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La represión del Ejército resquebraja el apoyo civil al golpe de Estado en Egipto

  • La principal autoridad religiosa y los salafistas dan un paso atrás

Los partidos laicos también piden una investigación independiente

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La imagen de unidad que se produjo el día del golpe de Estado en Egipto con la comparecencia conjunta de los líderes religiosos y políticos laicos junto a los militares se ha resquebrajado este lunes tras la violenta represión de las protestas de los islamistas. Por su parte, estos han llamado a seguir con las protestas este martes.

La muerte de al menos 51 personas en los enfrentamientos ante la sede de la Guardia Presidencial ocurridos de madrugada, los más graves desde que los militares depusieran y arrestaran el pasado miércoles al presidente islamista Mohamed Morsi, han provocado numerosas reacciones de condena.

La más contundente, al margen de la llamada a la “intifada” de los Hermanos Musulmanes, ha sido la de la principal formación salafista (islamista radical), Al Nur, hasta la semana pasada socio del gobierno, pero que apoyó la hoja de ruta del Ejército. Ahora, ha decido retirarse de "todas las vías de negociaciones" con las autoridades provisionales.

No vamos a estar callados ante la masacre de la Guardia Republicana

Un portavoz de Al Nur, Nader Bakar, ha anunciado esta decisión en su cuenta de Twitter: "No vamos a estar callados ante la masacre de la Guardia Republicana. Queríamos la detención de la sangre y ahora se derrama como los ríos", ha dicho el portavoz salafista.

Al Nur ya se había distanciado del proceso cuando este fin de semana había vetado el nombramiento del político liberal y premio nobel de la paz Mohamed el Baradei como primer ministro, porque consideró que "no se les había consultado".

Llamamientos a un gabinete de unidad urgente

Por otra parte, el jeque de Al Azhar, Ahmed al Tayeb, principal autoridad suní del país, ha instado a los egipcios a alcanzar un acuerdo para la reconciliación nacional "antes de que el país caiga en la guerra civil".

En un mensaje a la nación, Al Tayeb ha pedido la liberación de todos los presos políticos, un calendario para volver a la democracia en menos de seis meses, la formación de un comité de reconciliación nacional en un máximo de dos días, y que se abra una investigación urgente sobre los sucesos de este día.

El líder religioso ha avisado de que se confinará en su casa "hasta que todos asuman sus responsabilidades por el derramamiento de sangre".

Al Tayeb apoyó la semana pasada el plan de los militares junto al papa de los coptos (cristianos egipcios), Teodoro II, y varios líderes políticos, el más destacado el ex premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei, que representaba al Frente de Salvación Nacional (FSN), principal alianza no islamista del país.

Este lunes, el Frente ha condenado los "sangrientos sucesos" frente a la sede de la Guardia Republicana, sin responsabilizar a ninguna de las dos partes, y ha reclamado una investigación urgente y justa.

El Baradei y el principal líder de izquierdas y también miembro del FSN, Hamden Sabahi, se han expresado a título particular en términos similares, aunque este último en declaraciones a Reuters ha urgido además al Ejército a formar un gobierno este mismo lunes. Y se ha dicho dispuesto a formar parte de ese gabinete junto a los salafistas.

Más protestas

Cientos de miles de islamistas han vuelto esta tarde a abarrotar la plaza de Rabea al Adauiya de El Cairo, su principal bastión, para protestar por la represión del Ejército entre el temor a nuevos enfrentamientos.

Por la mañana, habían llamado a una "intifada". A última hora del día, el portavoz de la Hermandad Hatem Azam ha llamado a sus seguidores a seguir con las protestas este martes por todo el país, informa Reuters.

EE.UU., que hasta el momento ha evitado calificar el derrocamiento de Morsi de golpe de Estado, ha pedido "máxima contención" a las Fuerzas Armadas de Egipto para evitar una espiral de violencia, y ha condenado que los Hermanos Musulmanes llamen a la 'intifada' contra los militares.