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La Justicia británica acepta la denuncia por torturas cometidas en Kenia en los años 50

  • Las víctimas fueron miembros del movimiento independentista Mau Mau
  • Aseguran que sufrieron palizas, violaciones y castraciones
  • El Gobierno ya ha anunciado que alegará 

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El Alto Tribunal británico ha decidido este viernes aceptar la denuncia de tres ciudadanos kenianos por torturas cometidas cuando el país africano formaba parte del Imperio Británico.

Tres ancianos kenianos aseguran que sufrieron castración, palizas y violaciones a manos de sus guardianes británicos durante la represión del movimiento independentista Mau Mau en los años 50.

La aceptación de la denuncia por daños contra Londres puede abrir la vía para otras demandas, incluso de otros países que en su día fueron colonias o mandatos británicos, como Malasia, Yemen, Chipre o Palestina. 

Los denunciantes quieren que el Reino Unido pida perdón y que financie ayudas sociales para las víctimas de las torturas. El trío no se encontraba en el tribunal este viernes, pero se espera que den su opinión sobre el fallo desde Nairobi.

El Gobierno alegará contra la decisión

El Ministerio de Exteriores británico ha anunciado, tras conocer la decisión, que apelará. 

"El fallo tiene implicaciones legales potencialmente significantes y de largo alcance", afirma en un comunicado.

"El límite de tiempo normal para presentar una demanda civil es de 3 a 6 años. En este caso, el periodo se ha extendido durante 50 años, a pesar del hecho de que quienes tomaron las decisiones están muertos y no pueden dar su versión de lo ocurrido", añade. El Ministerio, no obstante, asegura que no niega que los denunciantes sufrieran torturas.  

El gobierno británico ha intentado durante tres años bloquear esta acción legal, arguyendo que la responsabilidad por lo ocurrido con los Mau Mau había pasado al gobierno de Kenia tras su independencia, en 1963. Después de un fallo contrario en 2011, el Gobierno argumentó que el caso había prescrito.

El arzobispo sudafricano y Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu ha apoyado la causa, acusando a Reino Unido de hipocresía por criticar las violaciones de los derechos humanos en otros países y a la vez rechazar investigar las propias.