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Elecciones presidenciales en Portugal: El profesor y el poeta

  • Portugal celebra este domingo elecciones presidenciales
  • Cavaco Silva, favorito en las encuestas frente a Manuel Alegre

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Finaliza la campaña electoral en Portugal para elegir presidente del Gobierno

Hay ya demasiado ruido en Portugal como para oír el poco barullo que ha hecho la campaña para estas elecciones presidenciales del domingo.

Y no porque en este país se hable alto, son mucho más callados y menos gritones que nosotros, si no porque los decibelios de la calle los acaparan las crisis económica, el fantasma del FMI, y los tira y afloja de los políticos de uno y otro bando.

Pero sí, hay elecciones y, si se cumplen todas las encuestas, se sabrá en unas horas quién es el nuevo presidente de la República de Portugal, que sacará más del 50% de los votos y por tanto no necesitará ir a una segunda vuelta.

Se llamará Anibal Cavaco Silva, y será releegido para un segundo mandato de cinco años. Un hombre al que los portugueses están acostumbrados, y que al mismo tiempo está acostumbrado al poder, en el que lleva 20 años en cargos como Secretario de Estado, Ministro, Primer Ministro y Presidente de la República.

Por eso lo mira, (al poder), sin miedo, sin ese respeto formal que se pierde cuando la amistad viene de lejos, cuando uno y otro (poder y poderoso), se convierten en viejos conocidos, con poco que decirse y que descubrirse, pero con ganas de seguir juntos, paseando por el mismo destino un tiempo más.

Un hombre capaz de decir frases que la gente repite en la calle, como:"Nunca tengo dudas y raramente me equivoco" y de tener una región a la que llaman "Cavaquistão", porque arrasó en unas elecciones.

Un "Cavaquistão" del que su mayor adversario en esta batalla entre el Profesor y el Poeta, el socialista Manuel Alegre, dijo el viernes en un mitín: "Esto ya no es "Cavaquistão", si no una tierra democrática donde hay sitio para todos".

Alegre, principal adversario

Pero ¿conquistará un poeta una tierra de tradiciones?, ¿serán capaces su lucha contra la dictadura, su paso por la cárcel y su exilio de 10 años, de desbancar a un gigante?, ¿podrá la Alegre cigarra suplantar a la hormiga trabajadora?.

Ese bohemio, dirigente histórico de la izquierda, veterano diputado en la Asamblea de la República, rebelde capáz de enfrentarse a su propio partido y de postularse como candidato a estas elecciones sín el permiso de nadie, tiene más confianza en sí mismo que los demás en él.

Dice no estar preocupado por los sondeos, porque ya en 2006, en las anteriores presidenciales, a las que se presentó como independiente, le sacó, contra todo pronóstico más de 300.000 votos al dinosaurio Mario Soares.

En éstas ha conseguido unir a dos enemigos casi irreconciliables como el Partido Socialista, al que representa sin muchas palmadas, y al Bloco de Esquerda, la izquierda más radical.

Aunque la abstención será quien tenga la penúltima palabra, lo que sí que está claro, según las encuestas, es que de los seis candidatos sobre la arena lusitana-republicana, sólo estos dos tienen posibilidades.

Preguntas en el aire

Se abren las apuestas y, una vez más, las preguntas:

¿Será qué un hombre sin carnet de conducir podrá ganarle a otro que de adolescente condujo un camión de diez toneladas?

¿Será que un volante es capaz de definir un carácter y dar la posibilidad de saborear la sensación de poder y perseguirla para siempre?

¿Será que el poder de la palabra viene de dentro, sin necesidad de adiestramentos?

¿Será que Cavaco podría haber sido el autor de Sensaciones Románticas, y Manuel Alegre haber firmado El Mercado Financiero Portugués, sin que las letras hubieran ido saltando de cada página hasta recolocarse en su libro, o las firmas saltar de un libro a otro ante los ojos de un lector complacido con el cambio?

Sólo los portugueses lo saben, y muchos ni lo saben ¿Será que en el último momento los indecisos se transformaran en un profesor-hormiga, o mutarán en una cigarra-poeta...? ¡No más preguntas!, las urnas las contestarán...