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Deportes | Coronavirus

Un año sin el rugir del público en las gradas

  • El Betis-Real Madrid del 8 de marzo de 2020 fue el último partido de fútbol con aficionados antes del Estado de Alarma
  • Las consecuencias ecónomicas a causa de la ausencia de espectadores son millonarias en todos los clubes deportivos

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Tomatera en una grada vacía del estadio de Mestalla

Hace años era imposible concebir deportes como el fútbol o el baloncesto sin público. Las gradas llenas de gente animando a los jugadores de su equipo, entonando cánticos u hondeando las banderas de sus respectivos clubes eran parte de las competiciones, el elemento que les confería gracia y vida. Todo ello desapareció en marzo de 2020 a causa de la pandemia del coronavirus.

Los aficionados del Betis y del Real Madrid que asistieron al Villamarín el 8 de marzo de 2020 poco podían presagiar que serían los últimos en ver un partido de fútbol desde el propio estadio. De haberlo sabido, seguramente los béticos hubieran disfrutado aún más de la victoria de su equipo y del gol de Tello en el minuto 82 que supuso el desempate tras los tantos de Sidnei y Benzema.

Unos meses más tarde, el 11 de junio, los jugadores del Betis fueron también los primeros junto a los del Sevilla que experimentaron cómo es jugar el derbi sevillano sin público. “Es una pena que la gente no haya podido disfrutar aquí (…). Seguro que hemos sentido su aliento y su espíritu, eso lo hemos hablado antes de empezar”, señaló Lopetegui tras el encuentro en el que su equipo se impuso por 2-0 aun sin aficionados.

Y es que según un estudio del investigador Carlos Cueva, el público juega un papel más crucial del que uno pueda imaginarse. Antes del confinamiento, los locales ganaban el 47% de las veces, los visitantes el 28% y se empataba el 25%. Mientras, a puerta cerrada, la ventaja por jugar en casa disminuyó de 19 puntos porcentuales a 8. La diferencia se debe a que los hinchas en las gradas inciden en los resultados especialmente por la presión que ejercen sobre los árbitros.

La pandemia de COVID-19 obliga a los clubes a reinventarse para encontrar ingresos

Pérdidas millonarias

Los equipos de fútbol también se han enfrentado a notorias pérdidas económicas, especialmente los equipos de la talla del Real Madrid o del FC Barcelona, ya que sus ingresos también dependen de la venta de entradas para visitar sus museos y de otras actividades que giran en torno al día del partido. Sin ir más lejos, el Real Madrid deja de ganar 700.000 euros a la semana por la cancelación del Tour Bernabéu.

El equipo presidido por Florentino Fernández logró esquivar por la mínima las pérdidas con un resultado neto positivo de 313.000 euros durante el ejercicio 2019-2020. Sus ingresos cayeron un 6%, hasta 714,9 millones de euros. Su gran rival, el FC Barcelona, es el peor parado de LaLiga. Ha cerrado el ejercicio con unos ingresos de 855 millones de euros, por debajo de los 1.047 millones fijados en el presupuesto; y el resultado ha sido de 97 millones de euros de pérdidas.

Ambos clubes no han sumado a sus respectivas plantillas ningún fichaje estrella. Al igual que los demás equipos de LaLiga, la pandemia les ha obligado a apostar más por los jugadores de su propia cantera. “Se han acabado los fichajes de 100 millones de euros o más”, pronosticó el exentrenador José María Minguella el pasado mes de junio. LaLiga, por su parte, previó unas pérdidas de al menos 700 millones de euros con la competición a puerta cerrada.

Ante la difícil situación económica, los clubes han tenido que reinventarse. Algunos han optado por mantener conectada digitalmente a una afición que lleva prácticamente un año sin pisar un estadio de fútbol. Martín Ortega, director general del CD Leganés, ha reconocido precisamente que los esfuerzos del equipo se han centrado “en ampliar recursos humanos, en hacer una nueva aplicación y un nuevo portal del abonado”.

Retorno de los aficionados

Es España, aún se desconoce a ciencia cierta cuándo se producirá el regreso del público a los estadios del fútbol profesional. El presidente de LaLiga, Javier Tebas, consideró que tendrá que pasar “marzo y gran parte de abril” para tomar una decisión y fijar una posible fecha.

Inglaterra abre una puerta a la esperanza al anunciar que la última jornada de la Premier se disputará con aficionados en las gradas. Más concretamente, los estadios con gran capacidad tendrán la posibilidad de albergar un máximo de 10.000 espectadores. Esto también supone un buen empujón de cara a la Eurocopa.

Gradas vacías en el baloncesto

También se desconoce cuándo volverán los aficionados del baloncesto a poblar las gradas de los estadios. Se planteó que fuera en la Copa ACB, y aunque esta arrancó sin público en el mes de febrero dando lugar a la edición más atípica de la misma, un selecto número de personas pudo presenciar la victoria del Barça ante al eterno favorito, el Real Madrid, en el WiZink Center. El Consejo Superior de Deportes puso a disposición de cada equipo 65 entradas destinadas especialmente a directivos, familiares y gente de los clubes.

Por otro lado, la pandemia no ha hecho más que empeorar la ya de por si delicada situación económica de la ACB. Desde 1999, no ha cerrado ni un solo año en números negros y acumula unas pérdidas que superan los 1.000 millones de euros. Los daños por el confinamiento y la situación derivada de la COVID-19 aún están por cuantificar, pero hay quien señala que el Estado debería acudir a su rescate.

Montmeló abre las puertas al público y pone a la venta entradas para el GP de F1

Público en los campeonatos de motor

Los aficionados al motor podrán ver pronto a sus pilotos favoritos en directo. El Circuit de Barcelona-Catalunya ha puesto a la venta las entradas tanto para el Gran Premio de España de F1, que se disputará el 7 de mayo; como para el Gran Premio de Cataluña de MotoGP, fijado para el 4 de junio. Todas ellas cuentan con un certificado anti COVID-19 que asegura la devolución íntegra del importe si finalmente las competiciones no llegan a producirse.

Otros trazados como el de Jerez (12 de abril) están a la espera de poder ofrecer información concreta a los espectadores. Precisamente, en este circuito es donde se celebró la primera carrera de MotoGP sin público. Fue el 19 de julio y dio inicio a la temporada 2020, plagada de cambios a causa de la pandemia: se redujeron tanto el número de grandes premios (14) como los circuitos (solo se disputaron carreras en territorio europeo).

Dorna tuvo que salir al rescate de los equipos independientes de MotoGP (Pramac Racing, Petronas Yamaha, Aprilia, Red Bull KTM Tech 3, Avintia) para “garantizar su estabilidad económica, así como para asegurar su subsistencia en el futuro”. El organismo rector del campeonato les otorgó un “considerable adelanto durante los meses de abril, mayo y junio”, independientemente de si se retomaba la actividad o no. Esto se traduce a 4,5 millones de euros por equipo. La ayuda no se amplió a los equipos de fábrica, ya que sus ingresos no dependen únicamente de los patrocinadores y de la asignación de Dorna.

Por su parte, la F1 ha cerrado 2020 con pérdidas de 444 millones y una caída de ingresos del 43%. El inicio de la competición también se retrasó hasta el mes de julio y de las 21 carreras programadas tan solo se disputaron 17, 3 con público. En esta nueva temporada se espera que sean aún más los aficionados que vuelvan a rugir en las gradas, a emocionarse en vivo y en directo.