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Las elecciones provinciales de Irak acaban con alta participación y ausencia de incidentes

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Irak vive entre enormes medidas de seguridad una jornada electoral

Los iraquíes se han dirigido hoy a los colegios electorales para renovar los consejos provinciales en 14 de los 18 provincias del país, en una jornada electoral marcada por la alta participación y la ausencia de graves incidentes.

La policía y el ejército iraquíes han vigilado los centros de votación para evitar ataques de Al Qaida y otros grupos insurgentes, mientras que los 140.000 soldados estadounidenses que permanecen en el país se han mantenido al margen, como preludio de su futura partida del país, prevista para finales de 2011, o incluso antes.

Al Maliki, "gran éxito de todos los iraquíes"

En su primera aparición pública tras el cierre de los colegios el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, calificó la jornada de un "gran éxito de todos los iraquíes" así como de un hito en el camino hacia la democracia y la alternancia en el poder.

La calma con la que amaneció la capital iraquí, donde estaba prohibido el tráfico rodado alentó a la población a dirigirse a los colegios electorales, y animó a las autoridades a levantar esta restricción antes de lo previsto para facilitar el transito de los electores.

Alto porcentaje de participación

"El porcentaje de participación en las elecciones a los consejos provinciales ha sido elevado y satisfactorio", aseguró a la agencia Efe Sardar Abdelkarim, miembro de la Comisión Suprema Electoral Independiente (CSEI) de Irak, el órgano oficial encargado de la supervisión de los comicios.

Asimismo, subrayó que según los informes llegados de las sedes provinciales del CSEI, la participación ha sido mucho mayor que en los comicios de 2005, boicoteados por la mayoría de las agrupaciones políticas suníes.

Para Abdelkarim este aumento ha sido posible gracias a la estabilidad y a la seguridad de la que disfruta el país en la actualidad, cuyos índices de violencia se han reducido en un 80%.

Deseos de cambio

Ali al Izaui, un iraquí de unos 30 años, que perdió una pierna en un atentado con coche bomba hace mas de un año, manifestó a Efe sus deseos de que estas elecciones cambien la situación en la que está inmersa el país desde la invasión anglo-estadounidense en marzo de 2003.

"He ido a votar muy temprano para estar entre los primeros que voten para ayudar a un cambio y para elegir a gente que pueda servir a los ciudadanos", subrayó Izaui.

Por otro lado, Abdel Razaq al Falahi, un ciudadano de mediana edad destacó las medidas de seguridad dispuestas en torno a los centros de votación y aseguró que había sido registrado en dos ocasiones antes de poder votar.

"No puedo ocultar la felicidad que siento por poder participar, ya que supone una oportunidad para librarnos de los corruptos y los ladrones que se han hecho ricos a cuenta de la patria y del pueblo", agregó Falahi.

Sin embargo, tampoco han faltado las quejas de ciudadanos que han denunciado la imposibilidad de votar al no encontrar sus nombres en las listas electorales.

Ausencia de incidentes

Mustafa al Aani, un anciano residente en el barrio bagdadí de Al Karrada explicó que después de buscar sin éxito su nombre y el de su familia en tres centros electorales, fue informado de que debían votar en un barrio del este de la capital, por lo que decidieron regresar a casa si ejercer el derecho a voto.

El ministro de Interior iraquí, Yawad al Bolani, aseguró poco antes del cierre de los colegios que la jornada electoral se había caracterizado por la ausencia de incidentes de consideración en unas elecciones que se espera dibujen un nuevo mapa político en el país.

Son muchos los que consideran que los comicios servirán de prueba a varios partidos políticos en el poder y promoverán la aparición de nuevas formaciones, especialmente suníes que boicotearon en bloque los comicios de 2005 y laicas y nacionalistas alejadas de los conflictos sectarios.

En el sur del país, de mayoría chií, las principales formaciones que se disputan la confianza de los electores son la plataforma del actual primer ministro iraquí, Nur al Maliki, que se enfrenta a su socio de gobierno Abdelaziz al Hakim, de la Asamblea Suprema Islámica.

Ambos compiten con los seguidores del clérigo radical chií Muqtada Sadr y con el partido Al Fadila, antiguo socio en el poder.

Reaparición de los políticos suníes

En las provincias centrales, donde los árabes suníes son mayoría o constituyen un alto porcentaje de la población se espera una importante rectificación respecto a los resultados de 2005.

Por una parte, se espera que los suníes reaparezca con fuerza en zonas donde no cuentan con representación política, como en Mosul, controlada por los kurdos y, por otra, que los partidos tradicionales suníes como el Partido islámico Iraquí, que sí participó en los comicios de 2005, pierdan peso ante los jefes tribales de los Consejos de Salvación.

Estas nuevas agrupaciones adquirieron un gran prestigio gracias a su enfrentamiento contra Al Qaida.

De momento, las urnas han sido selladas antes de ser enviadas a Bagdad para proceder al recuento de los votos.

Según fuentes del CSEI no se espera la publicación de los primeros resultados de las elecciones calificadas por la mayoría de los políticos de un gran éxito, al menos, hasta el próximo miércoles.

Dos policías muertos

Más de 15 millones de iraquíes están convocados hoy a elegir a sus representantes provinciales en 14 de las 18 provincias del país, en unas elecciones que están llamadas a cambiar el mapa político iraquí.

Durante la jornada de hoy han muerto dos policías iraquíes que vigilaban un colegio electoral en la ciudad de Mosul, 400 kilómetros al norte de Bagdad, por los disparos de soldados estadounidenses, según fuentes de seguridad iraquíes que no dieron más detalles de lo ocurrido.

Asimismo, otros seis agentes iraquíes resultaron heridos al explotar un artefacto al paso de la patrulla en la que viajaban en la zona de Toz, situada a 90 kilómetros de Tikrit, capital de Salahedin.

Por otro lado, en Tikrit explotaron cuatro proyectiles de mortero en distintas zonas de la ciudad que no han causado víctimas.