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Zelaya da por "agotado" el diálogo y anuncia su regreso a Honduras

  • Pide a la comunidad internacional endurecer las medidas contra el Gobierno de facto
  • Afirma que no renunciará a su cargo y que volverá a Honduras el fin de semana

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El golpe de estado en Honduras no se ha resuelto

El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ha dado como "agotado" el diálogo para resolver la crisis en su país, ha anunciado el inicio de una "insurrección" y ha demandado a la comunidad internacional "endurecer las medidas" contra el Gobierno de Roberto Micheletti. Zelaya advierte de que volverá a Honduras el próximo fin de semana.

En una rueda de prensa ofrecida en la Embajada de Honduras en Managua, en la que estuvo acompañado de sus delegados en el fallido diálogo en Costa Rica, Zelaya ha anunciado la organización de un "frente interno" en su país para "derrocar" a los golpistas. Sostiene que el artículo 3 de la Constitución hondureña establece el derecho a la insurrección.

"Voy a estar en Honduras y voy a seguir haciendo todo lo que tenga que hacer (...) hasta que este grupo usurpador del poder tenga que someterse a las órdenes que ha dado la comunidad internacional que es vinculante a Honduras", ha enfatizado.

Zelaya ha dado como "agotado" el diálogo ante lo que consideró la "soberbia" e "irrespeto" de la delegación de Micheletti, que no ha aceptado la propuesta hecha por el presidente costarricense, Óscar Arias, mediador del conflicto.

"Hoy se han burlado una vez más los golpistas de la comunidad internacional, de Óscar Arias y de la misma secretaria de Estados Unidos, Hillary Clinton, promotora y patrocinadora" del diálogo, ha puntualizado.

Zelaya ha dicho que el Gobierno de Micheletti, al que definió como un "grupo de elite sumamente conservador, con prácticas fascistas", ha quedado ante el mundo como un "grupo intransigente", "irrespetuoso" y con una "inmensa soberbia".

"No vamos a permitir el primer golpe de Estado en el siglo XXI, hasta que derroquemos a los usurpadores", ha insistido.

Zelaya considera que la comunidad internacional está a prueba, porque los golpistas "están retando al mundo entero". Ha demandado a la comunidad internacional a "endurecer las medidas" contra el Gobierno de Micheletti "con más fuerzas".

"Si Estados Unidos y otros países cerraran con más fuerzas, con mayor dedicación, ya desde el punto de vista de las actividades de los autores del golpe, este golpe no dudaría más que pocas horas", ha dicho el derrocado gobernante.

Exigió particularmente a Estados Unidos a aplicar un "torniquete" a la fuerzas armadas hondureñas, las que, según dijo, están sosteniendo a los golpistas.

"Hay un ejército sosteniéndolo (al Gobierno de Micheletti), un ejército que, lógicamente, naciendo de las entrañas del pueblo, su cúpula ha traicionado al pueblo hondureño", denunció Zelaya. "Y este ejército tiene que rectificar, sus mandos y sus medios, sus oficiales tienen que rectificar", continuó.

El derrocado gobernante aseguró que las fuerzas armadas de su país tienen una "gran relación" con el Comando Sur de los Estados Unidos y con el Pentágono.

"Ellos son los que los han entrenado (a los militares hondureños) en las Escuelas de las Américas. Tienen un contacto muy directo y creo que aplicar un torniquete frente a esa situación podría resolver lo que es el eslabón más fuerte del golpe, porque están manteniendo ese golpe con represión, con las armas, no con la voluntad popular", dijo Zelaya, que reafirmó que no renunciará a su cargo.

El depuesto mandatario ha revelado que a partir de hoy en la noche comenzará a preparar su regreso a Honduras "con todos los mecanismos que le dan las leyes y el pueblo hondureño", y que espera que en esta acción lo acompañe la prensa internacional.