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Ashton cumple 100 días como Alta Representante cuestionada por Francia y Alemania

Numerosas voces protestan por su falta de experiencia en pol

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Catherine Ashton, Vicepresidenta y Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad
Catherine Ashton, Vicepresidenta y Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad

Las cosas se le empiezan a poner complicadas a la baronesa Ashton al frente de la diplomacia europea, y eso que sólo lleva 100 días en el cargo.

En este tiempo ha conseguido granjearse las enemistades de buena parte de las cancillerías -con Paris y Berlin- a la cabeza por las decisiones adoptadas, y por su forma de entender el cargo de Alta Representante de la Unión Europea.

Decisiones poco acertadas

Una campaña que se ha recrudecido en los últimos diez días por una serie de actuaciones que han sentado bastante mal en el seno de los 27. La última, su ausencia del consejo informal de ministros de Defensa en Palma de Mallorca el pasado jueves.

Se trataba de una cita muy importante, dado que era el primer encuentro tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa que refuerza al Consejo. Y no acudió porque optó por asistir a la toma de posesión de Victor Yanukovic, el nuevo presidente ucraniano.

Otra decisión que ha provocado un gran malestar, ha sido el nombramiento del ex ministro de Exteriores lituano, Vygaudas Usackas, como embajador en Afganistán. La mayoría de los socios comunitarios estaba en contra de su nombramiento porque su nombre está vinculado al programa de cárceles secretas de la CIA.

El tercer punto en discordia es la elección del embajador europeo en Washington. Directamente elegido por la Comisión Europea, se decidió que fuera el portugués Vale de Almeida, a la sazón mano derecha de Durao Barroso. Algo que ha irritado a los Estados, que han lamentado que Ashton no haya sido capaz de imponerse en un tema que afecta a su negociado.

Haití en el recuerdo

Es cierto que los 27 se han implicado desde el principio con la población de Haití tras el terremoto que asoló la isla a principios del mes de enero. Hasta allí se han desplazado buena parte de los representantes de exteriores y cooperación del mundo entero, y también de las principales organizaciones internacionales.

Todos menos una, en este caso. La baronesa Ashton no ha ido todavía a la zona afectada por el seísmo. Lo va a hacer esta semana, casi dos meses después de la tragedia. Algo que para el Partido Popular Europeo supone una merma de las capacidades de la Unión Europea.

Tampoco ha gustado la decisión en el seno de los 27, aunque se ha defendido asegurando que su "prioridad" era organizar y coordinar toda la ayuda humanitaria que ha enviado Europa.

Su defensa

En este tiempo la Alta Representante ha escuchado todas las críticas, pero no ha dicho prácticamente nada al respecto. Sí lo hizo en cambio el pasado jueves en el Congreso de los Diputados en la reunión de presidentes de las comisiones de Asuntos Exteriores de los parlamentos nacionales.

Allí decía que no estaba preocupada, y que empezaba a estar acostumbrada. Sobre todo, decía porque ya empezaron a poner en duda su trabajo nada más ser nombrada en el mes de diciembre, cuanto todo el mundo cuestionaba su idoneidad en el cargo al ser una completa desconocida.

Ya en privado, según informa el diario británico 'The Guardian' ella asegura que "esto no es una maratón, sino una carrera de fondo" y que debe ser juzgada por lo que haya hecho cuando termine su mandato dentro de cinco años.

Servicio de Acción Exterior

El Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) es uno de los desafíos a los que se enfrenta la británica en los próximos  meses. El complejo y amplio cuerpo diplomático del que Europa quiere dotarse para hablar con una sola voz en el mundo.

Actualmente se encuentra en fase de diseño, y se espera que a mediados de este mes Ashton dé a conocer el organigrama y las características que tendrá. Pero se enfrenta de nuevo a la oposición de los Estados.

Francia y Alemania temerosos

Todos tienen miedo a perder cuotas de poder, e incluso algunos, según 'The Guardian' como Alemania y Francia critican "el excesivo peso que van a tener los diplomáticos británicos".

Algo que no gusta a los dos países que, tradicionalmente, han sido líderes indiscutibles a la hora de encabezar la diplomacia europea.

Por eso, continúa el diario británico, desde Berlín están planteándose iniciar una campaña que ayude a frenar el creciente protagonismo que empieza a tener en el seno de los 27 el Foreign Office.

Sea como sea Ahston no lo va a tener fácil. Máxime porque sus competencias son demasiado amplias: representar a Europa, vicepresidenta de la Comisión, presidir el Consejo de Ministros, y ocuparse de las materias de Defensa.

España al rescate

Mucho trabajo que la británica quiere hacer personalmente, por lo que ya son muchas las voces en Bruselas que le recomiendan que marque cuáles son sus prioridades.

De hecho, desde la presidencia española de la Unión Europea -en comentarios a RTVE.es- ya se ha hecho un ofrecimiento a la Alta Representante para que el departamento de Miguel Ángel Moratinos pueda cubrir todo aquello a lo que no pueda llegar la británica.

Habrá que ver si acepta o no el salvavidas porque parece claro que, por ahora, con un equipo de 15 personas las cosas no le están saliendo demasiado bien.

Otra cosa será dentro de 2 años cuando el 'SEAE' esté totalmente implantado.