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Angela Merkel, reelegida presidenta de la CDU con el 94,8% de los votos

  • Merkel asumió la presidencia de la CDU en 2000, como sucesora de Wolfgang Schäuble
  • Fue reelegida en los congresos de 2002, 2004 y 2006, siempre con un amplio respaldo
  • La canciller alemana ha defendido sus decisiones ante la crisis financiera
  • Así, ha rechazado una rebaja de los impuestos, como pedían algunos de sus compañeros

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Angela Merkel, junto al vicepresidente de la CDU, Ronal Pofalla, tras conocer su reelección en el congreso federal del partido.
Angela Merkel, junto al vicepresidente de la CDU, Ronal Pofalla, tras conocer su reelección en el congreso federal del partido.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha sido reelegida este lunes presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU), tras lograr el 94,8% de los votos del millar de delegados que asisten al congreso federal que celebra esa formación en Stuttgart, al sur del país.

Merkel, que asumió la presidencia de la CDU en 2000, como sucesora de Wolfgang Schäuble, ha recibido un respaldo aún más holgado que en su anterior reelección, en 2006, cuando logró el 93% de los votos; sus compañeros le han tributado una larga ovación tras su discurso de mas de una hora centrado en la crisis económica y financiera.

En este sentido, la canciller alemana ha señalado que la clave para solucionar la crisis financiera y económica mundial pasa por instaurar a nivel global la economía social de mercado, modelo nacido en Alemania, que a su juicio debe "convertirse en nuestro mejor producto de exportación".

No a rebajar los impuestos

La líder cristianodemócrata ha afirmado que algo ha enseñado la crisis es a no confiar en los autoproclamados expertos y a entender que no pueden ser las empresas las que impongan el marco de la economía, sino el Estado.

Merkel ha recalcado que en estos momentos de crisis no se puede seguir el ejemplo de experiencias anteriores, porque se trata de una situación sin precedentes. Lo importante, ha añadido, es guiarse por la razón y, si es necesario, actuar contracorriente; así, ha justificado su decisión de no promover un gran plan de rescate económico, algo que le ha granjeado críticas en la Unión Europea e incluso el apodo en medios alemanes de Madame No.

Pese a descartar una rápida bajada de impuestos, como pèdían algunos de sus correligionarios, -algo que a su juicio sería "irresponsable" ante el contribuyente "de hoy y del mañana"-, ha comentado que Alemania y su gobierno "están abiertos" a "todas las opciones" para afrontar la crisis financiera. No obstante, Merkel ha insistido en que no es conveniente mezclar dos conceptos distintos, ayudar a la coyuntura y emprender una reforma estructural.