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El expresidente marfileño Gbagbo llega a La Haya para ser investigado por crímenes de guerra

  • Gbagbo está acusado por la violencia postelectoral en el país
  • El nuevo régimen de Ouattara ve su salida necesaria para la reconciliación

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Gbagbo, cuando fue detenido junto a su mujer, en una habitación del Hotel Golf de Abiyán.
Gbagbo, cuando fue detenido junto a su mujer, en una habitación del Hotel Golf de Abiyán.

El expresidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, ha llegado a Holanda para comparecer ante la Corte Penal Internacional (CPI), donde está acusado de crímenes de lesa humanidad presuntamente perpetrados en su país tras las elecciones de noviembre de 2010.

Gbagbo fue entregado a La Haya después de ser notificado por sus abogados que sobre él pesaba una orden de arresto de la CPI, que el pasado mes de octubre abrió la investigación.

La notificación de la orden de arresto, que acontece unos días antes de las elecciones legislativas del 11 de diciembre, le fue entregada por el Fiscal General del país en la localidad de Korgho, en el norte de Costa de Marfil, donde está encarcelado el exmandatario, quien hace casi ocho meses condujo a su país en un sangriento conflicto civil tras negarse a dejar al dejar el poder pese a perder las elecciones contra su rival, Alassane Ouattara.

El político africano es el primer ex jefe de Estado en custodia de la CPI, ya que los otros dos mandatarios sobre los que esa corte ha emitido órdenes de arresto o no han sido detenidos, como es el caso del presidente de Sudán Omar al Bashir, o han muerto, como ocurrió con el derrocado líder libio Muamar el Gadafi.

Investigación de la CPI

A petición del nuevo presidente y rival de Gbagbo, Alassane Ouattara, la CPI inició el pasado mes de octubre su propia investigación sobre posibles crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra cometidos durante la crisis postelectoral desata entre diciembre de 2010 y abril de 2011.

Tantos las fuerzas pro Gbagbo como los exrebeldes de Ouattara y sus aliados son sospechosos de cometer estos crímenes durante la crisis, originada por la negativa de Gbagbo a reconocer su derrota en las presidenciales de noviembre de 2010.

Tras dos semanas de guerra, la crisis política se cerró con hasta 3.000 muertos el pasado 11 de abril, cuando Gbagbo fue detenido en Abiyán y trasladado posteriormente a Korhogo, feudo de Ouattara.

La esposa de Gbagbo, Simone, se encuentra detenida en Odienné, al noroeste del país, acusada por la justicia marfileña de "crímenes económicos" cometidos durante la crisis política.

En el marco de las mismas investigaciones a nivel nacional, varias decenas de personalidades del régimen depuesto, tanto civiles como militares, han sido detenidos por crímenes de sangre, "atentar contra la autoridad del estado" o crímenes económicos.

La difícil reconciliación

Entre ellos está el ex primer ministro, Gilbert Aké J'Gbo, y varios exministros, así como el hijo del expresidente, Michel Gbagbo, el líder del frente Popular Marfileño, Pascal Affi n'Guessan, y varios dirigentes del aparato de seguridad del antiguo régimen.

Durante una visita a Abiyán el pasado 15 de octubre, el fiscal de la CPI, Luis Moreno-Ocampo, prometió una investigación "imparcial" e indicó que tenía como sospechosas a "entre tres y seis personas" como los máximos responsables de crímenes de guerra.

Por su parte, las nuevas autoridades no han ocultado en las últimas semanas su impaciencia por trasladar a Gbagbo a La Haya, al que quieren tener a cierta distancia como condición para la reconciliación.

Mientras, desde el bando de Gbabo se denuncia "una justicia de vencedores", ya que ningún responsable pro ouattara ha sido investigado por la Justicia, y piden la liberación de su líder como una exigencia para la paz.