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¡Hola, farola! Cómo convertir las calles en ciudades inteligentes y juguetonas

  • Bristol elige en concurso la mejor idea para fusionar la ciudad y sus habitantes
  • Los objetos del mobiliario urbano pueden "hablar" con los paseantes por SMS
  • Se pondrá en marcha el próximo verano como un juego

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La ciudad inglesa de Bristol propuso hace tiempo un concurso bajo el concepto de la «ciudad juguetona». Una ciudad juguetona es algo así como una ciudad inteligente pero con la que los paseantes pueden interactuar de forma divertida, no solo útil y práctica.

Hasta ahora muchas de las propuestas que se han visto a nivel internacional, como los V-Pole de Vancouver se limitan a usos pragmáticos: puntos de recarga de móviles y tabletas, Wi-Fi o pantallas de información general. Algo útil pero, sin más, aburrido.

Según dicen sus responsables, además de ofrecer servicios, información y ayudar a la gente, las ciudades juguetonas permiten explorar el entorno, la cultura y los misterios de la ciudad haciendo más fácil la integración de las personas con el entorno urbano.

El ganador fue un curioso proyecto llamado Hello Lamp Post! –que podríamos traducir como "¡Hola farola!", propuesto por el estudio de diseño PAN. En ese gran juego que proponen participan además de los propios viandantes los objetos cotidianos que nos rodean: los buzones, las paradas de autobús y las papeleras que hay en la calle, entre otros. Tal y como explican los organizadores, "son objetos tan habituales en nuestras vidas que se han vuelto casi invisibles".

La idea del proyecto ganador era convertir todos esos objetos en entidades con vida propia, hacerlos más "visibles" mediante técnicas conocidas como realidad aumentada para ampliar la información que ofrecen y la ludificación (en inglés, gamification) para convertir la experiencia en un juego.

La forma en que se consigue algo como esto la podrán experimentar en persona los habitantes y visitantes de la ciudad de Bristol ya este mismo verano. Los objetos callejeros tendrán un código numérico visible y sencillo: seis dígitos para los buzones, dos para los bolardos, siete para los bancos de los parques o catorce para las alcantarillas. Para interactuar con ellos bastará enviar un mensaje SMS en el formato "Hola + Número del objeto + Código" y esperar la respuesta.

¿Cómo interactúa una farola? ¿Qué se cuenta? ¿Y una fuente pública? En la idea propuesta se incluyen mensajes en los que estos objetos actúan como verdaderos personajes: a veces saludan amablemente, a veces se quejan por tener que aguantar en la calle bajo la lluvia… Para darle un poco más misterio algunos incluso pueden "contar secretos" en un breve mensaje de texto. Los diseñadores están todavía pensando en algunas otras ideas para completar la instalación de modo que además de entretener sirva a la vez "descubrir la vida oculta de la ciudad" a todo el que quiera "hablar con ella".