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Francia exige a Gbagbo que renuncie por escrito antes de su salida de Costa de Marfil

  • El portavoz del presidente ha confirmado las negociaciones
  • El ministro de Exteriores de Gbagbo se refugia en la embajada francesa
  • El jefe de las tropas leales anuncia un cese de las hostilidades

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La ONU describe una situación dramática en Abiyán, la capital económica de Costa de Marfil

Francia y Naciones Unidas ha exigido al presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, que firme un documento en el que renuncia al poder y reconozca a su rival, Alassane Ouattara, para favorecer su salida del país tras ser cercado por las tropas de Ouattara en su residencia en Abiyán, la capital económica del principal productor de cacao mundial.

"Exigimos, y el secretario general de la ONU va en la misma línea, la salida de Gbagbo precedida por la publicación de un documento con su firma en la que renuncia al poder y reconoce a Ouattara como presidente", ha declarado el ministro de Asuntos Exteriores francés, Alain Juppé.

Juppé ha detallado que las negociaciones para la firma están en curso y que un asesor de Gbagbo se encuentra en la embajada de Francia en Abiyán para discutir los términos de su partida.

"Igualmente le hemos comunicado nuestro apoyo a la ONUCI (la fuerza de la ONU en Costa de Marfil) para que se den los pasos necesarios para asegurar la integridad física de Gbagbo y su familia", ha añadido.

Antes, el jefe de la diplomacia gala ya había asegurado que Francia está "a dos dedos" de convencer al presidente saliente de que abandone el poder, mientras que el titular de Defensa, Gérard Longuet, ha precisado que la situación crítica que vive el país africano se resolverá "en las próximas horas".

En declaraciones a France 24, el ministro de Exteriores de Gbagbo, Alcide Djédjé, ha afirmado que se encuentra en la embajada de Francia en Abiyán y que el presidente saliente está en su palacio presidencial junto con algunos miembros de su familia y su Gobierno.

"El jefe de las fuerzas de defensa y seguridad han decidido deponer unilateralmente las armas", ha afirmado Djédjé.

Gbagbo, cada vez más solo

Mientras, las tropas de su rival y presidente electo, Alassane Ouattara, le han rodeado en su residencia, donde se esconde en un búnker con "un puñado de fieles" y sus propias tropas hayan cesado los combates y pedido un alto el fuego a la ONU.

"Gbagbo se encuentra atrincherado con un puñado de fieles en un búnker en su residencia de Abiyán", ha asegurado el portavoz de la misión de la ONU en Costa de Marfil (Onuci), Hamadaoun Touré.

En la misma línea, fuentes militares citadas por la BBC han asegurado que Gbagbo se encontraría en un sótano en su residencia, que está rodeada por las tropas de Ouattara.

Alto el fuego

Ante esta situación, las fuerzas leales a Gbagbo han anunciado que han "parado los combates" contra los soldados de su rival y han pedido "un alto el fuego" a los cascos azules desplegados en el país tras los bombardeos de este lunes.

Así lo ha adelantado el jefe del Estado Mayor, el general Philippe Mangou, que ha subrayado que "a la luz de los bombardeos de las fuerzas francesas de ciertas posiciones y puntos estratégicos en Abiyán nosotros mismos hemos parado los combates".

Por su parte, el primer ministro de Gbagbo, Gilbert Aké Nagbo, ha detallado que con esta medida se busca "proteger a la población, a los militares, haciendo que la Guardia republicana se ocupe de la seguridad de la Presidencia de la República, incluyendo al propio presidente y su familia y a miembros del Gobierno".

Combates en Plateau

Esta cadena de acontecimientos llegan tras la jornada del asalto definitivo a Gbagbo de las tropas fieles a Ouattara en el distrito de Plateau, en el que los sonidos de disparos de armas ligeras y pesadas se han oido durante todo la mañana.

Las explosiones y los disparos también se escuchan en el distrito de Cocody así como en Adjame, donde se encuentra una de las principales bases militares de Gbagbo.

"Hemos pasado toda la noche encerrados en casa, en el suelo con nuestras manos cubriéndonos las orejas para no escuchar el sonido de las explosiones", declaraba Jacques Djoble, residente de Cocody, a la agencia Reuters por teléfono.

Sin embargo, el portavoz del presidente saliente, Ahoua Don Mello, aseguraba que seguían controlando el palacio presidencial, la residencia de Gbagbo, la televisión estatal RTI y el campamento militar de Agban, aunque reconocía que el campamento de Akuedo ha sido completamente destruido.

El campo de Gbagbo ha vuelto a usar el fantasma del colonialismo francés al acusar al país galo de "atacar directamente a Costa de Marfil", aunque ha asegurado que "jamás ha cerrado la puerta al diálogo"

Una intervención en regla

El curso de la batalla en Abiyán cambió de manera decisiva tras la entrada en escena de las tropas de las Naciones Unidas y de Francia, antigua potencia colonial.

Fuentes del Elíseo han informado de que el presidente francés Sarkozy había ordenado la operación tras la petición de ayuda militar urgente hecha desde la ONU para intentar evitar que la población civil de Costa de Marfil siguiese siendo víctima de ataques con armamento pesado por parte de las fuerzas leales a Gbagbo.

En Costa de Marfil ha arrancado la ofensiva de la ONU y Francia contra el presidente Ggagbó, que se resiste a abandonar el poder. Este lunes cuatro misiles de Naciones Unidas han impactado contra bastiones del exmandatario, en una operación militar en la que también participa el ejército galo.

El subsecretario general de la ONU para las operaciones de paz, Alain LeRoy, ha defendido la intervención militar y ha asegurado que nadie en el Consejo de Seguridad ha cuestionado que se haya sobrepasado el mandato de la resolución 1.975. “Es importante que eso quede claro”, ha dicho.

El pasado 31 de marzo, El Consejo de Seguridad aprobó la resolución 1.975, que imponía nuevas sanciones a Gbagbo y le exigía el inmediato traspaso del poder al ganador de las elecciones. También subrayaba que la Onuci tiene autorización para recurrir a "todos los medio posibles" para proteger a la población civil de los ataques con armamento pesado.

La ONU ha exigido también a Ouattara que investigue la masacre en Duékué en el oeste del país, después de que equipos de la organización sobre el terreno informaran de la matanza de al menos 330 personas, asesinados en su mayoría por las fuerzas del presidente electo.