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Los sindicatos portugueses buscan paralizar este miércoles el país contra los ajustes

  • Por primera vez desde 1988 las dos grandes centrales respaldan el paro
  • El transporte será el termómetro de la movilización en estas primeras horas

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Huelga histórica en Portugal contra los ajustes impuestos

Los dos sindicatos mayoritarios en Portugal, CGTP y UGT, se han mostrado confiados en lograr paralizar del país durante la huelga general convocada para este miércoles contra las medidas de ajuste del gobierno que serán votadas definitivamente el viernes.

Se trata de la primera huelga convocada de manera conjunta por ambos sindicatos en 22 años. Los sindicatos esperan que el paro tenga un impacto especialmente significativo en el transporte y en la capital Lisboa.

Consciente de esa importancia, Manuel Carvalho da Silva, secretario general del mauyor sinsicato luso CGTP, visitó de madrugada un piquete en el aeropuerto internacional de Portelan.

"La huelga general es un grito", proclamó el veterano sindicalista. A falta aún de datos oficiales y de acuerdo con las estimaciones  de su organización, los trabajadores portuarios, pilotos y controladores  tanto en el continente como en los archipiélagos de Azores y Madeira se  han sumado "masivamente" a la huelga.

En lo que respecta a las conexiones internacionales, los medios portugueses han calculado que en torno a 550 vuelos podrían llegar a cancelarse para este miércoles si el número de controladores de vuelo es insuficiente.

Iberia ya ha anunciado que anulará para este miércoles los 12 vuelos que efectúa diariamente entre Barajas y Lisboa, mientras que otras compañías como TAP, British Airways, Air France, Lufthansa o Ryanair ya calculan que tendrán que suspender más de 300 llegadas.

Votación del próximo viernes

La huelga ha sido convocada contra las medidas de ajuste que fueron consagradas en el Parlamento el pasado 3 de noviembre, cuando se aprobaron los presupuestos gracias a la abstención del principal grupo de la oposición, el Partido Social Demócrata (centro derecha).

Entre estas medidas, que serán confirmadas en una segunda votación prevista para el próximo viernes, destacan el aumento generalizado de la carga impositiva, incluido el IVA, el recorte de la inversión pública y de los beneficios sociales, así como las rebajas salariales a los funcionarios. La preocupación por la competitividad del país es tal que incluso el ministro de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, ha recomendado a los empresarios lusos que no aumenten los sueldos a los trabajadores.

La semana pasada, el líder de la oposición conservadora, Passos Coelho confirmó el compromiso de su partido de permitir que el Gobierno apruebe esos presupuestos en una votación definitiva en el Congreso prevista para próximo 26 de noviembre.

En opinión de los sindicatos, este nuevo rumbo de la política económica decretado por el primer ministro, Jose Sócrates (del Partido Socialista), es erróneo y no hará sino aumentar el desempleo, que actualmente se sitúa por encima del 10%.

El próximo eslabón débil

Los inversores consideran a Portugal el próximo eslabón débil de la zona euro después de Irlanda, que recibirá 85.000 millones de euros de la UE y el FMI para reestructurar su banca y sanear sus cuentas públicas, y otro candidato potencial para un rescate al estilo griego. Sin embargo, el primer ministro, José Sócrates, ya ha asegurado que no solicitará asistencia económica al Fondo Monetario Internacional ni al Banco Central.

Mientras en España, sindicatos alternativos españoles han convocado manifestaciones por parte de algunos , que en Madrid comenzará a las 19.00 en la Plaza de Cibeles, según informa el portal de internet La tercera. Según los organizadores, el día, que coincide con la huelga en Portugal, se escogió para "simbolizar la necesaria unidad de todos los trabajadores europeos contra los planes de ajuste, retraso de la edad de jubilación y recortes sociales".