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Las claves del Olympique - R. Madrid

Por David Ramos
Ya avisábamos en la previa del partido que lo que mejor hacía el Lyon era la presión. Makoun y Toulalan, apoyados por Delgado y Pjanic, se comieron al centro del campo del Madrid. Sembraron de apoyos la medular y neutralizaron a Xabi, Diarra y Granero. Claude Puel sacó a cinco centrocampistas para asfixiar la salida de balón madridista y le salió bien. Robaron y salieron rápido a la contra una y otra vez.Dos jugadores franceses se situaban encima del que llevaba la pelota, tal y como se aprecia en la jugada que terminó en el único gol. Xabi busca a Granero, que la pierde ante el acoso rival, y Makoun termina haciendo un auténtico golazo.
Golazo de Makoun. Delgado y Toulalan presionan a Granero en el centro del campo. El '24' del Madrid no controla bien con el pecho y esas décimas de segundo que tarda en corregir su error hacen que acabe perdiendo la pelota. Ésta sale rebotada a los pies de Makoun, que bajaba a apoyar a sus compañeros tras presionar a Xabi Alonso en la salida del balón en un costado. El africano recoge el balón de cara, avanza diez metros sin saber muy bien qué hacer. Levanta la cabeza, no ve a nadie y decide acabar la jugada con un zurriagazo imposible para Casillas. Potente y con un efecto hacia fuera, se cuela por toda la escuadra izquierda del meta madridista.
El africano fue el mejor en la victoria del Lyon sobre el Madrid (1-0).El jugador preferido por Claude Puel en la zona destrucción hizo esta vez de crack ante el Madrid y demostró que con ganas, muchas veces, se puede suplir el talento.Corrió, acosó y robó hasta la extenuación haciendo gala de un físico portentoso. Y el golazo ya fue la guinda. Sorprendió a todos al comienzo de la segunda parte con un derechazo increíble a la escuadra desde la frontal y da a su equipo una ventaja importantísima.
Volvió a fallar en el planteamiento inicial con una rotación bastante discutible. Meter a Diarra por Lass sólo porque el Lyon es fuerte en los balones aéreos y porque el francés estaba apercibido no tiene mucho sentido. Poner a un jugador sin ritmo, dejar los 90 minutos sobre el campo a un futbolista que no juega nunca, es un experimento destinado a partidos como el del Xerez, no a unos octavos de final de la Champions. El entrenador entregó el centro del campo y, lo que es peor, no supo ni quiso corregirlo a tiempo.

El chileno volvió a estar rácano con los cambios, como si se los cobraran. El tercero se quedó sin hacer y Lass, que podía haber oxigenado el centro del campo en el último tramo, no salió. Además, debió quitar a Kakà. El brasileño no hizo nada en todo el encuentro y físicamente le sobró la mitad. Higuaín, aunque gris, llevaba algo de peligro, como demostró poco antes del cambio con una contra en velocidad.Sólo acertó quitando a Marcelo, una vez más desquiciado en defensa en cuanto hay algo de trabajo.

El trío de ataque del Real Madrid no consiguió hacer una sola combinación, en gran parte gracias a la solidaridad e intensidad defensiva de los franceses, que hicieron un despliegue físico brutal. Puel sacó un sistema aislante que logró su objetivo: desconectar a los cracks. Kaká y Cristiano no supieron interpretar el juego y se dedicaron, sobre todo en el segundo tiempo, a hacer la guerra por su cuenta. Y eso era justo lo que quería el Lyon. Si rodeas con dos y hasta tres hombres a un futbolista y este prefiere conducir e intentar irse de todos sin soltarla, lo normal es que la acabe perdiendo. 
El centrocampista del Real Madrid Xabi Alonso lamentó la derrota, pero avisó de que el resultado "es perfectamente remontable" en el encuentro de vuelta en el Santiago Bernabéu. También habló el director general y adjunto a la presidencia del Real Madrid, Jorge Valdano, que advirtió de que el conjunto blanco no puede permitirse "un solo error" en la vuelta.
Las amarillas a Xabi Alonso y Marcelo condicionaron el partido de ida... y el de vuelta, ya que ambos se perderán el partido del Bernabéu.En Gerland, la que más se notó fue la de Xabi. La amonestación le impidió cortar más de una jugada en la segunda mitad, hacer esa falta táctica que frena una contra, y el equipo lo notó. Porque la de Marcelo, en el fondo, no le vino mal. El brasileño hizo un partido horrible en la primera mitad, en la que Govou le cogió la espalda dos veces, y el cambio por Arbeloa en la izquierda fue para bien. Ofensivamente, son dos bajas vitales para la vuelta. El Real Madrid pierde presencia atancante en la banda izquierda sin el brasileño y, lo que es peor, necesitará construir y canalizar la remontada sin su organizador.
Lo más duro para el Real Madrid es tener que darse por contento con el resultado. 1-0 y gracias. Como se puede ver en este vídeo resumen del partido, no sólo no creó peligro (salvo un disparo envenenado de Ronaldo y la contra de Higuaín que adorna Llorís), sino que pudo llevarse un marcador imposible a Madrid.

Al final de la primera mitad Delgado se sacó de la manga un empalme que se estrelló contra el poste mientras Casillas, ya entregado, hacía la estatua. Ya en la segunda mitad, el guardameta cometío un error garrafal en un saque de puerta que le salió prácticamente raso. El balón le cayó a Lisandro, que cruzó en exceso la pelota. Pero Iker tuvo tiempo de enmendar su error y salvó un mano a mano cuando el partido, totalmente roto, estaba más para el 2-0 que para el empate a uno.

El Madrid se vuelve a ahogar en Lyon y de nuevo toca remontar. Ahora vendrá el espíritu de Juanito y toda la parafernalia. ¿Lo conseguirá o agrandará el maleficio de los octavos de final en la Champions?
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