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Bush se negó a respaldar un ataque de Israel a Irán en mayo

  • Olmert le pidió su consentimiento durante la celebración del 60 aniversario de Israel
  • Bush se negó y le anunció que no lo respaldaría durante todo su mandato
  • Temía una extensión del conflicto en la zona y que derivase en un conflicto armado

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El escenario no podía ser más propicio: la celebración del 60 aniversario de la fundación del Estado de Israel el pasado 14 de mayo. En un encuentro cara a cara, el ahora ex primer ministro del país hebreo se dirige al presidente de EE.UU., George W. Bush, para pedirle luz verde para atacar las instalaciones nucleares de Irán. La respuesta es un no rotundo, tanto que Bush le advierte de que no cambiará de postura hasta que salga de la Casa Blanca.

Éste es el relato de los hechos que ha hecho un jefe de gobierno que visitó Israel poco después de que ocurriese esta escena, al que Olmert le desveló lo ocurrido, y que no pudo resistirse a divulgarlo entre sus altos cargos, hasta que ha llegado a las páginas del diario británico The Guardian, que publica hoy la noticia.

Razones para el no

La decisión de Bush de no dar apoyo a esta iniciativa, ampliamente apoyada en Israel, se basaba en dos razones. La primera de ellas era la preocupación estadounidense de que el conflicto con Irán tuviese consecuencias en todo el golfo pérsico, con ataques contra las tropas extranjeras en Afganistán e Irán.

La segunda tiene que ver con la propia operatividad de la operación. Israel probablemente no tendría éxito en la destrucción de todo el arsenal nuclear iraní en un sólo ataque, por lo que supondría que el conflicto se alargase en el tiempo, lo que aumentaría el riesgo a una guerra a gran escala.

Esta guerra no se quedaría en Oriente Medio, ya que la conexión de Irán con la milicia chií libanesa de Hizbulá, con conexiones en todo el mundo, sobre todo en Canadá, lo que pondría las posibles represalias muy cerca de la frontera estadounidense.

Y es que Bush también era consciente de que, aunque Israel se decidiese a atacar sin su consentimiento, sus aviones tendrían que pasar por el espacio aéreo iraquí, controlado por EE.UU., por lo que sería cómplice de la operación.

Con esta información, se desmiente el rumor de que Bush quisiese lanzar una operación contra Irán en octubre para impulsar la campaña de John McCain, centrando la puja electoral en el tema de la seguridad, donde los republicanos se sienten fuertes.

Temor en Israel

Israel teme que para 2010 Irán pueda tener ya una bomba nuclear, que podría amenazar la existencia del Estado judío. Este tema ha hecho que los dirigentes israelíes hayan insistido en ir más allá de las sanciones económicas contra el régimen de los ayatolás, dado que no ha paralizado su programa nuclear.

Por ejemplo, el ex ministro de Defensa, Shaul Mofaz, defendió el bombardeo a Irán en unas declaraciones recientes y algunos medios se han hecho eco de posibles vuelos de ensayo israelí en el Mediterráneo oriental el pasado mes de junio.

Sin embargo, Mark Regev, el portavoz de Olmert, ha negado que su jefe haya hablado de atacar a Irán en ninguna reunión con huéspedes extranjeros