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Unas 46 hectáreas continúan en llamas bajo el suelo de Las Tablas de Daimiel

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El fuego de turbas que en estos momentos se encuentra activo en el interior del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y en un área del preparque afecta a unas 46 hectáreas de terreno.

Así lo ha indicado el alcalde de Daimiel, José Díaz del Campo, tras concluir la reunión del Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel que se ha celebrado en la localidad ciudadrealeña de Villarrubia de los Ojos.

Díaz del Campo ha comentado que el incendio más importante se registra en la zona conocida como Molino de Molemocho, que se localiza en la zona del preparque de Las Tablas de Daimiel, aguas arriba del río Guadiana, donde el fuego de turbas afecta a unas 40 hectáreas de terreno.

Los otros tres focos se registran en el interior del Parque Nacional, en los lugares conocidos como Las Cañas, Los Ojillos y el Vado de Los Toros, y según el director del Organismo Autónomo Parques Nacionales, José Jiménez, afecta a unas seis hectáreas.

Jiménez ha comentado que los servicios de extinción tienen controlado el primero de los incendios que se declaró a finales de agosto y que afecta a unas cinco hectáreas de terreno, de las que se han logrado extinguir prácticamente la mitad.

Incendio subterráneo en Daimiel

José Jiménez ha comentado que el Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel ha tenido conocimiento de todas las actuaciones de emergencia que se han puesto en marcha para hacer frente a la situación de emergencia que viven Las Tablas de Daimiel.

Entre estas medidas, ha explicado, está la aportación de agua a través de pozos de emergencia y, posteriormente, en el mes de enero a través de la tubería que va desde el trasvase Tajo-Segura a la Llanura Manchega.

Para José Jiménez, lo importante ahora es que el agua pueda comenzar a llegar en enero y en el mes de marzo poder tener extinguidos los incendios y el parque nacional lleno de agua.

Unos incendios provocados por la sequía

Los incendios de turbas se producen como consecuencia de la grave situación de sequía que afecta al Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel.

   

La sequía de las zonas que tradicionalmente venían estando encharcadas y que desde hace décadas han dejado de estarlo ha provocado que se reduzca el volumen de la materia orgánica que conforma la turba, contrayéndose y originando profundas grietas, por donde el aíre penetra y oxida esta materia.

La entrada de viento hace aumentar el proceso de oxidación hasta provocar que las turbas entren en autocombustión, lo que da lugar a la formación de un "gran brasero" bajo la tierra,  que provoca que la temperatura llegue a alcanzar los 220 grados centígrados.

Desde que se detectaron los primeros focos del incendio de turbas los técnicos del parque nacional se han afanado en hacer frente a la extinción y propagación del mismo, tratando de compactar el terreno y realizando aportes continuos de agua sobre las áreas más calientes del terreno.