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Ciclismo

Martí Vigo, del esquí olímpico al ciclismo profesional: "Aún no me creo lo que está pasando"

  • El esquiador olímpico español da el salto al ciclismo profesional casi de casualidad
  • El Androni Giocattoli Sidermec ha incorporado para las próximas tres temporadas al deportista aragonés

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Martí Vigo, en su participación en los Juegos de Invierno de 2018.
Martí Vigo, en su participación en los Juegos de Invierno de 2018.

Martí Vigo (Sesué, Huesca, 1997) no disimula su felicidad. Tras un largo periplo por las categorías cadete y junior en el esquí de fondo –logrando una meritoria decimocuarta posición en los Campeonatos del Mundo de 2018- participando incluso en los Juegos Olímpicos de invierno en Corea del Sur, decidió hacer un paréntesis y dedicarse de pleno a sus estudios de Fisioterapia.

Aunque el esquí era el deporte familiar, su padre no dudaba, de vez en cuando, en salir con él con la bicicleta de carretera. Los buenos resultados que ofreció al salir del equipo nacional de esquí de fondo han hecho que varios equipos se interesaran por él. Martí Vigo no se pone metas, aunque le gustaría competir en World Tour y correr el Giro de Italia.

Pregunta (P.): Comenzaste a practicar deportes desde los tres años. ¿Tenías una predilección por un deporte concreto en tu adolescencia?

Respuesta (R.): Desde muy pequeño me he dedicado al esquí de fondo porque vivo en el Valle de Benasque, una zona con bastante afición por el esquí. Mi familia se dedicó mucho al deporte de la nieve, mi hermana competía también en esquí de fondo y durante muchos años he competido al 100% en este deporte.

P.: Este deporte, por tanto, viene de familia.

R.: Sí, mi familia siempre ha vivido este deporte y, sobre todo, la nieve. También, desde muy pequeño, aunque no competía en ciclismo, con mi padre andábamos mucho en bici.

P.: ¿Cuándo empiezas a destacar a nivel nacional en esquí de fondo?

R.: Desde bastante joven. Tenía relativa facilidad y bastante pronto empecé a destacar, ya en categorías de cadete y junior.

P.: A tus 17 años ya participas en un campeonato del mundo junior.

R.: Sí, de hecho antes de ser junior, ya corrí mi primer campeonato del mundo junior. Los primeros años, en junior, me costó un poco más porque era más joven respecto al resto. Pero cuando llegó mi edad, en esta categoría, en Estados Unidos, hice un buen papel.

P.: Fue, precisamente, en tus terceros Campeonatos del Mundo, cuando logras un meritorio decimocuarto puesto. ¿Creías, en ese momento, que podías tener un hueco en este deporte?

R.: Sí, era un resultado bastante bueno. En España no había antecedentes de buenos esquiadores. La verdad que parecía bastante prometedor.

P.: Gracias a ese resultado, la Federación Española te otorgó el Premio Carolina Díaz al deportista con mejor proyección.

R.: Fue muy ilusionante recibir premios de este tipo, y sobre todo, de tu Federación, claro que fue muy gratificante.

P.: Al año siguiente, en 2018, participas por primera vez en una Copa del Mundo, en Dresde, finalizando en 67º posición y 22º por equipos. ¿Cómo fue la experiencia?

R.: Fue muy buena. Fui a esa carrera en la disciplina que peor se me daba porque era un sprint y yo era casi lo contrario a un esprínter, pero fue en un circuito urbano, muy espectacular con mucho público. Una experiencia increíble.

P.: Ese mismo año debutas en unos Juegos Olímpicos de invierno en Pieonchang. ¿Cómo fueron tus sensaciones?

R.: Fue increíble. Como evento y como ambiente es la prueba más importante a la que se puede aspirar. Yo tuve un poco de mala suerte porque nada más llegar a Corea del Sur, estuve enfermo con una semana bastante fastidiado. La primera carrera, ni siquiera, pude acabarla. El cuerpo no estaba para muchos trotes. En la segunda carrera sí que pude disfrutarlo.

P.: A partir de aquí, ¿cuándo das el salto al ciclismo? ¿Desde 2018 has seguido compitiendo en esquí de fondo?

R.: Después de la temporada de los Juegos Olímpicos estuve un año más haciendo buenas carreras, con un buen papel en el Mundial Sub-23 y empecé en la Universidad. Y al terminar ese año dejé el equipo porque no estaba pasando por un buen momento. Además, estaba teniendo alguna dificultad –porque yo estudio Fisioterapia- al compaginar la carrera con el deporte porque es muy práctica. Al no estar en clase, era inviable seguir los últimos cursos. Fue un cúmulo de cosas y decidí hacer un paréntesis y dejar la competición en esquí de fondo.

P.: ¿Fueron motivos personales o no te llenaba del todo el esquí de fondo?

R.: Se me juntaron varias cosas. El año anterior había fallecido mi padre, que fue un palo muy duro. No estaba del todo bien. El tema de la Universidad, mi pareja también había dejado el equipo nacional y al no estar también estaba complicado. Tenía ganas de centrarme en los estudios, sacarlo adelante y cambiar un poco el ambiente.

P.: ¿Y en ese momento se te abre la puerta del ciclismo?

R.: No fue así tal cual. Dejé el esquí y, sin un tipo de objetivo competitivo ni nada parecido, seguía haciendo deporte porque al final es lo que más me gusta. Entrenaba casi lo mismo cuando lo dejé que cuando estaba competiendo. Pero como no tenía la obligación tan específicamente de la temporada de invierno, hacía de continuo bici de carretera. Poco a poco fui entrenando sin el objetivo de entrenar. Pasado el confinamiento, me motivé y decidí prepararme de cara al año que viene para probar en aficionados, en élite. Los datos que daban los entrenamientos parecían muy buenos y la gente me animaba. Y así fue.

Probé en el Campeonato de Aragón élite y Sub23 y tuve la suerte ganarlo –la prueba en sí quedé sexto-. Un equipo navarro me contactó por si quería acabar la temporada con ellos y competí en el Memorial Valenciaga. Me dije a mí mismo: no tengo nada que perder y si tengo la oportunidad de ir, corro y a ver lo que se puede hacer. Fui sin mucha experiencia, yo iba a aprender sin ningún objetivo de disputarlo porque no me imaginaba que pudiera estar a ese nivel. Salió buena carrera, es verdad que gasté más de la cuenta. En la primera subida a Arrate la hice casi entera yo tirando –fue un derroche de fuerzas y falta de experiencia-, pero pude llegar a no más de 30 segundos del primero, finalizando decimotercero. Eso llevó a que me contactaran varia gente relacionada del mundo del ciclismo. Antes de la prueba, Patxi Vila me hizo unos test físicos en Hondarribia. Hice varias pruebas de esfuerzo en su laboratorio y salieron unos resultados muy buenos. Esa prueba se empezó a difundir y corrió como la pólvora: ha sido realmente más por ese motivo que por las carreras.

P.: Tengo entendido que Patxi Vila informó a varios de los directores del Androni Giocattoli, el equipo que te ha fichado para las próximas tres temporadas. ¿Te contactaron antes del Memorial o después?

R.: Fue, sobre todo, después del Memorial. Antes había varios equipos, pero todo en el aire. A directores importantes les había llamado la atención.

P.: El Androni Giocattoli se interesa mucho en ti. Y tú decides dar el salto a profesionales. ¿Cómo vislumbras el futuro?

R.: De primeras, yo ni me lo creía. De hecho, aún estoy casi que no me creo lo que está pasando porque ha sido todo muy sobre la marcha, muy repentino, sin esperarlo. La verdad que muy ilusionado, motivado, con ganas de trabajar bien, preparar bien la temporada, porque este año apenas he entrenado. Había salido en bici, pero sin un entrenamiento específico.

P.: ¿Qué te ofrece el equipo? ¿Qué habéis hablado?

R.: La preparación física, cada atleta lleva su plan y luego un preparador físico supervisa los entrenamientos de los corredores. Seguiré viviendo en España y me iré desplazando para las concentraciones y competiciones. Seguiré en casa.

P.: Aunque es pronto para preguntártelo, ¿crees que puedes aportar más al deporte de los pedales que al esquí?

R.: La verdad que no lo sé. Soy nuevo, acabo de llegar prácticamente y, de momento, está por ver. No sé hasta dónde se puede llegar. Paso a paso e intentar mejor lo que se pueda.

P.: Tienes 22 años. ¿Qué objetivos te marcas en el ciclismo profesional?

R.: Ni me he parado a pensarlo. Descansar bien, entrenar bien, hacer todo lo mejor posible, y poco a poco se verá. No me quiero marcar un objetivo muy alto porque acabo de llegar y no sé hasta dónde se puede llegar. Sin pasarse tampoco de ambición y con los pies en la tierra.

P.: Lo que está claro que es un fichaje a largo plazo para tener un periodo de adaptación, ¿verdad?

R.: Sí, con los directores me dicen que este año sin ninguna presión. Es un año para aprender, hacerme a la bici, al pelotón y al equipo. Tampoco sin ningún nerviosismo de tener que rendir más de la cuenta o querer hacer resultados el primer año.

P.: Comentas que no sabes hasta dónde puedes llegar, pero ¿cuál es el límite al que te gustaría llegar? Por ejemplo, ¿llegar a World Tour?

R.: Sí, por supuesto, cualquier ciclista, su objetivo es llegar a la élite del ciclismo, pero no quiero correr más de la cuenta. Soy nuevo y no quiero frustrarme si no llego a ser como parece que puedo ser.

P.: ¿Tienes un referente en el ciclismo?

R.: Este deporte siempre me ha gustado. Lo seguía por la tele. Cuando Alberto Contador ganaba los Tour o el Giro, el verano me lo tiraba entero viendo ciclismo por la tele. Contador siempre me ha encantado.

P.: Contigo ya son seis ciclistas profesionales en Aragón. ¿Florece el ciclismo en tu comunidad autónoma?

R.: Estos años atrás les admiraba muchísimo, por ejemplo Samitier, Arcas, Barceló o Castillo. Tenía una admiración enorme y la sigo teniendo. Y sí, en Aragón hay una cantera de ciclismo, fruto de los jóvenes. Ojalá siga así y vaya a más.

P.: ¿Tienes relación con ellos?

R.: Sobre todo con Sergio Samitier y con el resto un poco por redes sociales. He salido alguna vez en bici con Samitier.

P.: ¿Cómo te definirías como ciclista? ¿Cuáles crees que son tus características más propias por tu físico?

R.: De momento, yo creo que donde mejor me defiendo es en la alta montaña. En las carreras que he hecho en élite, yo prefería cuantos más puertos y más duros, mejor.

P.: ¿Te ves más cómodo como escalador que como rodador?

R.: Sí, me gusta y disfruto más y yo creo que se me da mejor como escalador.

P.: Por las circunstancias en las que nos encontramos es difícil planear, pero ¿se prevé el calendario que podrías tener?

R.: Como dices, está todo en el aire, pero sí que podría empezar en las carreras que hay en España, como en la Volta a la Comunitat Valenciana o en la Vuelta a Andalucía.

P.: Al desaparecer hace dos años la Vuelta a Aragón, no habría carrera de casa. En todo caso, ¿en qué carrera te haría más ilusión competir?

R.: Claro que me encantaría y sería un lujo poder correr en mi tierra. Por ilusión, me gustaría competir en las carreras más importantes, como el Giro de Italia o algún monumento que hacen en Italia, sería lo más chulo, pero no creo que sea el corredor seleccionado para ese tipo de pruebas.

P.: Siendo el Androni un equipo italiano, ¿te representa el ciclismo de este país?

R.: Sí, me gusta mucho. Italia y España tienen bastante similitud. Me gusta el carácter italiano.