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Los 'indignados' de Israel desmontan su campamento tras dos meses de protestas

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Mayor movilización social de la historia de Israel

Los "indignados" de Israel han comenzado este domingo a desmontar sus tiendas de campaña tras dos meses de protesta y después de que este sábado se registrara la manifestación más importante de la historia de Israel contra la carestía de la vida.

Después de que unas 450.000 personas salieran a las calles en la noche del sábado en una veintena de ciudades a lo largo y ancho del país, la Unión Nacional de Estudiantes Israelíes ha desmantelado la tienda que tenía en Tel Aviv -donde el sábado se concentraron unos 300.000 manifestantes-, una decisión que también han adoptado los líderes del movimiento en Jerusalén.

Sin embargo, numerosas tiendas siguen aún en pie a pesar de que están inutilizadas la mayor parte del tiempo.

Con todo, los líderes de la protesta social han subrayado que no ha habido una decisión ejecutiva de ningún tipo para desmontar las tiendas e insisten en que cada persona integrante de la protesta lo decida de forma individual.

Los dirigentes del movimiento han adelantado que los lugares de acampada desde el mes de julio se convertirán a partir de ahora en puntos de encuentro para foros de debate y asambleas.

"Estamos desmontando hoy la tienda con la cabeza bien alta y tras la importante manifestación que tuvo lugar ayer", ha afirmado Yuval Bedolach, uno de los representantes estudiantiles, según recoge la edición electrónica del diario Haaretz.

La contestación nació en Tel Aviv en julio cuando una joven, Dafni Lif, plantó una tienda de campaña en un céntrico bulevar de la ciudad tras quedarse sin el apartamento que alquilaba.

Su caso fue seguido por otros en solidaridad, lo que llenó la avenida de centenares de tiendas, se extendió a otras ciudades y se convirtió en un movimiento más amplio de protesta socio-económica que tuvo como germen la lucha contra los elevados precios de la vivienda.

Los estudiantes israelíes, que en breve comenzarán el curso universitario, advierten de que la retirada de las tiendas no supone el fin de la lucha sino justo lo contrario.

"Esta batalla es mucho más amplia que las tiendas, mucho más grande que todos estos símbolos. La protesta continúa y el Gobierno israelí sabe que la nación y los estudiantes no les dejaremos hacer como ellos desean", concluyó Bedolach.