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El Gobierno de Tailandia advierte: "No daremos marcha atrás"

  • Un rebrote de la violencia causa 8 muertos en el centro de Bangkok
  • Los "camisas rojas" piden al Ejército que deje de disparar para dialogar
  • Desde el jueves se han registrado 24 muertos y más de 180 heridos

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Tercer día de choques armados en la capital tailandesa

El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, ha advertido con el uso de la fuerza a los manifestantes antigubernamentales que desde hace cinco semanas paralizan una zona central de Bangkok y que reclaman la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas..

Según Vejjajiva, habrá una acción inminente con fuerza para aplastar a los 'camisas rojas' si continúan las protestas.

"No vamos a dar marcha atrás y permitir que aquellos que transgreden la ley y han creado una milicia armada, intimiden al gobierno" dijo el jefe del Ejecutivo.

Vejjajiva en su primera intervención pública desde que el pasado jueves estallaron los disturbios que ya han causado 24 muertos y más de 180 heridos, ha añadido que "queremos restaurar el estado de ley, la paz y normalidad".

Ocho muertos

Durante la jornada de este sábado la violencia se ha recrudecido en las calles de la zona central de Bangkok, donde al menos ocho personas han muerto entre manifestantes antigubernamentales y soldados del ejército.

Además, cerca de treinta manifestantes resultaron heridos en varios lugares de las inmediaciones de la zona en la que se atrinchera el grueso de los camisas rojas, cuando las tropas repelieron a los manifestantes armados con pistolas y pequeños explosivos artesanales similares a los tradicionales cohetes pirotécnicos.

Otros camisas rojas, muchos de ellos con la cabeza cubierta con ese frágil casco de plástico que la mayoría de los motociclistas emplean, portaban tirachinas, barras de hierro, afiladas cañas de bambú y otras armas primitivas.

Las víctimas mortales y una decena de heridos se produjeron a raíz de un tiroteo ocurrido en el acceso norte de la zona de tres kilómetros cuadrados en la que está ubicada la base roja.

En otro extremo de la zona ocupada y cerca del parque de Lumpini, un número indeterminado de manifestantes resultó herido cuando los soldados abrieron fuego sobre un nutrido grupo, después de que fueran atacados con dos granadas, cuya metralla alcanzó a por lo menos un militar, según relatos de testigos.

El cariz tremendamente violento se reflejó en las imágenes que uno de los canales estatales difundió y que mostró como un grupo de manifestantes baja a empellones de un camión militar de carga, a un soldado que tras rendirse e implorar clemencia, recibe un disparo a bocajarro.

Tiroteos en el distrito financiero

También se produjeron durante la mañana tiroteos en el distrito financiero, colindante con uno de los extremos de la base roja, así como en el nudo de autovías que conectan Bangkok con el norte y el aeropuerto internacional, uno de cuyos accesos fue bloqueado por partidarios del frente antigubernamental.

Tras unas horas de escaramuzas, el frente rojo pidió al Ejército que declare un alto el fuego para retomar la negociación política con el Gobierno, que esta semana decidió apartarse de estas en respuesta a la negativa de los cabecillas a poner fin a las protestas.

"Exigimos que el Ejército deje de disparar y que repliegue la tropa inmediatamente para evitar más muertes. Entonces podremos estudiar las demandas políticas", señaló Natthawut Saikura, uno de los líderes del llamado Frente para la Democracia y Contra la Dictadura.

Antes, el secretario general de la Fundación para la Infancia, Wallop Tangkhananurak, instó a los cabecillas de las protestas a evacuar a los niños, mujeres y personas mayores, que según precisó, suponen el 70% de las personas que se encuentran en el interior de la zona roja.

Desde que comenzaron hace dos meses las protestas en Bangkok, al menos 53 personas han muerto y unas 1.600 han resultado heridas en explosiones de granadas, otros artefactos y enfrentamientos entre las tropas y los manifestantes que persiguen la caída del Ejecutivo.