Enlaces accesibilidad
ANÁLISIS

Surface, una apuesta sólida y sorprendente de Microsoft para competir con las tabletas

  • Con este dispositivo, Microsoft se estrena como fabricante de ordenadores
  • Se pondrían a la venta en otoño, sin garantía de que sigan siendo interesantes
  • Podrá competirá directamente con los 'ultrabook' y ordenadores portátiles

Por
Surface, la nueva tableta de Microsoft
Surface, la nueva tableta de Microsoft

Surface, la tableta presentada este martes por Microsoft resulta muy atractiva, al menos a primera vista. No solo tiene buen aspecto sino que además viene con algún detalle -como el teclado integrado en la tapa protectora de la pantalla- que consigue que de entrada no se pueda decir que es más de lo mismo.

En teoría el anuncio de Microsoft debería haber sido algo simple por esperado y evidente: mostrar una tableta que funcione con el sistema operativo Windows.

Pero en la práctica tanto lo anunciado como lo omitido en la presentación de Surface se traduce en un anuncio complejo por incompleto e incluso confuso -que haciendo el chiste fácil, se queda en la 'superficie'.

Además, evidencia un cambio significativo en el modo de funcionamiento de Microsoft, como lo demuestra el hecho de que el tablet visto no tiene marca (como Dell, Asus o HP por poner algunos ejemplos) excepto el logo de Windows 8.

De momento no hay fecha de lanzamiento ni precios. Se sabe que saldrá a finales de año. Probablemente en otoño, coincidiendo con el lanzamiento del sistema operativo Windows 8.

Tampoco hay muchos detalles sobre especificaciones, lo cual da un poco igual porque hoy en día las especificaciones no valen nada: almacenes repletos de tablets Android son la mejor prueba de esto.

Peor es que tampoco hay mucha información ni demostraciones de la experiencia que supone utilizar Windows 8 en un tablet. Ni datos o detalles sobre aplicaciones, que son un elemento clave en cualquier plataforma.

Dos tablets parecidos pero muy diferentes

Por si fuera poco, Surface estaría disponible en dos modelos. Ambos son similares por fuera pero muy diferentes por dentro, lo que de entrada resultará confuso para muchos.

Una versión utiliza un procesador de tipo ARM -el más utilizado en teléfonos y dispositivos móviles- con el sistema operativo Windows RT, lo que la sitúa en línea con los tablets Android e iPad actuales.

Una de la versiones utiliza un procesador Intel y Windows 8 Pro, la otra ejecuta Windows RT

La otra versión utiliza un procesador Intel (el habitual de ordenadores de sobremesa y portátiles) que ejecuta Windows 8 Pro, la misma versión que en un ordenador convencional, por lo que puede competir incluso con ultraportátiles o ultrabooks y funcionar como ellos. Incluso tiene puertos USB. Es, en esencia, un PC de siempre reducido a su mínima expresión física.

Microsoft como fabricante de ordenadores

Surface es el primer ordenador fabricado por Microsoft después de treinta años en el que su negocio ha sido desarrollar y vender software a, sobre todo, fabricantes de ordenadores como Dell o HP o cualquier otro.

Con los tablets, Microsoft quiere beneficiarse de las ventajas que supone ser a la vez el fabricante del software (del sistema operativo) y del hardware (el ordenador o la parte física), el modelo que Apple explota con tanto éxito, y que a Microsoft también le funciona con Xbox,  aunque le salió rana con el reproductor Zune.

Microsoft inaugura una nueva estrategia en la que ya no se limita a licenciar software

De hecho, Microsoft, Zune y Xbox aparte, ya había comenzado a poner en práctica este modelo con los teléfonos Windows Phone. Los fabricantes que deseen participar en su plataforma móvil deben contar con la bendición de Microsoft y ceñirse a especificaciones muy concretas.

Así que con sus tablets, Microsoft inaugura una nueva estrategia en la que ya no se limita a licenciar software, sino que además también fabrica el hardwareAhora compite con sus socios de toda la vida, al menos en lo que a ordenadores se refiere.

Todavía está por ver cómo reaccionan o qué les parece, pero para ellos no debe ser la mejor noticia del día. Aunque lo cierto es que les va a dar igual porque en lo que a ordenadores personales se refiere no pueden elegir: Windows o Windows. Ni Linux ni Chrome son hoy opciones realistas.

Sin datos de precios y disponibilidad

Faltan aún por conocer detalles importantes, entre ellos su disponibilidad y los precios.  En principio Surface saldría a la vez que Windows 8, hacia el otoño.

El modelo ARM (técnicamente algo más simple) debería tener un precio similar al de otras tabletas similares -como el iPad-, en torno a los 500 euros.  El modelo con procesador Intel sería notablemente más caro y más en la línea de los ultrabooks, con precios más cercanos a los 1.000 euros.

Pero de nuevo, aún no hay precios oficiales.  La presentación de Surface deja una sensación agridulce. Teniendo en cuenta que Microsoft llega muy tarde a esta fiesta es inexplicable que se permita el lujo de enseñar algo que no existe.

Y lo que es peor, desaprovechar el momento de atención ganado, la buena impresión causada, incluso el deseo, para vender algo que en realidad no puede vender.