar por concluida la crisis nuclear, un proceso que se prolongará como mínimo durante 40 años.