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Japón detiene su penúltimo reactor nuclear activo tras la crisis de Fukushima

  • Con este cierre solo queda operativa una unidad de las 54 que tiene el país
  • El cierre de reactores aumenta las preocupaciones por el suministro energético

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TEPCO, operadora de la maltrecha central de Fukushima Daiichi, ha detenido este lunes el reactor 6 de la planta Kashiwazaki-Kariwa, también bajo control de la compañía. Tras la detención de este reactor por una revisión rutinaria, Japón cuenta con tan solo una unidad operativa de las 54 que tiene el país.

Desde que el devastador tsunami de marzo de 2011 provocara la peor crisis nuclear desde Chernóbil, "Tokyo Electric Power", TEPCO, ha suspendido la totalidad de sus 17 reactores atómicos por primera vez desde 2003, según datos de la agencia local de noticias Kyodo recogidos por Efe.

Con el cierre de este reactor, el único que opera actualmente en Japón es el número 3 de la planta de Tomari --en la isla septentrional de Hokkaido--, aunque está previsto que también suspenda su actividad a principios de mayo. Entonces, ninguna de las 54 plantas del país estarán operativas.

TEPCO obtenía cerca del 30% de la energía de sus plantas nucleares, por lo que la suspensión de sus 17 reactores ha obligado a la emprea a retomar la actividad de sus centrales térmicas para seguir siendo la principal empresa de abastacimiento eléctrico de la zona metropolitana de Tokio, con unos 30 millones de habitantes. Asi mismo, ha solicitado a empresas y particulares medidas de recorte energético.

Preocupación por el suministro energético

Antes de la crisis de Fukushima, Japón dependía en cerca de un 30% de la energía nuclear. Por esto, el cierre paulatino de los reactores ha aumentado las preocupaciones por el suministro energético del país, sobre todo de cara al caluroso verano cuando se espera que la demanda alcance su tope.

Haremos los mayores esfuerzos para asegurar un suministro estable

"Haremos los mayores esfuerzos para asegurar un suministro estable" este verano, ha afirmado el presidente de TEPCO, Toshio Nishizawa, aunque el Gobierno estima que si todos sus reactores nucleares permanecen detenidos, el país podría contar con un 10% menos de suministro que el año pasado.

Para poder reanudar su actividad, los reactores tienen que pasar unas pruebas de resistencia impuestas por el Gobierno que eviten un desastre similar al de Fukushima y obtener el visto bueno de las administraciones locales, aunque esto último no es un requisito legal.

En este sentido, el viernes la Comisión de Seguridad Nuclear de Japón aprobó los primeros resultados de las pruebas de estrés a los que se han sometido dos reactores de la central nuclear Oi (situada al centro del país), lo que podría suponer el primer paso para reactivar esas unidades.