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Ciclismo | Alejandro Valverde

Alejandro Valverde en RTVE: "Quiero que mi último año sea especial"

  • El ciclista murciano recibe a RTVE en Pamplona antes de afrontar la que será su última temporada como profesional

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Alejandro Valverde: "Quiero que mi último año sea especial"

Un polígono industrial a las afueras de Pamplona. Una nave de las grandes. Gris por fuera, azul por dentro. El refugio donde autobuses, camiones, coches y bicis del equipo Movistar pasan el duro invierno navarro. Libres del cierzo y de las miradas de curiosos. Prensa incluida. No es lugar para periodistas y menos para uno con una cámara de televisión. Nos lo recuerdan las miradas extrañadas de mecánicos y de algún ciclista al vernos entrar en la bajera. Ese espacio donde se tocan pasado, presente y futuro del ciclismo español.

"Ahí está una Pinarello de las últimas de Banesto, la que tuve yo en mi primer año amateur ¡que me encantaba!", nos muestra entre orgulloso y nostálgico Alejandro Valverde. "Al lado está la ´Bala 100’, la que me hicieron por mis 100 victorias (ya lleva 130…) y esa otra por la estatura debe ser una de Perico", relata el murciano con soniquete de guía de museo. Será por cuadros. Desde aquellos arcaicos Razesa a los futuristas modelos de Canyon.

Auténticas joyas ciclistas que cuelgan de una pared a escasos centímetros de una montaña de palets con el material de la próxima temporada. Metros y más metros de cajas recién llegadas que ocultan el futuro bajo sus densas capas de plástico. ¿Quién sabe si esas piezas, aún sin desembalar, tapizarán ya en forma de bicicleta la nave dentro de poco? Habrá que volver otro año para comprobarlo.

Esta es mi casa y es un honor

Por encima de todas las máquinas, en la planta de arriba, las oficinas. El sancta sanctorum de Abarca Sports. El nombre de la empresa que esconde aquel primigenio Reynolds que después fue Banesto, luego Illes Balears, Caisse d'Epargne y finalmente Movistar. Cuatro décadas les contemplan. Nació en 1980, el mismo año que vino al mundo Alejandro Valverde. “Nuestras vidas están ligadas. Esta es mi casa y es un honor” reconoce el Bala al recordar que ya empezó como Amateur en Banesto, equipo con el que no llegó a pasar a profesional (lo haría con Kelme en 2001) por la distancia con su casa: “yo hubiera continuado aquí, pero lo que más me tiraba para atrás eran los viajes: tener que subir desde Murcia todos los fines de semana”.

Movistar Team por dentro

La zona “noble” del cuartel de invierno de Movistar es un espacio de líneas limpias, sobrio, aséptico, casi con aire de hospital. Paredes vacías coloreadas tan sólo con alguna bicicleta de las más recientes. Por ejemplo, la rosa de la Richard Carapáz en el Giro 2019 o la roja de Nairo Quintana en su Vuelta de 2016. Rompe también el cromatismo, alguna que otra pintura de Miguel Induráin, obra del artista valenciano Miguel Soro. Hay varias. La más grande representa una imagen del campeón navarro, imperial, de amarillo en pleno esfuerzo sobre su bici de contrarreloj. El cuadro preside el despacho de Eusebio Unzué. Sorprende. Aún más al tratarse de uno de los sitios más austeros del lugar. Casi como la sala de reuniones. Una mesa gris, con una docena de sillas grises donde se planea cada año el devenir del equipo azul. Allí donde se discuten estrategias y se decide qué corredores irán a qué carreras. Lo reconocería cualquier aficionado porque es uno de los platós habituales de “El día menos pensado”. Ese insider a modo de serial del conjunto telefónico que podemos ver los últimos años en alguna plataforma de televisión bajo demanda. Una serie que en su tercera temporada (próximamente en sus pantallas…) tendrá como plato fuerte la abrupta salida del colombiano Miguel Ángel López, o la más reciente del, hasta la fecha, director de cabecera del equipo: José Luis Arrieta.

Un año de cambio

“Ha habido bajas, la verdad, un poco sorprendentes como el caso de Arri, para mí una gran persona, compañero y amigo. Es una pena que no siga aquí porque tiene la calidad suficiente, una auténtica maravilla, pero bueno…” reconoce abiertamente “el Bala”. Lo dice justo después de abrazarse con su nuevo “jefe”, Patxi Vila.

El preparador navarro tras entrenar al mejor Peter Sagan (el de los tres mundiales consecutivos) cumplirá su tercera temporada en Movistar. Eso como técnico, porque antes ya vistió los colores de Banesto como ciclista. Vila será el encargado de coger las riendas de ese volante que ha soltado Arrieta. Plenos poderes para el hasta ahora responsable de rendimiento del equipo. Llega con la ilusión de modernizar una estructura tradicional como pocas. Trabajo tiene.

'Bala' a discrección

En “su casa”, rodeado de bicicletas, más tranquilo que de costumbre, sin la prisa habitual de las carreras Valverde se explaya en la entrevista que nos concede a RTVE. Reconoce, tal vez por primera vez, que en su vida deportiva se cebó en exceso con el Tour. Pero no se arrepiente. Ahí tienen su palmarés en las grandes vueltas y en las mejores clásicas si quieren pasar la tarde leyendo.

Nos habla de Pogacar, de Alaphilippe, de Eddy Merckx, esa leyenda que “come” en su misma mesa, y de uno de sus records que aspira a conquistar en 2022: la quinta victoria en Lieja que “este año estuvo cerca ¿eh?”. Del mundial en Australia no dice nada. Porque lo que le gustaría es bajarse definitivamente de la bici en Lombardía. No en la Vuelta como estaba previsto. “Se me haría raro quedando todavía carreras tan bonitas del calendario” como la corsa de las hojas muertas.

Un epílogo italiano para cerrar heridas. Italia supuso un punto y aparte en su carrera: el Comité Olímpico Italiano denunció en su día al murciano por dopaje. Algo que le costó no sólo una suspensión final sino tener previamente que evitar carreras que pisaran suelo transalpino, como el Tour de Francia o el propio Giro de Italia. Esa penúltima grande en la carrera del Bala.

Para luchar por victorias de etapa sí que me veo capaz

Ya consiguió subirse al podio rosa en 2016, el único que le faltaba en una grande. Así que este año va sin presión (ni fuerzas) para luchar por la classifica. “Ya no tengo que luchar por ello porque lo tengo muy difícil, pero para luchar por victorias de etapa sí que me veo capaz” dice el que ha sido, un año más, el mejor ciclista español de la temporada. “Para mí es una buena noticia, pero para nuestro ciclismo…” intenta explicárnoslo… pero sin éxito, porque es difícil de entender.

A los españoles nos está costando, el nivel medio ha subido mucho. Ahí está Pogacar, por ejemplo, que te gana en Valencia, en Lieja o en el Tour de Francia”. Valverde mantiene que 2022 será el salto definitivo para ciclistas como su compañero Enric Mas.

La vida después de la bicicleta

¿Y qué hará el Bala cuando se baje definitivamente la bici? “Pues disfrutar de la bici” nos relata. Paradójico para aquel que no lo conozca. Quiere entrenar sin presión, ni límites, machacar cada domingo (aún más) a sus amigos de la grupetta y también estar en familia: “Llevar a los niños al fútbol (no le han salido muy ciclistas) o a clase de baile”.

Nos creemos que sabemos de ciclismo, pero no sabemos ni la mitad

Confiesa que en esta última temporada como ciclista se ha bajado el sueldo. Pero menos de lo que se dice. El tema no era tanto económico sino el querer “despedirse bien encima de la bicicleta ya acabada la pandemia”. Veremos esto último. Sobre su futuro rol dentro de Movistar, tiene dos años más de contrato, sin definir aún su puesto. Lo que sí tiene claro es que todavía no quiere coger el volante del equipo. “Primero hay que aprender, porque nos creemos que sabemos de ciclismo, pero no sabemos ni la mitad”.

Aprender para enseñar. Nuestro ciclista más brillante quiere iluminar a los más jóvenes. Y también ser una especie de embajador del equipo para poder decir desde dentro esas cosas que ahora se calla. Eso cuando se baje de la bici, porque sobre ella aún le quedan cosas que decir.