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Un grupo armado kurdo reivindica el atentado con tres muertos en Ankara

  • Los Halcones de la Libertad del Kurdistán aseguran ser los responsables 
  • Han amenazado con llevar a cabo más ataques en otras ciudades turcas

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El grupo armado kurdo los Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK) ha reivindicado este jueves el ataque bomba en el centro de Ankara  y 34 heridos el pasado martes.

En un correo electrónico enviado a la agencia de noticias prokurda Firat News, la organización ha amenazado con atacar otras ciudades turcas, asegurando que el ataque en la capital de Turquía "es solo el comienzo". 

"Las ciudades de Turquía será nuestro campo de batalla. El ataque de Kizilay (distrito comercial en el centro de Ankara) es solo el comienzo", ha subrayado la organización.

El proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado organización terrorista por Ankara, la UE y EE.UU., ha negado cualquier implicación en el ataque.

La explosión tuvo lugar el martes en la concurrida calle Kumrular de Ankara, cercana a la plaza Kizilay, la principal de la capital, y a unos 200 metros de la sede del primer ministro.

Según medios turcos, fuentes de las fuerzas de seguridad que pidieron el anonimato declararon que la explosión fue causada por 15 kilos de dinamita (TNT) depositados junto a un tanque de gas licuado (GLP) de un microbús.

Más ataques contra objetivos militares

El  último ataque reivindicado por el TAK se remonta al 31 de octubre de 2010, cuando un atentado suicida contra policías de guardia en una plaza concurrida en el centro  de Estambul dejó 32 heridos. 

El  ataque se produce mientras los ataques del PKK contra objetivos militares se han  incrementado desde el inicio del verano en el este y el sureste de Turquía,  habitado en su mayoría por kurdos. 

Turquía ha amenazado con lanzar una  incursión militar en el norte de Irak contra las bases del PKK. La  fuerza aérea turca ha bombardeado en varias ocasiones desde el 17 de agosto esta  región.

El PKK se  levantó en armas en 1984 para reivindicar la independencia de los más de  12 millones de kurdos que habitan en Turquía y, desde entonces, más de  40.000 personas han muerto en la guerra no declarada entre rebeldes  kurdos y fuerzas de seguridad turcas.