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China busca una relación de igualdad con EE.UU. en el encuentro entre Obama y Xi Jinping

  • Ambos presidentes se reúnen este viernes en California
  • Es la primera ocasión en la que se ven como mandatarios
  • Ciberseguridad, divisas y política exterior, en la agenda

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China busca una relación de igualdad con EE.UU. en el encuentro entre Obama y Xi Jinping

Los presidentes de las dos grandes potencias mundiales, el estadounidense Barack Obama y el chino Xi Jinpingse verán este viernes las caras en su primera reunión como jefes de Estado, en la que China aspira a marcar el inicio de "una nueva relación" más igualitaria. Obama recibió a Xi en la Casa Blanca en febrero de 2012, pero el último aún era vicepresidente.

El encuentro informal, que se produce tras la gira de Xi por Latinoamérica, tendrá lugar en la lujosa propiedad de Sunnylands, en el sur de California. Con esta entrevista ambas diplomacias pretenden distender las relaciones mutuas mediante la buena sintonía personal.

Una nueva relación entre potencias

"Creo que es una iniciativa muy adecuada en el tiempo, y muy necesaria", ha declarado recientemente a la agencia china Xinhua el exasesor de seguridad nacional estadounidense Zbigniew Brzezinski.

Sin embargo, el Diario del Pueblo, el órgano oficial del Partido Comunista Chino, ya ha enfriado las perspectivas con un editorial en el que aseguraba que "la relación bilateral más importante del mundo, y la mejor relación entre países grandes" es la de China y Rusia.

China se ha convertido en la segunda economía del mundo, con la perspectiva de ser la primera en algunos años más y con un creciente protagonismo internacional. Mientras tanto, Estados Unidos ha virado su política exterior para hacer del Pacífico una prioridad, lo que Pekín ve como una estrategia de "contención".

Lo que Xi desea es que la administración Obama reconozca a su país como un socio en pie de igualdad. Según el director general para Norteamérica en el Ministerio de Exteriores chino, Zheng Zeguang, se trata de establecer un "nuevo modelo" de relación bilateral, que incluya no sólo la "confianza mutua", sino también "la igualdad, la inclusión, el aprendizaje y las ganancias mutuas".

Esta nueva asertividad de China se ha hecho notar en los últimos meses. Pekín ha reafirmado sus reivindicaciones territoriales en todo el Mar de China frente a JapónVietnam y Filipinas, y está haciendo grandes esfuerzos por dotarse de una armada poderosa.

China juega también la carta de ofrecerse como mediador internacional, con derecho de veto en el Consejo de Seguridad, donde ambas potencias adoptan posiciones a menudo contrarias Siria, Palestina o Corea del Norte.

Respecto a Pyongyang, los intereses de Washington y Pekín son compatibles hasta cierto punto, pues ambos han pedido a Kim Jon-un que se abstenga de provocaciones. Los lanzamientos de cohetes desde el norte han sido respondidos con unas maniobras conjuntas de barcos de los Estados Unidos y Corea del Sur, una presencia naval que no puede sino molestar a Xi.

Ambas Coreas anunciaron este jueves su disposición a sentarse a negociar, lo que podría rebajar la tensión.

Ciberseguridad y "guerra de divisas"

La "confianza mutua" a la que se refería Zheng está muy devaluada últimamente por los supuestos ciberataques procedentes del país asiático (y que este niega) y casos de espionaje industrial.

Tan solo un día antes de la visita del líder chino, el Congreso de EE.UU. pasó una propuesta para congelar los fondos de aquellos individuos acusados de violar la ciberseguridad y revocar los visados para ellos y sus familias.

El ansia por no perder el ritmo en la adquisición de conocimientos y tecnología ha llevado también a algunos institutos de investigación chinos a sobornar a investigadores de esa nacionalidad que trabajan en EE.UU., según el New York Times.

Otro punto de fricción es el valor de la moneda china, el yuanWashington acusa a Pekín de matenerlo deliberadamente bajo para dar ventaja a sus productos.

También aquí, el Legislativo estadounidense estudia una ley para combatir la manipulación de divisas, una iniciativa presentada como "el paso más importante, por sí mismo, para crear trabajos en las manufacturas americanas".

El martes, el Banco de China fijó el valor medio del yuan contra el dólar en 6.1735, el precio más alto desde 2005. Sin embargo, el déficit comercial de EE.UU. con China alcanzó otro récord en 2012, con 315.000 millones de dólares.

Aprovechándo la entrevista, varios congresistas y grupos de defensa de los Derechos Humanos han  pedido al presidente estadounidense que urja a Xi a dejar en libertad a  un grupo de 16 presos de conciencia, entre ellos el premio Nobel Liu  Xiaobo.

Pero es más que probable que anfitrión e invitado pasen de puntillas por el asunto de los Derechos Humanos y el Tibet, para no complicar aún más una relación difícil pero fundamental para la estabilidad mundial.