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El ex gerente del Palau admitió en una segunda confesión al juez que desvió otros 222.000 ¿

  • Montull le dijo al juez que lo usó para realizar obras de reforma en varios inmuebles suyos
  • Pidió a un industrial que trabajaba en el Palau que incluyera esas reformas en las facturas
  • Dice que no puede devolver el dinero, pero pone a disposición del juez sus bienes
  • El sumario revela que un anónimo advirtió del desvío de fondos en cruceros y Mercedes

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El ex gerente del Palau de la Música Jordi Montull envió una segunda carta al juez instructor el pasado 2 de octubre en la que confesaba haber realizado obras de reforma en varios inmuebles de su propiedad, por valor de 222.080 euros, a cargo de fondos de la institución.

En esa carta, que consta en el sumario, Montull decide "hacer una ampliación del escrito de confesión" que junto al ex presidente del Palau de la Música Félix Millet remitió al juzgado el pasado 15 de septiembre, en la que ambos imputados reconocían haber desviado 3,3 millones de euros.

Millet explica en el escrito que en la primera carta no se sintió "con la suficiente valentía" para explicar esos nuevos hechos delictivos que, subraya el ex gerente del Palau, ignoraba hasta el propio Félix Millet.

Según confiesa el imputado, entre los años 2006 y 2009 encargó unas obras en varios inmuebles de su propiedad, principalmente su vivienda de Teià (Barcelona) y su piso de la calle Provença, a un industrial que trabajaba en el Palau de la Música, y le pidió que incluyera esas reformas en las facturas de la institución cultural, explicándole que eran remuneraciones que se le debían.

Esas obras, desglosadas en una docena de facturas cuyo listado aporta Millet, ascendían a 191.448 euros que, sumado el correspondiente IVA, superaban los 222.000 euros.

El que fuera gerente del Palau afirma que actualmente no dispone de suficiente dinero para resarcir a la institución de esos importes, pero pone a disposición del juez sus bienes con el fin de "reparar el daño causado".

En otro escrito confesó otra operación irregular

El 22 de septiembre pasado, el ex gerente del Palau de la Música envió otro escrito al juez en el que confesaba otra operación irregular en la compra de un local situado en las proximidades de la entidad, transacción que, asegura, "Fèlix Millet desconocía absolutamente".

Según su relato, en noviembre de 2001 compró a través de una sociedad suya un local comercial situado en la planta baja de la calle Sant Pere Mitjà por valor de 80.000 euros -aunque en la escritura figura la mitad- que posteriormente fue alquilado al Orfeó Català como almacén de documentación.

En marzo de 2004 el local fue comprado por el Orfeó por 160.000 euros, que, añade Montull, "era el precio de mercado", en una operación que "fue autorizada previamente por la Junta del Orfeó".

El imputado aprovecha este escrito para complementar la relación patrimonial que adjuntó a su confesión enviada al juez y añade que posee tres pisos, dos de ellos en Barcelona y otro en Pamplona.

Un anónimo denunció a Hacienda que Millet gastaba fondos en cruceros y Mercedes

Por otra parte, el sumario del caso revela que un denunciante anónimo advirtió en el año 2002 a la Agencia Tributaria de que el ex presidente del Palau de la Música y sus colaboradores desviaban el dinero de la institución en cruceros, viajes y "Mercedes 500", además de en obras en sus viviendas particulares.

Dicho anónimo fue recibido en enero de 2002 por la Agencia Tributaria, que a su vez lo hizo llegar a la Fiscalía de Cataluña junto al resultado de la investigación que abrió sobre las cuentas del Palau por las sospechas de que manejaba dinero negro.

En el anónimo, un familiar de una trabajadora del Palau aseguraba tener conocimiento del "alto grado de corrupción que existe en esta institución que preside el inefable señor Fèlix Millet".

"Operan con una doble contabilidad y se manejan grandes cantidades de dinero negro que el señor Millet y sus colaboradores derivan para beneficio propio (cruceros, viajes, Mercedes 500...), aparte de obras y servicios que obtienen para sus viviendas y residencias particulares y que realizan camufladas en facturas a cuenta de la Fundació", advierte la carta.

En su informe remitido a la Fiscalía, la Agencia Tributaria admite que esa denuncia no motivó inicialmente una investigación, dado su "carácter anónimo, su falta de justificación, así como su escasa trascendencia fiscal".