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Más de 2.000 opositores obligan a retroceder a la policía en el aeropuerto de Bangkok

  • Los agentes montaban controles fuera del aeropuerto internacional de Bangkok
  • Los dos aeródromos continuan tomados por miles de los opositores al Ejecutivo
  • Piden la dimisión del primer ministro, que se ha refugiado en el norte del país
  • Más de 100.000 pasajeros se han quedado en tierra por las protestas

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Sigue el caos en los aeropuertos de Tailandia
El aeropuerto internacional de Bangkok sigue tomado por miles de opositores al Gobierno.

Unos 2.000 manifestantes han obligado a retroceder a unos 150 policías que montaban controles en el exterior del aeropuerto internacional de Suvarnabhumi, en Bangkok. El principal aeródrommo del país permanece tomado por la Alianza del Pueblo para la Democracia, que exige la dimisión del Gobierno de Tailandia.

Los opositores iban armados con barras de hierro, palos de golf y madera y, según los testigos, han retenido a un policía y golpeado a otros en un control de seguridad.

Líderes de los manifestantes han logrado, después de media hora de conversaciones con los agentes del orden en un ambiente tenso, que los cuerpos de seguridad retrocediesen.

La Alianza comenzó ayer a trasladar a Suvarnabhumi en autocares cientos de simpatizantes de los miles que guardan la sede del Gobierno de Tailandia, que ocupó el 26 de agosto.

Los manifestantes también controlan desde el jueves el viejo aeropuerto de Don Muang, a unos 30 kilómetros al norte de Bangkok.

El primer ministro huye al norte

El primer ministro de Tailandia, Somchai Wongsawat, que ha movido temporalmente la sede gubernamental a Chiang Mai, a unos 600 kilómetros al norte de Bangkok y plaza fuerte de su Partido del Poder del Pueblo, declaró el 27 el estado de excepción en Suvarnabhumi y Don Muang.

El gobernante ordenó a la Policía Metropolitana que recupere Don Muang; y a la Policía Provincia, Suvarnabhumi, por donde pasaban unos 150.000 pasajeros cada día antes de que cesase sus operaciones.

Las autoridades comenzaron ayer a negociar con la Alianza una solución pacífica antes de recurrir a la fuerza, mientras que los líderes de la protestas han amenazado con una revuelta popular si los cuerpos de seguridad cargan.

Más de 100.000 pasajeros, entre ellos unos 300 españoles, han perdido sus vuelos desde Bangkok a destinos internacionales y de Tailandia desde que cerraron los dos aeropuertos de Bangkok.

Según el ministro tailandés de Turismo, Weerasak Kowsurat, la cifra de pasajeros que habrá perdido sus vuelos se aproximará a 300.000 en las próximas 48 horas.

Tailandia atraviesa una profunda crisis políticas desde las elecciones del año pasado, que ganaron los mismos políticos que los militares expulsaron del poder por corruptos en una asonada en 2006.