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De J.J. Abrams a Terry Zwigoff: el diccionario del cine del siglo XXI

  • Cine XXI. Directores y Direcciones (Cátedra), un diccionario "reflexivo e interactivo"
  • Coordinado por Carlos Tejeda e Hilario J. Rodríguez, tiene 840 entradas
  • Es el "mapa del cine actual" realizado por una treintena de críticos y expertos

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Un fotograma de "Merdé", de Léos Carax, ilustra la portada del diccionario.
Un fotograma de "Merdé", de Léos Carax, ilustra la portada del diccionario.

Una obra de referencia tanto para expertos como para profanos que abarca el cine actual y pasado, el que se hace en los cinco continentes, desde el cine estadounidense de taquillazo (los 'blockbuster') hasta el cine iraní y con especial atención al español, todos los géneros y todo tipo de formatos, incluido el videoarte. ¿Es posible aglutinar esto en un libro?

Suena muy ambicioso, pero la respuesta es sí y su título es Cine XXI. Directores y Direcciones (Editorial Cátedra, 32€). Coordinado por Carlos Tejeda e Hilario J. Rodríguez, expertos en cine, colaboradores de revistas especializadas y autores de numerosas obras de referencia, el diccionario incluye en sus 624 páginas un total de 840 entradas de directores vivos y en activo y/o fallecidos después del 1 de enero de 2000.

Rodríguez, filólogo, crítico cinematográfico y asesor y programador de varios festivales de cine, explica a RTVE.es que se trata de un diccionario "reflexivo e interactivo". Reflexivo, pues las entradas no se limitan al dato, e nteractivo porque el diccionario sigue vivo en las redes sociales a través de un muro de Facebook (Cine XXI) en el que se debate con los usuarios de películas o directores y se pueden ver filmes o cortos, basándose en lo que hizo el crítico de música Alex Ross con El ruido eterno, obra de referencia sobre la evolución de la música en el siglo XXI.

Internet también está muy presente en el diccionario y cada entrada de cada director va acompañada de enlaces de webs para ampliar la información.

"Es un mapa del cine contemporáneo actual, con la primera década del siglo XXI como eje, y de los cinco continentes y todos los géneros", señala por su parte Tejeda, doctor en Bellas Artes y profesor de Narrativa Audiovisual. En este mapa se cruzan veteranos y grandes maestros (por ejemplo, Ingmar Bergman, fallecido en 2007) con cineastas que se han consolidado en este principio de siglo (Tarantino o Haneke) y otros que empiezan a despuntar (Lisandro Alonso o Raya Martín).

Miscelánea de colaboradores

Para abordar tan ingente labor, Tejeda y Rodríguez han contado con una treintena de colaboradores procedentes de muy diversos ámbitos "y de los 27 a los 70 años", para conseguir un "carácter polifónico". Así, hay desde voces de referencia, como los críticos Miguel Marías y Nuria Vidal, expertos en videoarte, como Laura Revuelta, especialistas en cine asiático (Tonio L. Alarcón) y hasta arquitectos (Jorge Gorostiza), escritores o blogueros, incluido el periodista de TVE Miguel Castro.

Tras un "debate muy colaborativo" entre todos, con sugerencias y aportaciones sobre qué autores debían estar en el diccionario, la parte "más difícil" fue la distribución de las entradas, explica Rodríguez.Y un poco a lo salomónico, desvela, los coordinadores procuraron que los colaboradores encontrasen en sus encargos "un alto nivel de satisfacción", con cineastas de su gusto, y también algo de "incomodidad".

"La pauta que se les dio es que cada entrada tenía que ser un microensayo, un ejercicio de reflexión o de opinión, porque no queríamos que fuese una wikipedia al dato ni un estudio ultra-académico y sesudo. Y también que a la vez fuera un libro de lectura con carácter literario", añade Tejeda, que incide en que debe ser "un libro de consulta para el universitario o para el ciudadano de a pie".

Otra característica de las reseñas es que solo ofrecen filmografías parciales, aunque con una selección de los mejores títulos de cada cineasta, y que tienen mayor o menor extensión según la importancia que le conceden. Los coordinadores son conscientes de que estos planteamientos resultarán "conflictivos" y que despertarán "recelos" sobre todo en el mundo académico, apunta Rodríguez, pero a partir de septiembre defenderán sus planteamientos 'in situ' con distintas presentaciones de Cine XXI. Directores y Direcciones en este ámbito.

El reflejo del cine español

Como no podía ser de otra manera, la presencia del cine español es capital en este diccionario, pues sus coordinadores han partido de la premisa de que "ante todo, somos espectadores españoles".

Aunque siendo conscientes de las "limitaciones" del cine español y que su historia no es tan importante como la de otras cinematografías europeas, como puedan ser la francesa o la británica e, incluso, la italiana, "también forma parte del cine universal", subraya Rodríguez.

Así, el diccionario mezcla maestros españoles que sí tienen relevancia internacional, como Carlos Saura o Víctor Erice, otros de un carácter más local, como Fernando Fernán Gómez o José Luis Borau, a la vez que reivindican a las nuevas promesas y las escuelas periféricas. Tampoco dejan de lado a los directores que más han trascendido nuestras fronteras, como Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar o Juan Antonio Bayona, independientemente de la valoración de la calidad artística de sus filmografías.

La obra también tiene en cuenta el nuevo tipo de cine que no tiene nada que ver con las grandes producciones cinematográficas, como el videoarte cuyo destino son los museos (el del albanés Anri Sala o el estadounidense Doug Aizken), y la irrupción de las nuevas tecnologías que está haciendo que hasta se vean ya películas rodadas con un teléfono móvil, algo al alcance de cualquier persona hoy en día.

Sacrificios inevitables

Aunque el diccionario es amplio y contiene casi mil entradas, las limitaciones de espacio y, especialmente, la circunscripción temporal al cine del siglo XXI, ha motivado que se hayan tenido que quedar fuera grandes nombres de la historia del cine o figuras prometedoras.

Así, para Carlos Tejeda la espinita que le queda clavada es que Cine XXI. Directores y Direcciones no pueda haber incluido a un gran maestro como Stanley Kubrick (La naranja mecánica, 2001, una odisea del espacio), y por muy poco, ya que falleció el 7 de marzo de 1999 y el límite temporal estaba en los fallecidos después del 1 de enero de 2000. "Es una lástima porque, además de ser un gran maestro, su espíritu tenía mucho que ver con el siglo XXI...", se lamenta el crítico.

En su caso, Hilario J. Rodríguez ha "llorado" por no poder incluir a Sergio Oksman (Brasil, 1970), al que considera "uno de los más grandes" y que dirigió el año pasado "la película más importante" del género documental, Una historia para los Modlin. El cortometraje documental, Premio Goya en 2013, cuenta la curiosa historia del actor Elmer Modlin, que, tras aparecer en La semilla del diablo (1968) de Roman Polanski, huyó con su mujer y su hijo a un país lejano en el que se encerraron en un piso oscuro. El país en cuestión resultó ser España y el piso estaba en la madrileña calle Pez y, 30 años después, una persona, Paco Gómez, encontró en un contenedor cientos de fotografías y documentos íntimos de la familia que sirvieron para reconstruir su historia.

"Me parece terrible no tenerlo en el diccionario", concluye Rodríguez. Quizás para un próximo diccionario...

'A story of the Modlins', Mejor Cortometraje Documental Español