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Cadena perpetua para dos ex militares argentinos, Antonio Bussi y Luciano Benjamín Menéndez

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Cadena perpetua para dos ex militares argentinos, Antonio Bussi y Benjamín Menéndez

Los dos ex militares argentinos Domingo Antonio Bussi y Luciano Benjamin Menéndez han sido condenados a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura (1976-1983).

Bussi fue interventor militar y gobernador de facto en Tucumán, y Luciano Benjamín era su superior inmediato como comandante del tercer cuerpo del Ejército de tierra en la ciudad de Córdoba.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, al norte de Argentina, que los juzgaba los ha condenado a cadena perpetua por el homicidio del senador peronista Guillermo Vargas Aignasse, en 1976. Se trata de la primera condena por delitos de lesa humanidad que recibe Bussi, cuya defensa había solicitado el beneficio de la prisión domiciliaria debido a su "precario estado de salud", agravado en los últimos meses por problemas cardíacos.

Bussi, de 82 años y enfermo del corazón, acusó al fiscal de falsas incriminaciones y alegó que su gobierno logró "salvar a Argentina de la agresión comunista".

Para Menéndez, conocido como 'el carnicero de Córdoba', de 81 años, esta es la segunda sentencia de cadena perpetua a la que se enfrenta. El pasado 27 de julio un tribunal lo condenó ya por el secuestro y desaparición de cuatro militantes del partido revolucionario de los trabajadores. En su defensa afirmó que los argentinos tuvieron que defenderse de los subversivos marxistas.

Incidentes en la calle

La decisión de un tribunal argentino de mantener el beneficio de la prisión domiciliaria para el ex general Antonio Bussi, condenado hoy a cadena perpetua, ocasionó serios incidentes que causaron varios heridos leves.

Los gendarmes se enfrentaron a integrantes de organizaciones de derechos humanos y partidos de izquierda, que se acercaron a las inmediaciones del tribunal para reclamar que el ex militar cumpla la cadena perpetua en una cárcel común, tal como había pedido la fiscalía.

Instantes después de conocerse el beneficio para Bussi, unos 200 manifestantes se lanzaron sobre las vallas que había montado la Policía en el marco del operativo de seguridad previsto para el momento de la lectura del veredicto.

La Policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, lo que produjo algunas carreras en la zona. "Hubo varios lesionados debido a la intoxicación por los gases lacrimógenos, pero ningún herido de gravedad. Y tampoco se registraron detenidos al momento", precisaron los portavoces.