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El Ejército desoyó los avisos sobre la salud mental del soldado que filtro los documentos a Wikileaks

  • Este martes se ha celebrado la quinta sesión de la vista contra Manning
  • El soldado tuvo problemas de comportamiento previos a su despliegue en Irak
  • Entre los testigos estaba el "hacker" que delató al soldado

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Los superiores del soldado Bradley Manning ignoraron varios avisos sobre sus problemas mentales y permitieron un manejo inapropiado de equipos con información clasificada en su base, según ha revelado algunos testigos en la quinta sesión de la audiencia celebrada este martes sobre las filtraciones a Wikileaks, la mayor filtración de documentos en la historia de EE.UU..

Jihrleah Showman, superior de Manning durante su período de instrucción militar y en Irak, ha testificado que el soldado tuvo problemas de comportamiento previos a su despliegue en Irak y que recomendó a sus superiores repetidas veces que no fuese asignado a tareas de Inteligencia.

En más de una ocasión Showman advirtió a su superior, el sargento Paul Adkins, que el joven tenía problemas mentales y sugirió que no era apto para "ser desplegado, no debería tener acceso de seguridad y necesitaba ayuda especial".

Showman ha indicado que Manning mostraba "un alto nivel de paranoia" y ha recordado que ya en Irak el soldado, que por aquel entonces tenía 22 años, tuvo graves problemas de adaptación (incluso le llegó a propinar un puñetazo) que la llevaron a advertir: "que se preparen para que algo pase otra vez".

Amplios conocimientos de informática

La supervisora, que ha respondido a las preguntas de la acusación y la defensa por teléfono, ha indicado que Manning era el que más sabía de informática en su unidad y ha reconocido que en su base en Irak no había un gran control en el uso de los ordenadores de trabajo.

Showman ha revelado que en la unidad -cercana a Bagdad- en la que servía Manning era normal que los jóvenes soldados encargados de manejar información sensible utilizaran sus equipos de trabajo para escuchar música, jugar a vídeo juegos e instalar programas no autorizados.

Después de agredir a Showman, Manning fue enviado a la unidad encargada del material de la base como castigo, tiempo en el que supuestamente siguió recopilando documentos clasificados y mantuvo contactos con la red de Wikileaks.

Su supervisor en aquel momento, Peter Bigelow, ha negado este martes haber buscado durante aquel tiempo información en internet sobre Wikileaks o sobre su fundador Julian Assange.

"¿Quién? No sé quién es ese", respondió incrédulo, provocando sonrisas en una sala, cada vez más sometida a la tensión tras cinco días de testimonios, muchos de ellos llenos de complejos tecnicismos informáticos y militares.

El testimonio de Adrian Lamo, el "hacker"

La Fiscalía, que ha cerrado su lista de testigos, ha intentado demostrar que un Manning inadaptado recopiló información privilegiada a la que tuvo acceso, como vídeos de acciones de combate, información de la guerra de Irak o listas de correos electrónicos, y comenzó a enviarla a la red de Assange.

Pero el momento más complicado para Manning, que se enfrenta a un posible juicio en un tribunal castrense y a una pena de hasta cadena perpetua, fue cuando apareció en la sala Adrian Lamo, el "hacker" que le delató y provocó su ingreso en prisión incomunicada.

En un tenso interrogatorio con la defensa de Manning, Lamo describió sus contactos por chat con el soldado y como éste le confesó que era la fuente de la filtración a Wikileaks, así como sus problemas sobre su sexualidad.

Lamo, que se definió como experto informático, periodista y ministro de la Iglesia Universal de la Vida, insistió que era "razonable" pensar que Manning era el que estaba detrás del usuario "bradass87", con quien mantuvo esos chat en internet.

El "hacker" y bloguero fue presionado varias veces para que respondiera sin rodeos a las preguntas por el abogado defensor de Manning, Daniel Coombs, quien intentó dejar implícito que casi desde el primer momento la intención de Lamo era arrancar una confesión del soldado.

Lamo, que reconoció haber sido internado por problemas psicológicos, dijo que en su opinión Manning "quería presumir de lo que hizo" y que tras examinar su perfil de Facebook no le quedan dudas de que fue él la "garganta profunda" de Wikileaks, responsable de la mayor filtración de información reservada de la historia de EE.UU.