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Atacan el hospital donde atendían a las víctimas y al detenido del atentado a las mezquitas de Lahore

  • Hay al menos cinco muertos y varios heridos

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Cinco personas han muerto tras un ataque insurgente contra el hospital Jinnah de la ciudad de Lahore, al este de Pakistán, en el que se encontraban hospitalziadas varias víctimas que resultaron heridas en el atentado del pasado viernes contra dos mezquitas.

Las informaciones preliminares apuntaban a que como consecuencia del ataque, perpetrado por cuatro presuntos terroristas que mantuvieron varios rehenes antes de conseguir escapar, habían fallecido un total de 12 personas.

Sin embargo, el jefe de policía de Punjab, Tariq Saleem Dogar, ha rebajado después el nalance a cinco muertos, entre ellos tres agentes y una mujer, y varias otras las que resultaron heridas.

Los asaltantes, vestidos con uniformes policiales, irrumpieron en el centro médico y abrieron fuego en la madrugada de este martes. Dogar ha añadido que poco después la situación estaba bajo control y que los atacantes habían fracasado en su intento por tomar rehenes.

Tres días después del último ataque

Este asalto, según analistas citados por el diario Dawn, podría tener como objetivo el rescate del único insurgente detenido con vida durante el ataque terrorista contra dos mezquitas de Lahore cometido el pasado viernes, que se encontraba en la UCI del centro.

Ee ataque, que costó la vida de al menos 62 personas y heridas a otras 86, y fue reivindicado por la facción regional punjabí de Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), una de las más activas del movimiento talibán en la actualidad.

Su objetivo eran dos templos de la secta "ahmedi", una heterodoxa y minoritaria comunidad islámica tradicionalmente discriminada en Pakistán, en el momento en que los fieles de la secta participaban en las oraciones del viernes.

Varios de los terroristas hicieron estallar cargas explosivas que llevaban consigo, mientras que otros fueron abatidos por las fuerzas del orden y uno de ellos fue detenido con vida e ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital Jinnah.

Con más de ocho millones de habitantes y la vitola de capital cultural de Pakistán, la ciudad de Lahore ha sufrido sin embargo numerosos ataques terroristas en el último año, a pesar de su relativa lejanía del conflictivo noroeste del país.

El primer ministro del país, Yusuf Razá Guilani, ha condenado el asalto contra el hospital en un comunicado divulgado por su oficina, y ha asegurado que su Gobierno "no perdonará" a aquellos que buscan causar pánico en la sociedad paquistaní.