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Bruselas admite ahora que la infección de los pepinos pudo producirse fuera de España

  • El jueves activó la alerta temprana por un foco de infección en Andalucía
  • España ha presentado una queja formal por la gestión de esa alerta
  • La COAG se plantea "pedir daños y perjuicios" a Alemania por la alarma

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La Comisión Europea ha admitido que la contaminación de los pepinos que han causado un brote de bacteria intestinal en Alemania con resultado de tres muertes no tuvo porque producirse en origen, en el campo de Andalucía, como apuntan las autoridades germanas, pese a que este jueves activó la alerta alimentaria confirmando la existencia de un foco infeccioso en España.

"La contaminación pudo producirse en el transporte o en la distribución a tiendas en la propia Alemania", ha señalado en rueda de prensa el portavoz de Sanidad y Consumo del Ejecutivo comunitario, Fréderic Vincent.

"Tanto da que la contaminación se produjese en origen o en destino, lo importante es que se ha producido un brote y hay que averiguar la causa", ha añadido, justificando de esta forma que la Comisión se reafirme en pedir "a las autoridades españolas que lo verifiquen".

La Federación Española de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), la principal patronal de productores española, recalcaba este jueves que "en principio no existe ninguna constatación oficial" de que fuera una partida de pepinos españoles la causante del brote en Alemania y el Gobierno español ha presentado hoy una protesta formal contra la gestión de la alerta por parte de Alemania y de la Comisión Europea.

Casos aislados en otros países

Bruselas transmitió el jueves por la tarde la alerta por el brote a toda la Unión Europea a través del Sistema de Alerta Rápida de Alimentos y Piensos (RASFF), gracias al cual se comprobó que había casos aislados en Suecia, Dinamarca, el Reino Unido y Holanda.

El brote de la bacteria Escherichia coli y su cepa O157:H7, que provoca diarreas sangrientas, ha dejado hasta ahora tres víctimas mortales y unos 600 posibles afectados en Alemania, donde un análisis reveló que la infección procedía de pepinos importados desde España.

Ante el perjuicio que suponía esa acusación para la imagen de los cultivos españoles, el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, ha anunciado que España ha elevado una queja ante Alemania y la Unión Europea por la gestión de la alerta alimentaria.

Puxeu ha lamentado que la primera denuncia haya saltado a la prensa, en lugar de canalizarse a través de la red de alertas preceptivas, de inmovilización del producto y de la localización de los focos.

Posible contaminación en el manipulado

Por su parte, la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) ha asegurado que el brote infeccioso detectado en Alemania "no es un problema agrario" porque no se ha detectado su presencia en los invernaderos, de modo que la contaminación podría haberse producido durante el manipulado, el transporte o el almacenaje.

El responsable estatal de COAG para frutas y hortalizas, Andrés Góngora, ha subrayado que esta bacteria, que ha causado tres víctimas mortales en Alemania, "no nace en los invernaderos" y, por tanto, "no tiene su origen en el campo".

La cooperativa malagueña Frumet, una de las señaladas por el Gobierno alemán como responsable de la infección, ha asegurado que una de las partidas de pepino que envió a Alemania se cayó al suelo durante su descarga en el mercado de Hamburgo, donde fue manipulada, lo que pudo producir alteraciones en el producto.

En este sentido, COAG ha advertido de que se planteará pedir "daños y perjuicios" si se constata que la infección se ha producido en territorio alemán.