Enlaces accesibilidad

La Reina rompe el protocolo en Ferrol para atender a la madre de un cabo expedientado

  • Doña Sofía ha recogido personalmente una carta que le ha entregado Ángeles Chaos
  • El militar se enfrenta a dos meses de arresto en prisión militar
  • Acusó a la Armada de negligencia en el accidente de la fragata Extremadura
  • Sus familiares "suplican" a la Reina que interceda por él ante la Armada

Por
La Reina rompe el protocolo en Ferrol

La reina Doña Sofía ha roto el protocolo durante la entrega, en el recinto militar de Ferrol, de dos banderas de combate donadas por el Ayuntamiento a las Escuelas de Especialidades de la Armada "Antonio Escaño" y Esengra de A Graña para recoger personalmente una carta de la madre del cabo Jorge Miguel Gago Chao.

El militar se enfrenta a dos meses de arresto en prisión militar por declarar que la muerte de dos marinos en el accidente de la fragata Extremadura en 2005 fue causada  por el comportamiento "negligente" de sus superiores. En el momento en el que la Reina iniciaba el paseo frente a las tropas militares, la madre del Cabo, Ángeles Chao, ha conseguido salvar el cordón y dirigirse a la Reina.

Con gritos reiterados de "Majestad, una madre angustiada le llama, recójame esta carta", la mujer ha logrado llamar la atención de Doña Sofía, que se ha acercado en ese momento a la mujer, a la que las fuerzas de seguridad impedían aproximarse, para recoger personalmente la misiva.

Tras recoger el documento, las más de 200 personas asistentes al  acto, entre público y autoridades civiles y militares, aplaudieron durante unos segundos a la Doña Sofía. Algunos de los presentes han saludado el gesto con gritos de "Viva la Reina".

Intercesión real

En el documento, los familiares del cabo Jorge Miguel Gago explican el accidente ocurrido en la fragata Extremadura el 19 de diciembre de 2005. Según la versión ofrecida por el militar ante el Juzgado Togado Militar que instruye la causa y ante los medios de  comunicación, alertó reiteradamente a sus superiores de que existía un riesgo inminente de explosión en la caldera, si no se paraba el buque, pero denuncia que sus advertencias no fueron atendidas. Por este motivo, culpa a los altos cargos de actuar de  forma irresponsable y negligente.

El cabo Gago fue expedientado por la Armada por sus declaraciones sobre el accidente en una televisión local y podría ser condenado a dos meses de arresto en penal militar. Sus padres le "suplican" a la  Reina en el escrito entregado que se investigue el accidente de la Extremadura y que interceda para que se retire el expediente "arbitrario" abierto a su hijo.