El celacanto, un pez prehistórico en el mundo moderno

Un buen día de 1938, la bióloga Marjorie Courtenay-Latimer daba un paseo por los muelles de la ciudad sudafricana de East London cuando entre la pesca descargada por una barca descubrió un pez muy raro. Un pez que no había visto nunca.

Ella lo describió como el pez más bonito que había visto jamás. Poco después se dio cuenta de que era un animal que se creía extinguido hace decenas de millones de años. Era un celacanto. La sorpresa para ella y para el resto de la comunidad científica fue mayúscula.

Los celacantos son seres del pasado. Solo por su aspecto es innegable que lo son. Miden casi dos metros, alcanzan los 90 kilos de peso, su piel es color gris azulado cubierta con unas gruesas escamas.

“Miden casi dos metros, pesan 90 kilos y su piel es gris azulada“

Y aquí lo más primitivo: tienen unas aletas muy especiales. Tienen lóbulos carnosos en la base y pueden girar y moverse alternativamente. Las patas de los primeros animales terrestres derivaron de algo parecido a estas aletas.

De esta forma, las extremidades del celacanto serían así un primer paso entre aleta y pata. Los peces modernos no tienen las aletas así, las tienen con radios. Parecen abanicos.

Aguas profundas

En cuanto al comportamiento, los celacantos viven en aguas profundas de hasta 700 metros. Durante el día suelen resguardarse en cuevas y por la noche suben hacia la superficie en busca de presas, que suelen ser otros peces.

Quizá este comportamiento no es el que lucían en los mares prehistóricos. Los celacantos aparecieron en el Devónico, el registro fósil así lo indica. Eso es hace 400 millones de años, cuando precisamente aparecieron los primeros animales terrestres, cuando la vida salió del agua y conquistó la tierra.

lcanzaron su máximo esplendor en el Carbonífero (hace 250 millones de años). Y a partir del Cretácico superior (hace 65 millones de años, cuando desaparecieron los dinosaurios) desaparecieron del mapa fósil. No se conoce ningún fósil de celacanto posterior a esa época. Por eso, se pensó que se habían extinguido.

Más descubrimientos

Tras el descubrimiento de Marjorie Courtenay-Latimer del primer ejemplar, se descubrieron más unos años después. En 1952 en las islas Comoras, frente a la costa oriental de África, en el Océano indico. La aparición de más ejemplares confirmó que allí había una población estable.

Pero no todo estaba descubierto aún. Fue en 1998 cuando un biólogo de la Universidad de California en Berkeley, Mark V. Erdmann encontró ejemplares a 10.000 kilómetros de África en las islas Islas Célebes (Indonesia).

Así que hoy sabemos que existen dos poblaciones de estos extrañísimos animales, de estos trocitos de un mundo desaparecido.