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Turquía pide a sus ciudadanos en Siria que regresen a su país lo antes posible

  • Erdogan ha manifestado que estudia retirar el embajador turco
  • Turquía también estudia la creación de una 'zona segura' para los refugiados
  • Kofi Annan pide al Consejo de Seguridad apoyo a sus mediaciones
  • La oposición ha convocado manifestaciones para pedir una intervención militar

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La solución del conflicto sirio pasa por un acuerdo del Consejo de Seguridad de la ONU

El ministerio turco de Asuntos Exteriores ha pedido a todos sus nacionales que se encuentran en Siria que regresen lo antes posible a Turquía y ha manifestado que va a cerrar su sección consular en Damasco la proxima semana, según informa Reuters.

"Los acontecimientos en Siria plantean graves riesgos para la seguridad para nuestros ciudadanos. Es muy recomendable regresar" a Turquía, ha manifestado mediante un comunicado.

Además, El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha manifestado este viernes que su gobierno está considerando la posibilidad de retirar el embajador. "Actualmente estamos evaluando todas las opciones", ha manifestado a los periodistas.

Este jueves, Las seis monarquías árabes del Golfo decidideron cerrar sus embajadas en Damasco como rechazo a la continua represión en este país, según anunció Abdellatif al Zayani, secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

Además, Erdogan también ha manifestado que Turquía está estudiando la creación de una ‘zona segura' para proteger a los refugiados. "Una zona de amortiguamiento, una zona de seguridad, son cosas que se están estudiando", ha dicho a los periodistas en Ankara, aunque ha manifestado hay otras ideas que también han sido objeto de examen. "Sería un error mirar las cosas desde una sola perspectiva", ha añadido

Según han manifestado las autoridades turcas, alrededor de un millar de sirios han huido a través de la frontera con Turquía en las últimas 24 horas, lo que eleva a cerca de 14.000 el número de refugiados sirios registrados en el país.

Kofi Annan pide al Consejo de Seguridad apoyo a sus gestiones

Por otra parte, el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, ha instado este viernes a los miembros del Consejo de Seguridad a superar el estancamiento y unificar el apoyo a sus esfuerzos que realiza el exsecretario general de la ONU para poder poner fin a la violencia en el país, según han manifestado fuentes diplomáticas citadas por Reuters.

Annan ha intervenido mediante una videoconferencia en la reunión a puerta cerrada que han mantenido este viernes los miembros del Consejo de Seguridad. Annan ha manifestado que cuanto más fuerte sea el apoyo que los miembros del Consejo a sus gestiones, mayor será la oportunidad para cambiar la dinámica del conflicto, han manifestado las mismas fuentes.

Después de su intervención, Annan ha afirmado desde Ginebra que la situación en el país debe ser manejada con "mucho, mucho cuidado" para evitar la desestabilizar la región.

"Sí, tenemos que centrarnos en Siria pero cualquier error de cálculo puede conducir a una escalada mayor y tendrá un impacto tan considerable en la región que sería extremadamente difícil de manejar", ha dicho Annan a la prensa.

Por su parte, el Gobierno sirio ha manifestado que está dispuesto a colaborar con el enviado especial de las Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria, con el fin de solucionar la crisis en el país, según ha difundido ese viernes la agencia oficial de noticias SANA.

El Ministerio sirio de Asuntos Exteriores ha enviado un mensaje a distintos organismos de la ONU en el que ha señalado que el Ejecutivo "continúa esforzándose para hallar una solución política a la crisis con la colaboración de Annan y mediante el fortalecimiento de los logros democráticos", según la agencia.

El mensaje estaba dirigido al Consejo de Seguridad, a la Secretaría General y al Consejo de Derechos Humanos, entre otros organismos de la ONU, a los que las autoridades sirias han pedido su respaldo para poner fin a la violencia y "cesar la financiación extranjera al terrorismo". El régimen de Al Asad ha señalado que ha elegido entablar un "diálogo nacional" con la oposición para resolver los problemas que afronta Siria y recuperar la estabilidad.

Entre las medidas implantadas desde que estallaron las protestas hace un año, la misiva cita la derogación de la Ley de Emergencia, la celebración de elecciones municipales y la nueva Constitución que abre las puertas al multipartidismo.

Nuevo viernes de protestas

Mientras, en el interior del país árabe, activistas sirios han convocado una nueva jornada de protestas para exigir una intervención militar inmediata por parte de países árabes y musulmanes para que ponga fin a la represión del régimen.

En la página que estos grupos tienen en Facebook  "La revolución Siria 2011" hacen un llamamiento a los sirios a marchar en distintas ciudades del país bajo el lema “intervención inmediata de los árabes y musulmanes” y abogando también por la imposición de una “zona de exclusión aérea” y una “zona tapón” que permita el establecimiento de corredores humanitarios.

Los grupos de la oposición han manifestado que consideran cada vez más urgente la intervención extranjera en el país, mientras que varios países árabes, en particular el del Golfo, han expresado en repetidas ocasiones para los suministros de armas a los opositores.

No obstante, los países de la comunidad internacional se muestran cada vez más reacios a esta opción. Un ejemplo de ello han sido las declaraciones de este jueves del ministro de exteriores francés, Alain Juppé,  que consideró que entregar armas a la oposición podría provocar una guerra civil.

Treinta y cuatro personas murieron este jueves durante los enfrentamientos registrados entre las fuerzas el régimen y los grupos armados de la oposición, incluyendo 22 en la provincia de Idleb, en el noroeste, donde el ejército ha lanzado recientemente una gran ofensiva, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Este jueves, el Secretario General Ban Ki-moon, aumentó la estimación de muertos en Siria a “más de 8.000 personas”. La anterior cifra facilitada por la organización era de 7.500 fallecidos.