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Denuncian que los médicos de la CIA experimentaron con detenidos

  • Una organización pro derechos humanos señala su papel en los interrogatorios
  • Habrían comprobado su efectividad en los presos, una práctica ilegal
  • La Convención de Ginebra prohíbe la experimentación con prisioneros
  • Documentos de la CIA dan instrucciones a sus médicos para seguir los interrogatorios

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Doctores y psicólogos contratados por la CIA para seguir sus "interrogatorios mejorados" de sospechosos de terrorismo estuvieron cerca o incluso podrían haber experimentado con ellos de forma ilegal, según ha denunciado en un informe Médicos por los Derechos Humanos (PHR, en inglés), una organización estadounidense sin ánimo de lucro que ha investigado los hechos.

En él, titulado Ayudando a torturar, se apunta a que los doctores podrían haber estado más implicados en estos interrogatorios de lo que hasta la fecha se pensaba, hasta el punto que habrían llegado a monitorizar las técnicas de interrogatorio que ahora se ven como torturas -como el ahogamiento simulado- para determinar su efectividad.

Esto supondría que habrián usado a seres humanos para una prueba científica sin su consetimiento, "una práctica que se aproxima a la experimentación ilegal", según recoge el rotativo británico The Guardian.

"Médicos y psicólogos operaron en secreto con la CIA para obtener informes de observación durante el ahogamientos simulados, lo que se aproxima a una experimentación humana ilegal y contraria a la ética", ha denunciado Scot Allen, autor del estudio.

"Un médico estaría monitorizando y calibrando este acto física y psicológicamente doloroso, que se acerca a la tortura. Es profundamente decepcionante ver el papel central de los profesionales de la salud", ha añadido.

Otro de los autores, Steven Reisner, va más allá y subraya que "la presencia de los profesionales de la salud no hizo estos métodos más seguros pero dio un carácter sanitario a su uso, escaló el abuso y colocó a los médicos y psicólogos en la insostenible posición de medir el dolor más que servir como protectores y sanadores".

En cuanto al papel de los psicólogos, denuncia que estaban detrás de todo monitorizando el proceso y diseñando e implementando estos abusos.

La Asociación Americana de Médicos, la principal en Estados Unidos, ha asegurado que esta en conversaciones con la Administración Obama para aclarar el papel de los médicos, ya que su participación en torturas e interrogatorios "es una violación de valores éticos clave".

Prohibición expresa

La experimentación con seres humanos sin su consentimiento fue prohibida en 1947 tras el juicio contra los doctores nazis que experimentaron con los presos de campos de concentración, entre ellos el famoso doctor Mengele.

Según el llamado Código de Nuremberg, el consentimiento de los sujetos es necesario para experimentar y todo sufrimiento innecesario físico y psicológico debe ser eliminado en el experimento.

La Convención de Ginebra también prohíbe los experimentos médicos con prisioneros, lo que describe como "infracciones graves". Sin embargo, según las líneas de acción de la CIA, la presencia de médicos y psicólogos fue requerida cuando se practicaron técnicas de interrogatorios que podrían ser consideradas como torturas.

La sospecha de PHR sobre el papel de los médicos se basa en un informe de la CIA de 2004 que fue dado a conocer hace dos semanas por parte del Gobierno tras ser obligado por los tribunales, y que supuso que el fiscal general de EE.UU., Eric Holder, reabriese la investigación sobre posibles torturas.

Informe secreto

En ese informe hay un apéndice denominado 'top secret', que da líneas de actuación a los empleados de los servicios médicos internos de la CIA "que estén apoyando la detención de terroristas que estén siendo investigados por la CIA".

Los médicos tendrían latarea de "evaluar y controlar la salud de todos los detenidos por la agencia" sometidos a las técnicas de interrogatorio más polémcias.

Estas técnicas incluyen privación del sueño, golpear la cabeza del reo contra la pared, confinamiento, bofetadas y el ahogamiento simulado.

Los médicos se encargarían, según esta guía, de realizar chequeos regulares de losdetenidos para asegurarse que reciben suficiente comida -aunque la dieta "no es necesario que sea agradable" y controla la temperatura de su cuerpo cuando son colocados "en ambientes incómodamente fríos durante horas o días".

La instrucción más controvertida es la que se refiere al ahogamiento simulado, una técnica por la cula el preso piensa que se ahoga al echarle agua sobre una prenda que le tapa la cara. En ella se reconoce que el método acarrea riesgos físicos "particularmente entre los días tres a cinco de un agresivo programa".