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Bernanke seguirá al frente de la Fed otros cuatro años

  • El Senado confirma a Bernanke por 70 votos a favor y 30 en contra
  • El economista de Princeton obtiene el menor respaldo de la historia

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El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, seguirá al frente de la Reserva Federal otros cuatro años. El Senado ha confirmado su mandato al frente de la política monetaria por 70 votos a favor y 30 en contra.

Es también la primera respuesta del Legislativo a la petición que hizo anoche Obama: en su discurso sobre el estado de la Unión, apeló a la unidad y la responsabilidad de ambos partidos en el Congreso.

No obstante, Bernanke es confirmado con el menor respaldo de la historia. En los 32 años desde que el Senado aprueba la nominación presidencial, ningún candidato había obtenido tan pocos votos.

Voto de castigo

La semana pasada, se desataron las especulaciones de que el Senado vetaría la confirmación de Bernanke. Algo sin precedentes. La Cámara Alta jamás ha rechazado al candidato presidencial desde que se creó la Fed en 1913. La posibilidad de que ocurriera metió el miedo en los mercados y su materialización podría haber desencadenado un desplome en las bolsas.

La indignación popular por el rescate de Wall Street y la debacle demócrata en Massachusetts se han traducido en una insólita oposición parlamentaria. Tanto del partido Demócrata como del Republicano. El senador y rival de Obama en las pasadas elecciones, John McCain, ha votado en contra de Bernanke.

El rechazo sólo es comparable al que sufrió el resucitado asesor económico de Obama, Paul Volcker: cosechó 16 noes en 1983 por su implacable e impopular lucha contra la inflación.

Razones del rechazo

La oposición a Bernanke se debe a la indignación popular por la crisis financiera, como ha reconocido el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs. La mayoría de la población cree que se ha dado prioridad al rescate de Wall Street en detrimento de la creación de empleo. Y Bernanke está en el foco de esa ira.

Es cierto que hay un consenso en que la actuación de Bernanke -heterodoxa y creativa- durante los dos últimos años ha salvado al sistema de la catástrofe, pero se critica que no impidiera la gestación de la crisis, que ignorara las señales de burbuja inmobiliaria, que no supervisara adecuadamente la codicia de Wall Street y sus activos tóxicos.

En su descargo, hay que recordar que Bernanke es uno de los mayores expertos mundiales en la Gran Depresión. Y una de las lecciones que arroja aquella catástrofe es el peligro de pinchar las burbujas. El remedio puede ser peor que la enfermedad. Y la sabiduría ha pasado de generación en generación. El antecesor en la Fed, Alan Greenspan, tampoco se atrevió con ello.