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El animal más ruidoso de la Tierra es un insecto acuático de 2 milímetros

  • Es una chinche acuática que alcanza una potencia sonora de 99,2 decibelios
  • Es el equivalente a escuchar a una orquesta en primer fila
  • Los científicos afirman que es un misterio cómo logran hacer tanto ruido

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El animal más ruidoso de la Tierra en proporción a su tamaño es un insecto acuático que mide tan sólo 2 milímetros y que para atraer a las hembras 'canta' con una potencia de hasta 99,2 decibelios, el equivalente a escuchar a una orquesta en primera fila.

Alcanza una potencia de hasta 99,2 decibelios, el equivalente a escuchar a una orquesta en primera fila

Científicos del Museo Nacional de Historia natural de París y de la Universidad escocesa de Strathclyde han logrado grabar y medir por primera vez con micrófonos bajo el agua el sonido que produce el Micronecta Scholtzi, una chinche acuática, al frotar su pene contra el abdomen, en un proceso conocido como estridulación.

"Increíblemente, aunque el 99% del sonido se pierde al pasar del agua al aire, el canto es tan intenso que una persona que anda por la orilla puede oír a estas diminutas criaturas cantando desde el fondo del río", señala en una nota el biólogo James Windmill, de la universidad de Strathclyde.

Los campeones de la estridencia

Los animales más ruidosos de la Tierra suelen ser los más grandes, como las ballenas azules y los elefantes. Pero, según el estudio, si se compara la intensidad del sonido con el tamaño de su cuerpo, los Micronecta Scholtzi son los campeones de la estridencia.

La investigación, publicada en la revista PLoS One, será presentada este sábado en la conferencia anual de la Sociedad para la Biología Experimental que se celebra entre el 1 y el 4 de julio en Glasgow (Escocia).

Es un misterio cómo hacen tanto ruido siendo tan pequeños

Según Windmill, es un misterio cómo estos insectos logran hacer tanto ruido, ya que sólo utilizan una zona de 50 micrómetros -del ancho de un cabello humano- para la estridulación.

Desde el punto de vista biológico, el estudio puede contribuir a la conservación de las especies, ya que registrar los sonidos de los insectos puede servir para hacer un seguimiento de la biodiversidad, mientras que desde el punto de visto de la ingeniería podría ser aprovechado por la acústica para los sistemas de sonar, dijo Windmill.