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Los tabúes del rescate de "Los 33 de Atacama"

  • Canibalismo y suicidos colectivos, las sombras del rescate
  • Este jueves se cumple un año del rescate de los mineros chilenos
  • Muchos de ellos no tienen trabajo y tienen secuelas psicológicas y físicas

Ver también: Así te contamos el rescate de los mineros chilenos

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Un año desde el rescate de los 33 mineros chilenos

"Con o sin comida, tenía que salir de ahí. Tenía que pensar en qué minero iba a colapsar primero y empecé a pensar en cómo me lo iba a comer. No tenía vergüenza, no tenía miedo". Un año después del milagroso rescate de “Los 33 de Atacama”, el testimonio de Mario Sepúlveda, uno de los mineros atrapados, rompe con alguno de los tabúes que rodean una hazaña rodeada de tantas luces como sombras.

Mario Sepúlveda ha sido el segundo minero liberado de la mina San José, en Chile. Este electricista de 39 años ha puesto la nota de buen humor al salir a la superficie. Ha regalado piedras de la mina a los que asistían al rescate.

De los 70 días que permanecieron enterrados vivos a 700 metros bajo tierra, las primeras dos semanas estuvieron incomunicados, sin apenas comida ni agua y sin saber si algún día serían rescatados. Fue en esos 17 días cuando afloraron los instintos más primarios,  unos momentos que los mineros chilenos intentaron dejar atrás con un pacto de silencio que no todos han podido cumplir.

“Esto era una suerte de quién caía primero, en eso estábamos, el que caía primero... los demás íbamos a llegar ahí, igual que los animalitos",  explica Samuel Ávalos en el reportaje “17 días enterrados vivos”, emitido este domingo y producido por la Televisión Nacional de Chile y la BBC.

Ha besado a su mujer, que no para de sonreir.

Pero el canibalismo no es la única sombra. Algunos mineros han confesado al corresponsal del diario The Guardian, Jonathan Franklin, que también pensaron en el suicido colectivo como una escapatoria a su sufrimiento. 

“Los métodos discutidos incluían explotar la mina con dinamita o provocar un escape de gas.  Una vez que el rescate comenzó a mostrar signos de éxito, los hombres intentaron enterrar esos oscuros recuerdos, pero todavía siguen acosándoles”, afirma Franklin, autor del libro Los 33. El rescate que unió al mundo.

Este jueves se cumple el primer aniversario del épico rescate que acaparó la atención mundial con mil millones de espectadores,  exportó la imagen de un Chile fortalecido, capaz de superar las adversidades –solo unos meses antes había sufrido uno de los peores terremotos de su historia– y dio una lección de unidad y liderazgo.

Chile se sume en conflictos sociales...

Un año después,  ni los mineros ni el país son los mismos. Los conflictos políticos y sociales, como la movilización estudiantil de los últimos cuatro meses por una reforma educativa, han pasado factura al presidente. De un nivel de popularidad que rozaba el 70% tras el exitoso rescate, Sebastián Piñera se ha convertido en el gobernante con menos respaldo popular en 20 años, según la encuesta del Centro de Estudios Públicos.

Y quienes auguraron que los mineros de Atacama iban a convertirse en estrellas de la televisión e iban a poder vivir de las rentas del rescate se equivocaron. ¿Quién se acuerda hoy de sus nombres? Basta con teclear Franklin Lobos o Luis Urzúa en algún buscador de Internet para comprobar que después de pasar tres meses bajos los focos de la fama,  'los 33' han vuelto al anonimato que les robó el trágico derrumbe de la mina San José.

El accidente ha dejado a la mayoría algún tipo de secuela física o psíquica.  Depresión, desórdenes del sueño, y algunos de ellos sufren silicosis, una  enfermedad pulmonar de carácter irreversible causada por la prolongada respiración de polvo de sílice.

"Mucha gente aún no comprende qué significa estar en riesgo de muerte durante dos meses y medio. El costo físico, emocional, espiritual y social que esto deja.  Quien no estuvo ahí no entiende y no lo va a entender tampoco", ha señalado Alberto Iturra, jefe del equipo de psicólogos que participaron en el rescate de los trabajadores a la agencia DPA.

"Todavía no logran completar su adaptación a la vida familiar, a la vida laboral. Eso es muy preocupante, pues llevan un año sin poder reintegrarse a una actividad laboral productiva", ha agregado.

...y los mineros en penurias económicas y olvido

De los 33, los 14  mineros de más edad recibieron a finales de agosto una pensión equivalente a 540 dólares mensuales que les permitirá jubilarse. Pero del resto, 15 no tienen trabajo, siete están de baja médica, tres venden fruta y verduras en puestos ambulantes, otros dos tienen pequeñas tiendas de ultramarinos y solo cuatro han vuelto a trabajar en la minería.

Algunos han conseguido vivir de la experiencia y dan charlas por Latinoamérica sobre seguridad laboral y motivación, como Sepúlveda, el showman de la mina. Sin embargo, la mayoría sobreviven al borde de la pobreza.

Han sido castigados y discriminados a causa del accidente

“Soy Darío Segovia, un minero caído en desgracia. No tengo dinero, pero sí la voluntad de trabajar y salir adelante con mi familia”, asegura a la agencia Reuters Dario Segovia que, tras más de 20 años dedicados a la minería, ahora se gana la vida vendiendo verduras en la calle.

Al salir de la cápsula de rescate le han gritado que no se quitara las lentes porque trataba de quitarse las gafas protectoras para abrazar a los suyos.

“Muchos de sus compañeros están sin trabajo. Han sido castigado y discriminados a causa del accidente. ¿Te imaginas si no nos dedicáramos a esto que tenemos hoy? ¿Cómo alimentaríamos a nuestras hijas?,  se pregunta su mujer, Jessica Chilla.  “Hicieron entrevistas, pero no les pagaron. No son millonarios ni famosos, nada de eso”.

Varios proyectos de cine y televisión y algunos libros relatando sus vivencias están pendientes de ver la luz en los próximos meses. Los mineros esperan que con las ganancias se alivie un poco la situación de penuria económica que atraviesan. Pero mientras tanto, Segovia, en una entrevista con la agencia Efe, vuelve a dar una lección de coraje: "Hay que vivir el día a día y tirar adelante".