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Los agricultores argentinos convocan nuevas huelgas ante la falta de respuestas del Gobierno

  • Se reanuda el conflicto que se desató por el aumento de impuestos a la exportación de cereales
  • Convocan paros desde el 3 al 8 de octubre
  • Se comprometen a que no haya bloqueos en la carretera
  • La presidenta argentina impulsó una reformulación de la nueva ley tributaria
  • El Senado argentino votó en contra de esta reforma y desde entonces no hay avances

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Las principales entidades agropecuarias de Argentina han anunciado que harán una nueva huelga comercial en protesta por la falta de respuestas del Gobierno a los problemas del sector.

La medida de protesta, convocada por la Federación Agraria Argentina, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), las Confederaciones Rurales Argentinas y la Sociedad Rural Argentina, se realizará desde la primera hora del viernes 3 octubre hasta la medianoche del miércoles 8 de octubre.

En ese período, los productores rurales no comercializarán granos con destino a industrias y a la exportación, ni ganado vacuno, a excepción de los que provengan de zonas afectadas por la sequía.

El plan de lucha será acompañado por la instalación de una carpa a las puertas del Parlamento y de movilizaciones en distintos puntos del país.

Quinta huelga del año de las patronales rurales

El miércoles 8 se realizará un acto de productores en la localidad bonaerense de San Pedro y un abrazo al edificio del Congreso, en Buenos Aires, tras lo cual las patronales volverán a reunirse para estudiar los pasos a seguir.

Esta es la quinta huelga comercial que convocan las patronales rurales de Argentina en lo que va del año, en el marco del conflicto con el Gobierno desatado en marzo pasado por un esquema móvil de impuestos a las exportaciones de soja, maíz, girasol y trigo, que finalmente quedó sin efecto, después de no ser convalidado por el Parlamento.

Sin embargo, los dirigentes agropecuarios aseguraron que los problemas del sector van más allá de los impuestos a las exportaciones -actualmente aplicados con tasas fijas y no móviles- y que los productores enfrentan serias dificultades por la sequía -la peor en cien años-, la caída de los precios internacionales de las materias primas y el alza de los costos de producción.

"No se puede desconocer el agravamiento de la situación que viven los productores", dijo en una rueda de prensa el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, quien aseguró que "no hubo el menor adelanto" en el diálogo con el Gobierno.

No habrá bloqueos de carreteras

El presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, aseguró que ésta vez la protesta no incluirá bloqueos de carreteras porque, dijo, el campo "no quiere poner a la sociedad en su contra".

Por su parte, el secretario de Agricultura argentino, Carlos Cheppi, dijo en una rueda de prensa que el Gobierno está "sorprendido" por la medida de fuerza lanzada por el campo.

"No esperábamos esta medida de protesta en un momento en que veníamos dialogando. Parecería que hay condiciones políticas que se van dando y nos impiden continuar con el diálogo, porque el diálogo hay que hacerlo de dos y si hay un sector que declara una protesta y no pretende dialogar, entonces es muy difícil hacerlo", señaló el funcionario.

Tras reunirse con la presidenta argentina, Cristina Fernández, Cheppi le pidió a los dirigentes rurales que "reflexionen", pues la huelga "no ayuda al país" y aseguró que el Gobierno "está dispuesto a continuar trabajando y a apostar por el diálogo".

Un conflicto que se alarga desde marzo

El conflicto entre el campo y el Gobierno se desató el 11 de marzo último, cuando el Ejecutivo dictó una resolución por la que impuso impuestos móviles a las exportaciones de trigo, girasol, soja y maíz.

El rechazo al esquema tributario derivó en cuatro huelgas que impedían la comercialización de granos, bloqueos de carreteras y desabastecimiento de alimentos e insumos para la industria, que causaron millonarias pérdidas al país.

Presionada por el creciente del conflicto, la presidenta Fernández resolvió enviar al Parlamento un proyecto de ley para convalidar el polémico esquema tributario, pero la iniciativa sufrió un duro revés el 15 de julio, con el rechazo en el Senado y el voto adverso del vicepresidente del país, Julio Cobos.

La crisis política derivó en la salida del Gobierno del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y la decisión de la presidenta de dejar sin efecto los impuestos móviles a las exportaciones de granos.

Argentina es el primer exportador mundial de girasol, el segundo de maíz, el tercero de soja y el cuarto de trigo, y ocupa también puestos de relevancia en el comercio global.