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Ciclismo | Flecha Brabanzona 2020

Alaphilippe roza de nuevo el error sobre meta pero acaba llevándose la Flecha Brabanzona

  • El francés supera por la mínima a sus dos compañeros de fuga: Van der Poel, segundo, y Cosnefroy, tercero

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Julian Alaphilippe estrena el arcoíris con su victoria en la Flecha Brabanzona.
Julian Alaphilippe estrena el arcoíris con su victoria en la Flecha Brabanzona.

Tres días después cometer el error más grave de su carrera, Julian Alaphilippe (Deceuninck) ha estado a punto de repetirlo pero esta vez si ha podido justificar el levantamiento de brazos al apuntarse la 60 edición de la Flecha Brabanzona. Es la primera victoria que consigue el galo portando el maillot arcoíris de campeón del mundo.

El francés se apuntó no sin angustia y casi con sorpresa un 'sprint' muy apretado con el holandés Matthieu Van der Poel (Alpecin) y con el también francés Benoit Cosnefroy (Ag2r) tras recorrer los 197 kilómetros entre Lovaina y Overijse.

Esta vez sí, el ciclista de Saint-Amand-Montrond, de 28 años, celebró el triunfo con todo merecimiento, con un tiempo de 4h.42,54, por delante de Van der Poel y Cosnefroy, segundo y tercero respectivamente.

Fueron los más fuertes en la escapada definitiva que se fraguó a 11 kilómetros de meta a iniciativa del propio Alaphilippe. Los perseguidores, con el italiano Sonny Colbrelli al frente, entraron a 14 segundos.

La carrera de las 24 cotas fue puso combate desde el principio, como suele ser habitual en la prueba del Brabante. Enseguida se formó una escapada con 6 hombres que animaron la jornada: Chevrier, Juraj Sagan, Storer, Sprengers, Peron y Skjelmose.

La aventura estuvo controlada en todo momento por el pelotón, especialmente por los hombres del Deceuninck de Alaphilippe, quien tenía entre ceja y ceja la victoria después del gran fiasco del pasado domingo en Lieja.

A 60 kilómetros de meta se echó abajo la fuga y entraron en juego los grandes nombres de la carrera. Alaphilippe, siempre combativo, junto a Kwiatowski y Luka Rowe, inició los primeros movimientos.

Ya iba a ser una batalla sin cuartel hasta Overijse, con unas cuantas cotas aún por delante. Un proceso de desgaste que dejó a 25 km de meta al frente a un grupo compuesto por el campeón mundial, Van der Poel, el español Óscar Fraile, Cosnefroy y el italiano Colbrelli.

Por detrás se sucedieron ataques que evitaron la fuga, pero de nuevo Alaphilippe lo intentó a 15 km de meta desgastando las fuerzas de algunos rivales, que pasaban apuros para seguir la rueda del jefe de filas del Deceuninck.

El momento clave llegó en la subida a la Cota de Moskestraat. Allí, a 11 km de meta, fue donde se formó el trío que se iba a jugar la victoria. Van der Poel, triple campeón del mundo de ciclocrós y defensor del título de la Flecha Brabanzona, se pegó a Alaphilippe en plena subida, y a ellos se unió Cosnefroy.

Subiendo Holstheide el trío de cabeza llevaba un puñado de segundos que iba a saber rentabilizar. Hubo entendimiento en punta para evitar que se aproximara el grupo de Colbrelli, un esprinter incómodo para la recta final.

En el juego táctico definitivo fue Van der Poel quien asumió la responsabilidad marcando el ritmo, esfuerzo que pagó a la hora de la verdad. Cosnefroy atacó a 200 metros, pero también perdió fuelle cerca de la raya.

Cosnefroy lo tenía al alcance de la mano, pero Alaphilippe, en el arreón final, y por escasos centímetros, metió la rueda como ganador. Alzó los brazos el campeón mundial. Esta vez con razón.