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El móvil en el avión: adiós al último reducto de paz

  • Llevan años prohibidos a bordo de prácticamente todas las aerolíneas
  • Sin embargo no está demostrado que causen problemas
  • Ahora se autoriza su uso, aunque las tarifas están por las nubes

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De momento en España seguirá prohibido encenderlos durante el despegue y el aterrizaje.
De momento en España seguirá prohibido encenderlos durante el despegue y el aterrizaje.

Desde hace unos años, con la enorme popularización de la telefonía móvil, de la que hay casi tantas líneas como habitantes tiene este planeta, a la letanía de cómo utilizar el cinturón de seguridad, las mascarillas de oxígeno, y los chalecos salvavidas que escuchamos antes de emprender cada vuelo, se ha unido la coletilla de que está prohibido utilizar teléfonos móviles en el avión.

Pero el discurso va a cambiar tras la entrada en vigor este miércoles de la Orden Ministerial por la que se regula el servicio de comunicaciones móviles a bordo de aeronaves en vuelo.

Los móviles se han convertido en el enemigo público número uno a bordo, quitando ese lugar a los ordenadores portátiles, que durante mucho tiempo también fueron sospechosos, sospechosos hasta el punto de que en una ocasión me dijeron que sólo podía utilizar el portátil si no tenía lector de CD-ROM temiendo, supongo, que un rayo láser desbocado pudiera atravesar el fuselaje y provocar un desastre. O algo así.

Pero con los móviles la cosa está más complicada y algunas aerolíneas prohíben específicamente utilizarlos incluso en modo avión, en el que no emite ninguna señal de radio que pueda causar interferencias, mientras que en otras que no mencionan esto específicamente depende un poco de cómo se relacione el TCP con la tecnología para que nos obliguen a apagar por completo el móvil con lo que no podremos usarlo ni para escuchar música, ver una película, o echar una partida.

Aunque lo más curioso del caso es que todo esto es, al menos oficialmente, por la posibilidad de que causen interferencias con los instrumentos de a bordo.

No se ha hecho pública información de vuelos con incidentes por el uso de móviles

Y aquí el término clave es posibilidad, porque si existe, no se ha hecho pública la información acerca de en qué vuelos se produjeron incidentes a causa del uso de los móviles, y cualquiera que viaje con cierta frecuencia podrá contar como no es raro que en pleno vuelo suene el móvil de alguien que ha olvidado apagarlo o que ha hecho caso omiso de las instrucciones recibidas sin que eso haya tenido consecuencias desastrosas, aunque también es cierto que habría que ver qué pasaría si en lugar de uno o dos móviles olvidados fueran un par de docenas de ellos los que se estuvieran usando activamente a bordo.

Pero en cualquier caso, desde hace unos años tanto los fabricantes de aviones como aquellos que les suministran los equipos de a bordo, las aerolíneas y las operadoras de telefonía móvil han estado haciendo pruebas de sistemas que permiten utilizar los teléfonos en vuelo sin mayores problemas.

De hecho ya a principios de 2004 Boeing presentaba un sistema bautizado como Connexion que permitía utilizar las conexiones Wi-Fi de los ordenadores para acceder a Internet en vuelo, aunque luego el sistema fracasó comercialmente y fue cerrado el 31 de diciembre de 2006.

Y en 2005 se anunció la disponibilidad de OnAir, un sistema en cuyo desarrollo participó entre otras empresas Airbus, que no sólo permite conexiones a Internet sino también el uso de los teléfonos móviles a bordo.

Después de las pruebas realizadas a finales de 2006 y comprobar que no se caía ningún avión por el uso de estos sistemas, en el verano de 2007 la Agencia Europea de Seguridad Aérea aprobó el reglamento técnico que rige su funcionamiento, la Unión Europea hizo lo propio a nivel legal en abril de 2008, y desde este miércoles está en vigor en España la Orden Ministerial por la que se regula el uso de este tipo de sistemas a bordo de aeronaves en vuelo, conocidos como MCA (Mobile Communication on Aircraft, Comunicación Móvil en Aeronaves).

El principio de funcionamiento consiste básicamente en instalar a bordo el equivalente a una estación base como las que vemos repartidas por todas partes, de tal forma que los móviles de los pasajeros se comunican con ella utilizando muy poca energía en lugar de con una en tierra, lo que se supone que ayuda con el tema de las interferencias.

El equipo instalado en un avión (OnAir)El equipo instalado en un avión (OnAir)

De momento, sin internet

Curiosamente, por ahora la Orden Ministerial permite utilizar este sistema sólo para hablar y enviar y recibir SMS, no para conectarse a Internet, aunque probablemente en el futuro también se aprobará el uso de este tipo de conexiones.

De hecho, hay varias aerolíneas fuera de la Unión Europea que ya ofrecen conexiones a Internet en sus vuelos, y Cathay Pacific anunciaba recientemente que va a ofrecer conexiones a Internet a 50 megabits por segundo, el uso de telefonía móvil, y el equivalente a televisión por cable en toda su flota.

Seguirán sin poder ser utilizados durante el despegue y el aterrizaje

La salvedad es que, al menos en España, seguirán si poder ser utilizados durante las fases de despegue y aterrizaje, que son las dos en las que con diferencia se producen más accidentes, aunque más que por motivos técnicos parece que el motivo sería evitar que el pasaje esté distraído con otras cosas en el caso de una emergencia durante esas fases del vuelo.

Ahora sólo falta que las aerolíneas lleguen a los correspondientes acuerdos con las operadoras de telefonía móvil y que hagan sus números respecto al conste de instalación de estos equipos para que pronto empecemos a 'disfrutar' del uso móviles a bordo, si es que decidimos contratar el servicio con nuestra operadora.

Personalmente, yo pagaría por poder usar una conexión a Internet a bordo, especialmente en los vuelos más largos, creo que también lo haría para que nadie pudiera usar su móvil.

Aunque con unos precios del orden de 2 euros más IVA para el establecimiento de la llamada y 4 más por cada minuto de conversación, también con el IVA aparte, por no hablar de los 1,5 que costará cada SMS, al menos según la tarifa vigente de Vodafone igual no hace falta pagar para que la gente no los use.