Enlaces accesibilidad

La UE y los agentes sociales y partidos griegos ponen al Gobierno contra las cuerdas

  • La UE urge de nuevo a Atenas a nuevos recortes para su rescate
  • Los sindicatos convocan otra huelga general este martes contra ese plan
  • Los partidos de la coalición no se ponen de acuerdo pese al ultimátum

Enlaces relacionados

Por

La presión se acentúa sobre Grecia, acuciada por las deudas y una gravísima crisis económica. La UE ha vuelto a urgir al gobierno heleno a aprobar nuevos ajustes antes de este miércoles y los sindicatos han convocado una huelga general contra esos planes este martes, cuando se espera que retomen una muy difícil negociación los partidos que forman la coalición en el poder interino.

Tras un fin de semana de reuniones a múltiples bandas que concluyeron sin acuerdo político,  el primer ministro, el tecnócrata Lukás Papadimos, dio a sus socios de gobierno un plazo que concluía este lunes para decidir si aceptan o no las condiciones de los prestamistas internacionales (la troika que forman la Comisión y la Unión Europa y el Fondo Monetario Inernacional).

Grecia ha superado todos los plazos

Sin embargo, a primera hora de la tarde, una fuente gubernamental ha informado a varios medios de que la reunión se posponía "muy probablemente" hasta este martes, pese a que poco antes, el portavoz de la Comisión Amadeu Altafaj ha dicho que Grecia "ha superado todos los plazos".

En el mismo sentido, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, han insistido en la urgencia de acometer las reformas, sin las cuales "no habrá más ayudas".

Merkel y Sarkozy, que esta mañana se han reunido en París, se han sumado a las advertencias a Grecia. No habrá un segundo rescate, aseguran, si Atenas no cumple sus compromisos.

La troika exige al gobierno griego rebajas salariales en el sector privado y nuevos recortes de gasto público, a lo que se oponen los partidos políticos por su alto coste electoral a pocos meses de las elecciones.

Las medidas de austeridad han provocado que el desempleo se haya doblado (hasta cerca del 20%), que miles de negocios hayan cerrado y que los salarios se hayan visto reducidos una media de un 25%.

Tensiones en los partidos

El gobierno griego está formado desde noviembre por una coalición entre los dos grandes partidos y una formación de ultraderecha, que ahora toma distancia con este nuevo ajuste que asume Papadimos.

Por su parte, el partido conservador Nueva Democracia, hasta hace poco principal grupo de la oposición y favorito en los sondeos, ha puesto siempre muchas condiciones a la aprobación de nuevos recortes. Y el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), todavía mayoritario, debe posicionarse sin un liderazgo claro y sumido en luchas intestinas por relevar al dimisionario Yorgos Papandréu, que dimitió en noviembre como primer ministro por las presiones internas y externas.

Con todo, según explicó el propio Papadimos, los partidos sí pactaron este fin de semana algunas medidas para reducir el gasto público en un equivalente al 1,5% del PIB y sobre las medidas de recapitalización de la banca local.

Estas medidas no cumplen con las exigencias de la troika, que pide rebajas de sueldos (eliminación de las pagas extra y reducción del salario mínimo) y de las pensiones.

Rechazo de empresarios y trabajadores

La patronal y los sindicatos, que habían pactado una congelación salarial, también rechazan estas medidas y así se lo hicieron saber al gobierno en una carta enviada el viernes.

Así las cosas, los dos grandes sindicatos han convocado una nueva jornada de huelga general para este martes. "Es un chantaje por parte de la troika. Pase lo que pase, el pueblo  heleno está condenado a la pobreza. ¡Basta ya!", ha dicho el presidente del sindicato mayoritario en el sector privado (GSEE), Iannis Panagopoulos.

El segundo rescate a Grecia, pactado desde octubre pero aún sin desbloqueae, tiene un valor de al menos 130.000 millones de euros y resulta esencial para que el Estado no entre en bancarrota este año, una medida que tendría consecuencias impredecibles para toda la zona euro.

Paralelamente, el gobierno griego ha negociado con la banca privada una quita de 100.000 millones de su deuda (que se eleva a unos 360.000 millones) en un acuerdo que fuentes gubernamentales dan por "prácticamente cerrado".

En principio, estaba previsto que los dos acuerdos -sobre la quita y el nuevo préstamo- fuesen anunciados en la reunión del Eurogrupo dedicada a Grecia, que ha sido aplazada del lunes al miércoles ante la falta de consenso.