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Más de 50 muertos en El Cairo en nuevos enfrentamientos entre islamistas y el Ejército

  • Los disturbios se han producido frente a la sede de la Guardia Republicana
  • Los islamistas acusan al Ejército de la violencia y los militares a "grupos armados"
  • Cientos de miles de islamistas se han concentrado otra vez en Rabea al Adauiya

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Más de 40 muertos en El Cairo en nuevos enfrentamientos entre islamistas y el Ejército

Al menos 51 personas han muerto este lunes en nuevos enfrentamientos entre el Ejército  y manifestantes islamistas frente a la sede de la Guardia Republicana en El CairoEgipto. Los choques se han producido cuando la policía y el ejército egipcio han intentado dispersar a cientos de manifestantes partidarios del presidente derrocado Mohamed Morsi que se concentraba frente a la sede de la Guardia Republicana.  

La presidencia interina ha ordenado la creación de una comisión de investigación mientras que la máxima autoridad suní del país ha dado un pasó atrás tras haber apoyado el golpe de Estado y el grupo salafista Al Nur se ha retirado de la mesa de negociaciones. Cientos de miles de islamistas han vuelto esta tarde a la plaza de Rabea al Adauiya, su principal bastión, para protestar por la represión del Ejército. 

Según el jefe de los  los servicios de emergencias, Mohamed Sultan, los enfrentamientos han dejado al menos 51 muertos y 435 heridos. En un balance precedente se hablaba de 42 muertos, entre ellos, un policía; una cifra que ya había sido avanzada por los Hermanos Musulmanes. Además, según la agencia estatal MENA, dos soldados han sido capturados por los manifestantes.

El Ejército culpa a hombres armados

Algunos testigos citados por AFP han relatado que los disturbios se han producido cuando la policía abrió fuego contra los manifestantes usando gases lacrimógenos y, aseguran algunos testigos, fuego real, aunque esa información no ha podido ser contrastada. "Hay muchas bajas, pero no tenemos cifras exactas", ha señalado a la misma agencia a uno de los manifestantes.

Una versión que contrasta con la facilitada por el Ejército, que ha negado categóricamente que los militares disparasen contra los seguidores islamistas. Un responsable militar ha detallado a Efe que los sucesos ocurrieron después de la oración musulmana de la madrugada, cuando numerosos hombres armados se concentraron ante la sede de la Guardia Republicana al grito de "Allahu Akbar"  ("Alá es el más grande") y treparon a los muros del edificio, aunque sin conseguir irrumpir en su interior.

Ejército egipcio e islamistas se acusan mutuamente de iniciar la violencia.

Según esta versión, otros hombres armados que se encontraban en edificios aledaños abrieron fuego contra los miembros de las Fuerzas Armadas.  "El acto criminal que tuvo lugar ante la Guardia Republicana y la muerte de manifestantes no pudieron ser llevados a cabo por las Fuerzas Armadas, que han protegido a los manifestantes en Rabea al Adauiya y frente a la Guardia Republicana durante todo el tiempo de sus protestas sin atacar a nadie", ha insistido una fuente militar a Efe.

El Ejército ha atribuido el ataque a un  “grupo terrorista” que se ha dirigido contra la sede de la Guardia Republicana, según la televisión estatal egipcia. Además, aseguran los militares, unas 200 personas han sido detenidas y se han requisado gran cantidad de armas, municiones y bombas de gasolina.

Los Hermanos Musulmanes llaman a la "intifada"

Mientras,  la Fiscalía egipcia ha ordenado cerrar y precintar la sede del Partido Libertad y Justicia (PLJ),  brazo político de la Hermandad, en el centro de El Cairo, tras hallar  supuestamente armas en su interior, ha informado la televisión estatal  egipcia. Por su parte, los Hermanos Musulmanes han acusado al ejército de atacar deliberadamente a los manifestantes y aseguran que la concentración era una sentada pacífica.

"Todas las fuerzas de policía del mundo saben cómo dispersar una sentada. Esto es acto delictivo contra los manifestantes ... Nadie esperaba tal acto de traición por parte de la policía y de la Guardia Republicana: orden de matar egipcios procedentes del ejército egipcio", ha comentado el portavoz de la Hermandad, Gehad Haddad.

El Partido Libertad y Justicia, marca política de los Hermanos Musulmanes, ha hecho un llamamiento a una intifada contra aquellos que están tratando de robar su revolución con los tanques " y ha instado "a la comunidad internacional, a los grupos internacionales y a todos los pueblos libres del mundo a intervenir para evitar más masacres y (...) el surgimiento de una nueva Siria en el mundo árabe", informa AFP.

Salafistas y suníes retiran su apoyo al golpe

Estos enfrentamientos se producen después de que este domingo, partidarios y detractores del golpe militar que depuso el pasado día 3 al presidente islamista egipcio Mohamed Morsi volvieron a medir sus fuerzas con multitudinarias manifestaciones en El Cairo que plasman la división del país. Sin embargo, según Pedro Ignacio del Castillo, español residente en El Cairo, la situación en la ciudad es normal exceptuando los lugares conflictivos.

"Fuera de los lugares de conflicto, que son dos, no pasa absolutamente nada", ha comentado del Castillo en una entrevista telefónica con el Canal 24 horas. " Las noticias internacionales sobre si esto es o no una 'preguerra' civil lo único que hacen es calentar los ánimos de los islamistas", ha añadido.

Sin embargo, la inestabilidad en las calles también se ha filtrado a la escena política. El país se acostó este sábado con un nuevo primer ministro, Mohamed El Baradei, cuyo nombramiento había sido anunciado la agencia estatal, Mena, y se despertó el domingo sin él, aparentemente por el rechazo salafista a la decisión.

No solo el grupo salafista Al Nur, el principal socio del PLJ, ha anunciado su retirada del proceso de transición liderado por el Ejército, también lo ha hecho el jeque de Al Azhar, considerada la principal institución suní del país. La brutal represión del Ejército contra los islamistas amenaza con resquebrajar el apoyo civil al golpe de Estado.

Comisión de investigación

El presidente interino de Egipto, Adli Mansur, ha formado una comisión judicial para investigar los incidentes registrados.  En un comunicado, la Presidencia ha instado a los manifestantes a que se alejen de "los centros vitales y las instalaciones militares" del país y ha insisitido en que todas las partes deben controlarse para que la seguridad nacional sea la prioridad.

"Lo ocurrido no detendrán los pasos del Gobierno para sacar adelante la hoja de ruta”, ha indicado el portavoz de la presidencia, Ahmed Elmoslmany. la Presidencia expresó su "profunda tristeza" por la muerte de víctimas civiles en los sucesos, que según esta institución, se produjeron tras un intento de asaltar la sede de la Guardia Republicana.

Por su parte, el premio nobel Mohamed Al Baradei ha considerado que "la violencia, sin importar su origen, no son el camino” para la reconciliación “y debe ser condenada enérgicamente”. En la misma línea se ha manifestado el Frente de Salvación Nacional (FSN), principal alianza no islamista del país y a la que pertenece El Baradei, que también ha condenado los "sangrientos sucesos".

"El Frente muestra su tristeza por los sucesos sangrientos frente al cuartel general de la Guardia Republicana y expresa sus condolencias a las familias de los muertos, tanto civiles como miembros de la fuerzas de seguridad", ha señalado en un comunicado. El Frente ha condenado, de igual forma, "cualquier intento de ataque contra las instalaciones militares y de las fuerzas de seguridad".