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Un gol a la exploración de Marte

  • Una empresa sueca ha desarrollado un vehículo espacial similar a un balón de reglamento
  • Es hinchable y podría recorrer grandes distancias con menos energía por su geometría

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Como en un campo de entrenamiento cualquiera, en un futuro la superficie de Marte podría estar repleta de balones de futbol rodando por su superficie. En apariencia, claro. En realidad, se trata del último modelo de exploración marciana que está desarrollando un equipo de ingenieros suecos, convencidos de que el porvenir de las misiones de la NASA y la ESA es esférico.

Por este motivo, han creado una gama de robots esféricos e inflables, cuya ligereza puede permitir explorar grandes extensiones de tierra sin apenas consumir energía.

Aunque la posibilidad de enviar robots esféricos se había planteado con anterioridad -una empresa de Estocolmo ya está probando un modelo- la novedad de este prototipo es su carácter hinchable, que hace que desinflado y guardado ocupe la mitad de volumen que un explorador normal de ruedas, como la sonda Phoenix que ha aterrizado en Marte.

De hecho, esta tecnología permitiría que el descenso de las sondas de la NASA Spirit y Opportunity se complementase con mini-robots que se pudiesen desplegar una vez llegados a la superficie marciana, que podrían explorar otras zonas de interés científico.

Ahorro de energía

Sin embargo, la gran ventaja de estos 'balones' es el ahorro de energía que logran. "Como son una esfera, tan sólo un punto toca el suelo, con lo que la zona de fricción es casi cero. Es la forma geométrica más eficiente para explorar superficies desconocidas", presume Fredrik Bruhn, de Angstrom Aerospace, la empresa que está desarrollando el prototipo, en declaraciones a New Scientist.

Esta esfera de 30 centímetros de diámetro se hincha con gas xenon que se libera de un cartucho una vez producido el aterrizaje. En cualquier superficie podría recorrer 100 kilómetros antes de recargar la batería.

Al desplegarse cuenta con una cubierta hecha del plástico ultrafuerte que se usa habitualmente en los viajes espaciales y que puede resistir temperaturas muy altas.

En su interior posee un eje de extensiones metálicas que va de un extremo de la esfera a otro que actúa como soporte de todo el mecanismo eléctrico del prototipo a través de un péndulo que cuelga del mismo.

Este péndulo se utiliza para conducir el vehículo ya que, cuando tira de la masa de la esfera para moverse hacia adelante, ésta rota para que continúe en el centro de gravedad.

Placas solares

En el exterior, la esfera esta cubierta de hexágonos que le dan la apariencia de un balón de reglamento y que son en realidad placas solares.

Además, cuenta con un mecanismo vibrador que hace que se caiga el polvo que se puede acumular en las placas, frenando la absorción energía solar.

La superficie de la bola también está cubierta de sensores que captan las propiedades del suelo como la resistencia y la conductividad, que son reportadas de manera inmediata a la Tierra a través de la radio que tiene en su interior.

"Nuestros exploradores son más ligeros, recorren mayores distancias, usan menos energía y serán más baratos", concluye orgulloso Bruhn.