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La crisis en Costa de Marfil se recrudece tras dos meses con sangrientas batallas en Abiyán

  • Seguidores de Gbagbo y de Ouattara se enfrentan en barrios de Abiyán
  • Según la ONU, más de 300 personas han muerto desde diciembre

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Cuerpo de un hombre muerto tras los enfrentamientos en el barrio de Abobo, en la capital de Costa de Marfil, Abidjan
Cuerpo de un hombre muerto tras los enfrentamientos en el barrio de Abobo, en la capital de Costa de Marfil, Abidjan

Nuevos enfrentamientos entre partidarios del presidente de facto de Costa de MarfilLaurent Gbagbo y los de Alassane Ouattara, reconocido internacionalmente, han incrementado la escalada de violencia en el país africano dos meses después de que se iniciaran los primeros choques tras las elecciones del pasado noviembre. Además, una nueva misión internacional mediadora ha abandonado el país sin resultados positivos.

Este miércoles, la Fuerzas de Defensa y Seguridad (FDS), leales a Gbagbo, han llevado a cabo una "gran operación" para "asegurar" el barrio de Abobo, en el norte de Abiyán (principal ciudad del país), según ha informado a AFP un alto funcionario militar que ha preferido mantener el anonimato. De momento, no se conoce balance de víctimas.

Estos nuevos enfrentamientos son una nueva respuesta de los seguidores de Gbagbo tras los ataques recibidos horas antes, en los que murieron diez soldados leales al presidente de facto por los disparos de hombres armados no identificados, según informó la BBC.

En los últimos días,  varias decenas de personas han muerto en las manifestaciones organizadas por los seguidores de Ouattara para tratar de sacar del poder a Gbagbo. Los enfrentamientos se han registrado especialmente en las zonas Abobo en Kumasi y Treichville, al sur de la capital, según informan varias fuentes citadas por AFP.

Más de 300 muertos desde noviembre

La ONU ha advertido que más de 300 personas han muerto desde que se genera la crisis política en el país africano tras las elecciones del pasado noviembre. En ellas, las autoridades electorales dieron ganador a Ouattara, pero el Consejo Constitucional, afín a Gbagbo, dio la vuelta a los resultados.

Ambos fueron investidos en dos ceremonias diferentes como presidentes, pero la realidad es que la Presidencia sigue ostentándola de facto Gbagbo, que se niega a abandonar el poder pese a las presiones de EE.UU. y de la comunidad internacional.

Este miércoles, cuatro jefes de Estado enviados por la Unión Africana en un nuevo intento por mediar en el conflicto abandonaron el país tras reunirse con los protagonistas de la crisis y sin haber conseguido una solución.

A mediados de enero, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó una resolución unánime para enviar 2.000 soldados adicionales a Costa de Marfil para reforzar la misión del organismo en ese país (UNOCI). Por otra parte la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) también amenazó con una intervención militar.

División social bajo la superficie

Gbagbo lleva en el poder desde el año 2000 y durante los últimos años se ha mantenido gracias a una coalición de  gobierno, a la espera de la celebración de las elecciones presidenciales que debían haber supuesto una salida final al conflicto que enfrentó al país en una cruenta guerra civil entre el 2002 y el 2007.

Una de las claves que explican esta división se encuentra en la profunda fractura social debida a cuestiones étnicas, religiosas y económicas. A ella ha contribuido la próspera industria del cacao, de la que Costa de Marfil era ya primer productor mundial en 1979. Su desarrollo generó un importante cambio demográfico en zonas en las que, de hecho, ya había una mayoría de ciudadanos de origen extranjero.