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Un nuevo ataque con gas deja más de 30 niñas intoxicadas en dos escuelas en Afganistán

  • Los testigos vieron a un hombre tirar una botella con una sustancia tóxica
  • En las últimas semanas se han producido tres incidentes similares

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Una niña afgana recibe tratamiento médico tras sufrir síntomas de envenenamiento,en un hospital de Kunduz, Afganistán.
Una niña afgana recibe tratamiento médico tras sufrir síntomas de envenenamiento,en un hospital de Kunduz, Afganistán.

Decenas de alumnas han sido hospitalizadas en Afganistán este martes después de haber sido intoxicadas en nuevos ataques con gas contra dos escuelas, han informado las autoridades, en el último de una serie de incidentes similares.

Cerca de 30 escolares de la ciudad norteña de Kunduz y seis en Kabul han sido ingresadas en el hospital, según los funcionarios de salud y el ministerio del Interior.

"Otros están viniendo. No sabemos el número exacto de niñas afectadas, pero podría ser alto. Se trata de un incidente similar al ocurrido en Kabul y Kunduz la semana pasada", ha afirmado Homayun Khamosh, jefe del hospital de la ciudad de Kunduz, donde las niñas fueron ingresadas.

Una de las niñas hospitalizada en Kunduz, Farzana, ha explicado que vio a un hombre vestido de negro, con la boca y la nariz tapadas con un trapo, tirar una botella cerca de la escuela. La botella pareció liberar un vapor desagradable.

Estos ataques son los últimos de una cadena de incidentes en escuelas femeninas. Un portavoz del Ministerio del Interior ha asegurado que no tenía información concreta sobre el ataque de Kunduz, pero ha confirmado que seis alumnas y un maestro de una escuela en un distrito electoral de Kabul fueron trasladados a una clínica cercana, después de oler una sustancia.

"No está claro cuál fue la causa de la intoxicación, si se trata de una acción destructiva o un tipo de gas utilizado para otra cosa, pero vamos a comprobar de que se trata", ha indicado Zemarai Bashary.

Dolores, vómitos y desmayos

Coches de policía han rodeado la zona donde todavía se encontraban estudiantes y profesores en un estado muy confuso.

Me oía a algo dulce y se lo conté a mis profesores

"Me olía a algo muy dulce y se lo conté a mis profesores, pero me dijeron que no era nada importante. Luego ví cómo algunas de mis compañeras se desmayaban y otras vomitaban, así que llamamos a la policía", ha relatado Samira, de 15 años, quien ha asegurado que vio a tres hombres que estaban fuera de la escuela poco antes de oler el gas.

La policía ha restado importancia al incidente y ha señalado que el gas provenía de una fuga en un comercio cercano, pero el vendedor de la tienda ha asegurado que no hay gas en sus instalaciones.

Tres presuntos ataques con gas venenoso en escuelas femeninas han tenido lugar en Kunduz durante las últimas semanas. En uno de ellos murieron 22 alumnas y tres profesores cayeron enfermos.

No está claro quiénes son los responsables de los ataques. Funcionarios oficiales han culpado a los talibanes, pero el grupo islámico lo ha negado y ha condenado este tipo de ataques.

Los talibanes abolieron toda forma de educación femenina cuando gobernaron Afganistán entre 1996 y 2001, y la cuestión continúa siendo un tema de controversia en gran parte del país. De hecho, en muchas zonas rurales, donde los talibanes acumulan grandes parcelas de poder, las escuelas femeninas permanecen cerradas.